Las 5 Mejores Películas de Emilio “El Indio” Fernández

El revolucionario del cine mexicano, Emilio “El Indio” Fernández quizá sea el principal artífice y emblema de la llamada época de oro del cine mexicano, siendo uno de los directores, actores y productores más destacados de su tiempo y uno de los primeros símbolos de la internacionalización de la cultura y cinematografía nacional.

Combatiente en la revolución mexicana y hecho preso en 1923, Emilio escapó y se exilió hacía los Estados Unidos donde trabajó de lavandero, camarero, estibador, ayudante de prensa, y finalmente, albañil, cerca de los estudios de Hollywood, oficio que consecuentemente lo llevó a ser un constante extra y hasta doble de estrellas, principalmente de Douglas Fairbanks. Ahí fue donde manera literal, su figura se forjaría en oro al ser el modelo oficial para la creación del figura hoy conocida como el Oscar.

Sin embargo, en su paso definitivo hacia la grandeza fílmica faltaba una gran pieza, y es que si bien comenzó a emprender algunos oficios que gradualmente le hicieron adquirir todos sus conocimientos en actuación, dirección y guion, fue en 1930 cuando dicho elemento completó ese complejo rompecabezas: Sergei Eisenstein. Su principal influencia narrativa y  visual, tres años después con el experimento del ruso llamado ¡Qué Viva México!, se confirmaría no solo el amor de Sergei por nuestro país, sino que también la concepción de una pasión fílmica sin precedentes que llevarían a “El Indio” a construir un propio estilo, enfocado en evocar todos los valores del patriotismo, de la sociedad y de la cultura mexicana, estéticamente basados en el ambiente revolucionario (y post revolucionario) en el que nació, se forjó y evolucionó tanto su obra como su persona.

Regresando a México y gracias a sus amistades revolucionarias de gran poder, como el que ahora fuese presidente, Adolfo de la Huerta, y el general Juan F. Azcárate, Emilio comenzaría en 1942 (aunque su carrera como actor data de 1928) una de las carreras cinematográficas más prolíficas y de gran valía autoral de la historia, posicionándose en los años 40 y principios de los 50 quizá como el director hispano de mayor relevancia y como él mismo lo refirió alguna vez con gran soberbia pero también verdad: el propio cine mexicano, exclamando:

 “Solo existe un México, el que yo invente ¡Yo soy el cine mexicano!”

La carrera directiva de “El Indio” vería su ocaso entrando los años 50, sin embargo a esta le proseguiría una segunda y mejor etapa como histrión en variadas producciones nacionales y estadounidenses, posicionándose también como una importante figura dentro del género western.

Recordemos al revolucionario, al Oscar, al primer símbolo de oro de la filmografía nacional con sus 5 mejores películas director y un bonus como actor ¡Larga vida Emilio!

 

Bonus como actor. Janitzio (Carlos Navarro, 1934)

Por Cat Movie Lee

Un jovencísimo Emilio protagoniza una trágica historia de amor amurallada por un lago de Pátzcuaro y una isla por demás compleja. Porque antes de que aquel rincón se convirtiera en el favorito de los turistas extranjeros para alucinar con la celebración de día de muertos, éste era un lugar de los isleños y para los isleños, donde tanto los peces de la laguna, como las mujeres de su pedazo de tierra, les pertenecían solo a aquellos hombres. Así lo establecía una tradición que ni los propios conquistadores pudieron eliminar a los antiguos moradores de esos lares. Así, si algún fuereño osaba tomar mujer (o peces) que pertenecían a ese lugar, era castigado con la muerte de la fémina en cuestión y del sujeto. Hay algo de fascinante en los diálogos casi nulos de esta cinta que dura poco más de una hora, como si las palabras no alcanzaran a describir una tradición que en principio parecería absurda, pero que en el fondo, termina siendo el quid de la cuestión.

 

Bonus como actor – . The Wild Bunch (Sam Peckinpah, 1969)

Un himno a la muerte y una de las ejemplificaciones más claras de la vileza humana simbolizada de manera grandiosa por el gran villano interpretado por Emilio “El Indio” Fernández. El sangriento y audaz film bien podría ser catalogado bajo la línea del chilli western, gracias al desarrollo de su historia en las sierras del territorio mexicano ambientado en las épocas de conflicto revolucionario. Sin duda uno de los pilares del género, The Wild Bunch es una angustiosa poesía aventurera y de honor repleta de simbolismos  y pistas que van aproximando al espectador hacía aquel fastuoso y sórdido final, y es que cuando se escucha el corrido de Santa Amalia ya no habrá vuelta atrás: “Mejor prefiero morir mil veces, antes que logres manchar mi honor”.

