Las 5 Mejores Películas de Ernst Lubitsch

Cuando se revisa la historia del cine, un puñado de nombres sobresalen como revolucionarios: Ernst Lubitsch es uno de ellos. Nacido en Berlín en 1892, de raíces judías, dirigiría sus primeros cortometrajes dentro de la compañía de Max Reinhardt y posteriormente emigraría a los Estados Unidos para continuar y cimentar una carrera prolífica como director, primero en la etapa del cine mudo y, exitosamente, en su transición al cine sonoro.

Dirigiendo los mismo comedias que dramas, sátiras que operetas musicales, el nivel de su calidad nunca tuvo variaciones. Los críticos de la época acuñaron el término “el toque Lubitsch” para referirse a la depurada estética y a la manera particular que el director tenía de abordar la comedia, en la cual trataba temas complejos o controversiales, dotándolos de un toque de cinismo, elegancia y sofisticación, que le permitiría eludir la censura a través de diálogos inteligentes e imágenes sugerentes, sin ser explícito.

Abanderado de la ola conocida como “la comedia refinada” y mentor de directores como Otto Preminger y Billy Wilder (quien famosamente tenía en su oficina un letrero que decía “¿Qué haría Lubitsch?”), sus películas se caracterizaron por un manejo providencial del timing cómico, de transiciones y elipsis, de guiones bien construidos con frases mordaces que cuestionaban los valores sociales imperantes en la época. Su política fue siempre la de propiciar que las audiencias utilizaran su imaginación.

“Cualquier buena película está llena de secretos. Si un director no deja nada sin decir, es una película malísima. Si una película es buena, es porque tiene misterios, con cosas que no se muestran”.

Seis de sus películas serían nominadas al Oscar como Mejor Película, aunque ninguna se llevaría el triunfo. De manera curiosa, “El Patriota” de 1928 es el único film de todos los tiempos que habiendo estado nominado al Premio de la Academia en la categoría principal, se encuentra perdida, sin tener una sola copia disponible. Él mismo fue nominado en tres ocasiones como Mejor Director, sin ganar nunca la estatuilla. No obstante, en 1947 se le otorgaría un Oscar Honorífico por sus distinguidas contribuciones al arte de la cinematografía, meses antes de su fallecimiento, a los 55 años, por complicaciones cardiacas.

Durante su funeral, William Wyler dijo “Tristemente ya no tendremos a Lubitsch”, a lo que Billy Wilder respondería: “Peor aún que eso, ya no tendremos películas de Lubitsch”.

INTRODUCCIÓN DE JOSE ROBERTO ORTEGA

 

Bonus – The Smiling Lieutenant (1931)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

Comedia musical romántica que uniría por tercera vez a Lubitsch con Maurice Chevalier (de un total de cinco colaboraciones). En ella, el francés interpreta al Teniente “Niki”, quien se enamora de una violinista vienesa y quien, al sonreírle a esta en un desfile, por error se interpreta que le ha sonreído a la poco agraciada Princesa Anna y es obligado a casarse con ella. Esta sería la primera película hablada de Lubitsch, desde ella se nota la maestría del director para las transiciones, las insinuaciones sexuales y los diálogos. Como dato curioso, su éxito serviría para rescatar a la Paramount tras el crack bursátil de Wall Street, a su vez estando nominada al Oscar como Mejor Película de su año.

 

5 – Trouble in Paradise (1932)

POR EDGAR DEL VALLE

Una comedia romántica que tiene como entorno las vicisitudes de una pareja de ladrones. Lubitsch es un director plenamente respetado que, sin embargo, no parece estar en cuanto a reconocimiento popular entre los más grandes del séptimo arte. Esta situación quizá se deba a que el manejo de su comedia es tan sutil y elegante que no es comprendida en toda su dimensión. Parece que Lubitsch no concibiera ni una sola escena que no fuera un tour de force cómico, lleno de piruetas narrativas. La cinta cuenta con la participación de Herbert Marshall y Miriam Hopkins en los papeles principales.

 

4 – The Shop Around the Corner (1940)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

Lubitch se caracterizó siempre por su comedia elegante y sofisticada y quizás “El Bazar de las Sorpresas” sea la mejor prueba de ello. La historia del encargado de una tienda de regalos y una nueva vendedora, quienes apenas se soportan en la vida real, pero que viven enamorados el uno del otro a través de las cartas que se envían de forma anónima, todo en el ambiente de una tienda en la que la interacción entre los personajes resulta un microcosmos que refleja a toda una sociedad. La venta de Navidad es el clímax perfecto para la historia, en la que hay desde intrigas, infidelidades y un espíritu de camaradería y generosidad. Esta fue la base para “Tienes un E-Mail”, película que buscaba modernizar el relato original.

 

3 – Heaven can Wait (1943)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

El “toque Lubitsch” se ejemplifica perfectamente en esta comedia, tan sensual como sutil e irónica en la que un hombre de 70 años, Henry Van Cleve, muere y llega al infierno, debido a que ha vivido como un playboy, rodeado siempre de alcohol y mujeres. Al no estar completamente convencido de que ese sea su destino, Van Cleve irá narrando su vida a “Su Excelencia”, desde sus inicios pasionales con su institutriz, hasta su encuentro con la mujer que se convertiría en su esposa, a quien amó, no obstante haberle sido infiel. Como en todas las películas de Lubitsch, tenemos aquí un toque de refinamiento, un timing cómico perfecto y una dirección de actores magnífica, resaltando aquí la de Don Ameche. Nominada como Mejor Película en 1943.

 

2 – To Be or Not to Be (1942)

POR EDGAR DEL VALLE

Cinta llena de humor negro y sátira en contra del nazismo, protagonizada por Carole Lombard, Jack Benny y un muy joven Robert Stack. La historia se desarrolla en Varsovia, durante la ocupación alemana un espía al servicio de la Gestapo pretende entregar la lista de colaboradores de la resistencia, al darse cuenta de este hecho un grupo de actores de teatro realizará lo inimaginable a fin de que no logre su propósito. Considerada como una de las mejores comedias de la década de los 40, por su profundidad emocional y complejidad de desarrollo, es una cinta imperdible que nos muestra porqué Lubitsch está considerado dentro de los grandes de la cinematografía mundial.

 

Ninotchka (1939)

POR EL FETT

Una de las comedias más deliciosas, críticas y políticamente incorrectas de todos los tiempos (si es que conservas los ideales de Stalin), Ernst provee a la grandiosa Greta Garbo de un entorno sociocultural de ensueño y de enredos cuando una agente comunista, en su viaje a París para rescatar a tres camaradas del capitalismo, ella misma se ve embelesada por los encantos de la capital francesa. La sátira socialista será la base de una serie de carcajadas inapropiadas que incluso hasta la fecha resultan tan actuales como atemporales dentro de su mensaje anticomunista, pero, sobre todo, la agente Ninotchka permanece como uno de los símbolos cómico – románticos más sensuales e importantes, y en pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial.

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Acerca del autor

Jose Roberto Ortega    

El cine es mi adicción y las películas clásicas mi droga dura. Firme creyente de que (citando a Nadine Labaki) el cine no sólo debe hacer a la gente soñar, sino cambiar las cosas y hacer a la gente pensar mientras sueña.


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