Las 5 Mejores Películas de Brigitte Bardot

Es complicado hablar de las cinco mejores películas de la Bardot, ya que no se puede considerar una actriz con un gran talento, pero si con una presencia icónica y un símbolo sexual internacional incomparable.

Comenzaría su carrera muy joven dentro de la danza y la música, pero sus maestros y compañeras la definirían como alguien “necia” y “poco entregada”. Pudo haberse convertido en una gran bailarina o incluso en una actriz musical solvente, pero el destino le tenía preparado otra imagen. Bardot se convertiría en el “sex symbol” por excelencia de los 50 y 60 no solo en Europa, sino también en los Estados Unidos. Bardot fue de las pocas actrices prácticamente perseguidas por la media de occidente; con cada aparición, visita o entrevista, el público se desvivía ante su sensualidad y belleza.

Se retiraría de una fugaz pero prolífica carrera de cine a los 40 años, dedicándose a luchar a favor de los animales. Una leyenda viva, festejamos su onomástico número 89 con algunas de su mejores apariciones en la pantalla grande

 

5 – Shalako (Edward Dmytryk, 1968)

POR EDGAR DEL VALLE

En esta cinta mezcla de western crepuscular y spaghetti-western, Bardot acompaña a Sean Connery, dando como resultado un filme divertido que cumple con las exigencias del ´genero de la mano de un director siempre funcional como Dmytryk. Brigitte Bardot, que a pesar de llevar un maquillaje y vestuario poco adecuado para el siglo XIX (y muy poco improbable para aquella época), es probablemente el personaje donde luce más hermosa y sensual, un verdadero deleite visual para cualquier género y que de manera “estética” mantiene el interés de la narración. La cinta se complementa con un excelente reparto, de donde destacan Peter van Eyck y Jack Hawkins.

 

4 – Viva Maria! (Louis Malle, 1965)

POR EDGAR DEL VALLE

Sin ser de lo mejor de este director, la cinta “¡Viva María!” es una interesante comedia que toma como marco la revolución mexicana, con unos gags muy logrados y una sátira despiadada hacia las dictaduras y la religión católica. Esta película resulta ser muy divertida gracias a su impresión de estereotipos, con diálogos simpáticos, situaciones disparatadas y unas actuaciones correctas por parte de las protagonistas. Un filme sobre todo para gozar de la belleza de Bardot y la actuación de una mesurada Jeanne Moreau, actrices muy de moda en la época que fue filmada. ¿Será acaso una represalia humorística de los franceses por haberlos expulsado de México?

 

3 – Y Dios creó a la Mujer (Roger Vadim, 1956)

POR EDGAR DEL VALLE

La cinta que encumbro a Bardot como un símbolo sexual de la época y de todos los tiempos. Su contenido erótico (que hoy resulta hasta ingenuo), provocó que en algunos países fuera censurado por el comportamiento” promiscuo” de su protagonista. Película de escaso valor cinematográfico, famosa por su éxito popular y por haber lanzado al estrellado internacional la actriz de la mano del Vadim, que para esas fechas era su esposo. Como dato curioso, el propio Vadim llevaría a cabo un remake estadounidense treinta años después, con Rebecca De Mornay supliendo a su ex esposa. Sobra decir que esa versión de los 80 es mucho peor que la original francesa, que al menos logró el estatus de culto gracias a Bardot

 

2 – El Desprecio (Godard, 1963)

POR EDGAR DEL VALLE

Contando con un muy buen reparto encabezado por Brigitte Bardot, Michel Piccoli y Jack Palance y la aparición del legendario director alemán Fritz Lang, el propio Jean-Luc Godard y Linda Veras, narra el encuentro de un productor de cine, un escritor y la esposa de éste, que por un malentendido provocará una crisis en su matrimonio.  Pertenece a la primera etapa de su obra, que podríamos denominar “narrativa”, en la que cuenta una historia, con una linealidad argumental definida. Aún cuando no es el prototipo de las películas de Godard, se encuentran sus rasgos estilísticos más reconocibles, con planos secuencias brillantes.

 

1 – La Verdad (Clouzot , 1960)

POR EL FETT

Una enorme película sobre juicios y que aborda (no estrictamente) el método narrativo “Rashomon” al basarse en los distintos testimonios de los(as) conocidos(as) de una mujer que de manera inexplicable (o al menos sin ningún motivo aparente) es acusada de asesinar a un afamado músico. Como de costumbre Clouzot construye una atmosfera de constante tensión, resultado de sus propios diálogos y en la búsqueda de esa pasión, venganza o mera explicación del “por qué” se dio tal crimen. Una de las mejores actuaciones de Bardot. Una película provista de un ritmo notable y que resalta por su extraordinario  montaje, esta sin duda fue la última cinta de indiscutible calidad en su carrera.

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Edgar Del Valle    


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