 

Bonus – La Malquerida (1949)

Por El Cine Actuario

Una de las cualidades de Emilio Fernández era esa habilidad que tenía para ser concreto en cada una de sus escenas. A diferencia de la obra de 1939, esta adaptación no deja cosas al aire por un exceso de grandilocuencia, sino que es precisa en cada desarrollo de los sucesos que giran alrededor de la historia, apoyándose en una fotografía exquisita. Pero quizás lo más destacable y que hizo a esta cinta icónica fueron las actuaciones de Dolores del Rio y Pedro Armendáriz. A pesar de sus casi más de 60 años sigue siendo una historia tan vigente principalmente porque las motivaciones de sus personajes apela a los sentimientos más pasionales y porque su forma de pensar sigue siendo parte del folclor (para bien y para mal) de la idiosincrasia mexicana.

 

5 – Pueblerina (1949)

Más vigente que nunca gracias a su argumento centrado en la miseria humana, el abuso y violación, la etiqueta de su título se extiende hacía un director que en efecto, siempre se consideró como “pueblerino”, logrando no solo captar el entorno minimalista de una cultura que arrastraba el caos de la guerra, sino también difundirla hacía al exterior con una madurez artística digna y al nivel de todos los maestros europeos y americanos de aquel tiempo (no por nada nuevamente fue seleccionado para competir en el Festival de Cannes). Simple en argumento pero compleja en su cruda crítica hacía el “machismo” y su siempre esperanzadora búsqueda del romance, Emilio siempre será también maestro del amor… uno trágico, pero también empedernido.

 

4 – Salón México (1949)

Contrastes magníficos, el mismo año del cruel retrato rural de Pueblerina, Emilio sería capaz de levantar lo que es en esencia un thriller, pero también un testimonio dramático sobre la urbanización y la consecuente deshumanización que, a través del sacrificio, muchas mujeres tuvieron que adoptar. Es notable cómo Emilio quizá fue el primer “feminista” fílmico de México, y es que sus personajes mujeres, recias y luchadoras, eran siempre estructuradas a través de un contexto social no solo creíble, sino real. Aquí le tocaría a Marga López luchar contra la opresión masculina, aspecto que también ya había tocado con Columba Rodríguez, Dolores del Río, Silvia Pinal y “La Doña”. No cabe duda que a este México social y fílmico le hace falta mucho un Emilio

 

3 – María Candelaria (1944)

La cruz de “El Indio” era pesada. De él no solo dependía el “cine mexicano”, sino el colectivo artístico que forjó con Dolores del Rio, Pedro Armendáriz y Gabriel Figueroa, los cuáles lograron captar las tragedias más notorias y románticas de nuestro cine, historia y evolución social, situándose por lo general en cuadros amorosos que terminarán con el desmembramiento de una o varias de sus partes; en este caso concreto, de una india de Xochimilco víctima de la degradación, encasillamiento y linchamiento de su comunidad. La ganadora de Cannes causó polémica debido al estatuto del comportamiento salvaje de los pueblos mexicanos, pero nada que no pueda ser perdonado gracias a la gran presencia de la inmensa Dolores, la Candelaria.

 

2 – La Perla (1947)

La perla nos hará libres”, simbolismo de poder y deshumanización que a la orden de “El Indio” y la portentosa visión de  Figueroa (mejor Fotografía en los Globos de Oro y Festival de Venecia) logran una puesta en escena bellísima y grandilocuente, donde la música surte en comunión con su narrativa y estética, un efecto solemne. La perla, un tesoro encontrado en el fondo del mar, es la oportunidad para salir de la miseria, pero al mismo tiempo un vehículo maldito para la ignorante y pobre pareja de pescadores magistralmente interpretados por Armendáriz y María Elena Marqués. Valiéndose de un tono western, Emilio encausa una desventura y trágica cacería humana embelesada por el poder surreal emergido de aquella exótica joya.

 

1 – Enamorada (1946)

El cuento de amor mexicano por excelencia, la doña y el macho, la malagueña y el revolucionario, la soldadera y su general; Fernández se deshace de su pesada cruz de muerte y angustia y cae bajo el hechizo de la mirada de la gran diva María Félix y el de un talento histriónico adelantado a su tiempo: recio, natural, espontáneo, romántico ¡Divo! Como la hembra nacional por antonomasia, ella representa la fuerza y lucha desde las adelitas revolucionarias hasta nuestra madre santa y rige no solo la química con Armendáriz, sino también el estilo directivo de “El Indio” que ha cambiado, ha mejorado, se ha trastornado, se ha enamorado. Frente a la guerra, la humanización llega por parte del corazón en forma de un silbido, una dura cachetada o un amoroso mariachi.

 

 

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


2 Comments

  • Hola solo dos aportaciones: al final pusieron Columba Rodríguez., y es Columba Domonguez. También creo que en la lista debería estar la película: Río Escondido. Saludos afectuosos.

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  • Hola solo dos aportaciones: al final pusieron Columba Rodríguez., y es Columba Dominguez. También creo que en la lista debería estar la película: Río Escondido. Saludos afectuosos.

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