Las 5 Mejores Películas de John C. Reilly

Uno de los actores de reparto más solventes y versátiles de los últimos 30 años, a pesar de su mayoritariamente vergonzosa incursión cómica, John C. Reilly se ha ganado un posicionamiento relevante como uno de los actores dramáticos de soporte y secundarios más contantes y/o usados por algunos de los más talentosos narradores de nuestra era.

De una juventud problemática, por sus cuestiones de conducta Reilly y su madre verían en la actuación y la música dos escapes de su horrendo comportamiento, consiguiendo matricularse en la prestigiosa Goodman School of Drama de Chicago y comenzando así una prolífica carrera teatral que lo empujaría hacía el cine a finales de los 80, cuando De Palma quedara encantado por su papel en Casualties of War. Con dicho impulso y recomendaciones Reilly comenzaría a escalar hasta encontrar al que sería su primer padrino fílmico, el célebre Paul Thomas Anderson, el cual lo incluiría con papeles relevantes en sus 3 primeras películas.

Con la llegada del nuevo milenio no solo llegarían las primeras ovaciones, premios y sus trabajos bajo el mando de Scorsese, sino también la particularidad del año 2002, cuando apareció en tres de las cinco nominadas a mejor película en el Oscar, un logro mediático y dramático importante que catapultaría su rostro a la fama (aunque también consecuentemente a la insulsa comedia).

Aunque sus oportunidades se han disminuido, Reilly ha seguido demostrando ser uno de los actores secundarios más respetados y eficientes en la estela y nómina de Hollywood. Siendo uno de mis principales favoritos, revisemos sus 5 Mejores Películas de entre los más de 100 créditos de su carrera en el cine y la televisión

 

5 – The Aviator (Scorsese, 2004)

Una de las maravillas desentendidas e infravaloradas de Scorsese, esta compleja epopeya sobre el Hollywood de antaño proveyó a Reilly de su mejor papel bajo las órdenes de Scorsese (tras su pequeña pero también elogiable intervención en Gangs of New York del 2002), personificando a la mano derecha administrativa y financiera del magnífico Howard Hughes de DiCaprio. Como Noah Dietrich, Reilly cumple de manera eficaz al ser la contraparte racional de los arrebatos de Hughes, brindando en una primera instancia un soporte relajado e incluso dentro del molde de la comedia accidental, para después y conforme la degradación física y mental de Hughes, servir como un ingrediente dramático importante dentro de dicha interacción

 

4 – Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999)

Cruda, humana y maravillosa, de tintes surreales y provista de una lógica interna majestuosa, PTA construye una joya emocional, expiatoria y catártica, en definitiva una de las mejores cinta corales en la historia. Reilly protagoniza una de las 9 historias entrelazadas dentro de este manifiesto narrativo de coincidencias, siendo su personaje un tierno y amoroso oficial de policía que se enamora de una adicta con serios problemas y traumas familiares. Todo funciona a la perfección en esta maquinaria, compartiendo cada uno de los 9 vehículos la estructura, el conflicto y la catarsis o expiación definitoria que se plantea el director en su majestuoso montaje. Reilly vería el clímax de su asociación con PTA en esta cinta, habiendo ya participado en Boogie Nights

 

3 – The Sisters Brothers (Jacques Audiard, 2018)

Extraordinario western que escapa de su molde para agregar un rico y atípico trasfondo a sus cuatro ejes protagonistas, uno de ellos Reilly, en lo que significó su regreso triunfal a los papeles secundarios sirviendo como un fastuoso apoyo para la otra grandiosa interpretación de su compañero: Phoenix, el cual incluso se ve rebasado por Reilly en el peso dramático cuando Audiard alcance su clímax, en lo que es un relato que enfrentará la violencia del salvaje oeste contra la llegada del avance científico, una comunión poco o nunca vista en el género y que tendrá catastróficos resultados. De variados matices, Reilly logra un papel de reparto entrañable y soberbio que escapó de la vista de los premios americanos

 

2 – Wreck It Ralph (Rich Moore, 2012)

A pesar de que los villanos animados son en su accionar predecibles, su diseño y el libreto se las arreglan para que estos conserven cierto grado de misterio y sorpresa en su revelación o malvados motivos. Pero eso no pasa aquí, donde dicho sea de paso, es una de las pocas cintas en esconder astutamente a su antagónico (a pesar de sugerirlo) gracias a un ritmo envidiable donde la obviedad no es uno de sus elementos, sino la interpretación personal de los hechos y el final giro donde lo que parecía ser un elemento inofensivo se convierte de repente en un peligro inminente. Gran thriller animado que denotó en su momento un gran paso evolutivo argumental para Disney y donde John C. Reilly no solo prestó su voz, sino su entrañable personalidad al héroe principal.

 

1 – Chicago (Rob Marshall, 2002)

Uno de los valores primordiales en la evolución narrativa del musical es el dotar a la secuencia de una progresión de hechos a través del montaje, esto es, no mantener estática el cuadro musical, sino nutrirlo con el desarrollo de la trama para que esta no se estanque. Chicago lo tiene, habilidad directiva, ritmo y edición soberbia, más una fotografía reflejo del sentir, del cantar y/o de la personalidad de cada uno de sus personajes ¿El mejor? Sin duda Reilly,  quien vislumbra con el mejor acto en aquel escenario de cabaret, dotando al número más famoso de aquel musical en el teatro de una óptima y justa adaptación fílmica. Por cierto, nominado al Oscar y demostrando su otra gran y primera pasión: el canto. Mr. Celofán y Chicago son sencillamente geniales

 

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


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