Las 5 Mejores Películas de Slim Pickens.

Nacido en 1919, Louis Burton Lindley, Jr. se aburrió de las labores de la granja de su padre, y pese a que este le prohibiría montar caballos broncos, la pasión y habilidad del muchacho lo haría escabullirse por las noches para participar en los rodeos. Un gerente de rodeo, dudoso de que habría alguna “ganancia mínima” (o algún “Slim Pickens“, término en inglés para referirse a las pocas posibilidades de algún premio en efectivo) para él, lo dejó competir debido a su insistencia. Para evitar que su padre lo descubriera, Louis ingresó su nombre como Slim Pickens (ganancia mínima) y ganó $400 dólares en su primera competición.

“Slim” se haría un notable renombre como “payaso de rodeo” en los consecuentes 20 años, labor que por ser más peligrosa, era mucho mejor pagada. Al enlistarse en el ejército, la secretaria le preguntó cual era su labor profesional, pero el acento de “Slim” hizo que esta apuntara “radio” en lugar de “rodeo”, por lo que el “payaso” sería enviado a labores de comunicación en una base, en donde descubriría su segunda pasión, la locución, la cual y combinada con su agilidad para montar lo llevarían al mundo del cine en los años 50.

Como era de esperarse y tras esta historia tan curiosa, “Slim Pickens” se haría lugar en muchísimas cintas y series de western de la época, resaltando en algunos buenos papeles secundarios, mismos que llamarían la atención de otros directores y géneros, principalmente cómicos y de suspenso. Pickens a la larga se haría de un envidiable currículo como actor con mas de 170 créditos entre el cine y la televisión, hasta el día de su muerte en 1983.

Un gran y divertido actor secundario, lo recordamos con sus 5 Mejores papeles – películas

 

Bonus  – Major Dundee (Sam Peckinpah, 1965)

POR EL FETT

Un grandilocuente ejercicio bélico – western durante la Guerra de secesión y protagonizado por el arquetipo de héroe rudo y violento en manos de Heston. El gran valor de la aventura es el manejo de sus distintos grupos dentro de una narrativa que sugiere el más puro anti heroísmo como fuente de salvación dentro de un entorno donde el bien y mal son prácticamente desdibujados: la guerra. Aunque Peckinpah pierde el piso en varios momentos entre su caótica producción, la misión de un renegado coronel, que junta a un grupo de parias negros y criminales para salvar a tres niños secuestrados de una banda de malévolos indios mientras atraviesan el peligroso territorio mexicano y burlan al ejército francés, es eso, un pinche desmadre que se disfruta.

 

5 – One-Eyed Jacks (Marlon Brando, 1961)

POR EL FETT

Bien podría considerarse un documento histórico dada la extrañeza no solo de su labor, sino de su talento detrás de cámaras. Imaginemos su personalidad, multipliquémosla por 2 horas y media e impregnémosla del protagonismo western como el antihéroe bandido de noble corazón; si bien esto luce tan arriesgado como descabellado, la locura es que funciona de manera espléndida dentro de un cuadro fraternal de traición y venganza que parece pasar en la mitad de tiempo de lo que marca metraje, causa del disfrutable ritmo directivo y carisma del actor. Mención aparte para Karl Malden como el perfecto socio actoral (aquí villanazo), y para su excelente reparto donde aparece Jurado, Pellicer y Pickens, este último en su arquetipo perfecto de vaquero sin ley.

 

4 – Blazing Saddles (Mel Brooks, 1974)

POR ARQUICRUZ

Para las nuevas generaciones esta cinta debe ser toda una montaña rusa de emociones encontradas dado que posee un humor un tanto absurdo, pero a la vez ofensivo y nada correcto. Todos los estereotipos habidos y por haber (en 1974) son presentados de la forma más ridícula y divertida en uno de los géneros más amados por los estadounidenses: el western. En definitiva la parodia mejor escrita de Brooks, más divertida, mejor ejecutada (directivamente hablando), pero también la que más polémica causó (y causa) en la deconstrucción de varios temas tabús sociales y hasta raciales. Mucha de la genialidad trasgresora de su guion se debe también a la colaboración actoral, Donde Pickens será parte de esta especie de auto parodia para su arquetipo

 

3 – The Getaway (Sam Peckinpah, 1972)

POR EDGAR DEL VALLE

Otra cinta que permitió erigir el culto alrededor de Steve McQueen, quien interpreta a Doc McCoy, que cumple condena de diez años por asalto a mano armada. Cansado del encierro le pide a su esposa que haga lo necesario para sacarlo. Para lograrlo su pareja Carol (MacGraw), deberá de ceder a la solicitud de favores sexuales de un funcionario corrupto, que además les pide participen en un asalto a un banco. Buena road-movie de inicio a fin, con las escenas de violencia características del director y con un McQueen que logra una de sus mejores actuaciones. Pickens aparece en el tramo final de la cinta (como buen fetiche del director y del western), con un muy divertido papel de “cowboy” moderno que ayudará a McQueen con su escape.

 

2 – Pat Garrett and Billy the Kid (Sam Peckinpah, 1973)

POR EL FETT

Un Peckinpah engolosinado con la potencialidad estética del western, logró hacer un film que funciona para la música y la fotografía, y no viceversa. Si bien este error al parecer intencional hizo que el film fuera por momentos abrumadoramente largo, las sinfonías de  Dylan y el toque del cineasta en cuanto al manejo de la realidad y crueldad en sus diálogos y actuaciones, son características que posicionan a esta cacería como uno de los estandartes más bellamente visuales y cruentos del género, este último factor desde un punto de vista más simbólico que visual, donde la violencia puede alcanzar incluso el mote de hermosa. Por ejemplo, la muerte del personaje de Pickens junto a Katy Jurado, donde ambos actores protagonizan la escena más famosa y bella del film.

 

1 – Dr. Strangelove, or How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (Stanley Kubrick, 1964)

POR EL FETT

La sátira bélica por excelencia, su descaro no solo es hilarante sino también crítico, recordándome incluso a un meme actual: Parece chiste, pero… Dr. Strangelove, al ser también una de las mejores comedias de la historia, exacerba a figuras políticas de tétrica atemporalidad para dejar en claro que el mundo se encuentra en peligro por la propia histeria humana resultante del propio nazismo (y que el mismo personaje que da el título simboliza). Cada secuencia es un manjar de humor negro al servicio de un casting fastuoso coronado por la triple interpretación de Sellers (su mejor película) y un sobresaliente Hayden. La escena de la bomba será la más famosa, estelarizada por Pickens en un gran papel, y seleccionado por Kubrick a partir de su buena imitación del acento texano

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


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