Los 5 Mejores Capítulos de Love, Death & Robots
Aunque en términos generales el proyecto de Tim Miller y David Fincher causa más decepciones que alegrías en cuanto a su calidad narrativa, no cabe duda que en términos de animación Love, Death & Robots se destaca como uno de los mejores despliegues de técnica visual de los últimos tiempos, presentando imágenes hiperrealistas que por momentos llegan a confundir al espectador por algunos segundos si lo que se está presenciando es carne y hueso o pura animación.
Excesiva por momentos y con una sexualidad y violencia explícita, la serie creada por Miller (Fincher solo funge como productor) consta de 18 capítulos (17 cortometrajes animados y 1 en combinación con acción real), los cuáles presentan variadas técnicas de animación que van desde ejercicios más clásicos hasta sin duda lo último de la tecnología en dicho rubro, representando así una antología entre ciencia ficción, fantasía y surrealismo que si bien no queda muy bien definido en cuanto a su esencia y/o propósito (ni su título dicho sea de paso porque a veces no hay robots, ni ciencia ficción, ni amor, ni muerte), si en la mayoría de los casos recuerda y vendría a ser como una adaptación animada de aquellos cuentos cortos sobre robots y SF a los que los fanáticos de Asimov, K. Dick y otros autores nos tendría acostumbrados (si usted no ubica a estos nombres ¡felicidades! Es usted un maldito centennial y este formato de serie de cuentos cortos está procesado y masticado precisamente para usted), con más bajos que altos, pero con picos que bien podríamos considerar como relatos interesantes, de excelsa calidad e incluso algunos con una fórmula tan funcional y explotable en algún futuro.
Habiendo visto los 18 capítulos, existen 5 que mantienen una loable y relevante calidad, de entre los que destaca una verdadera joyita
5. Helping Hand (Jon Yeo)
Historia original para el debutante director de parte del escritor Philip Gelatt (inmiscuido en 15 de los 18 capítulos), ignoro si el asesoramiento científico fue el adecuado para crear esta historia, pero independiente a su veracidad, estamos ante un excelente relato de supervivencia y suspenso que en primera instancia recuerda mucho a Gravity, pero que a diferencia de la metáfora existencialista y de renacimiento de Cuarón, solo cuenta con 10 minutos para impactar al espectador de optima y cruel manera, logrando su objetivo incluso con un toque de humor negro grabado en su mismo título.
4. When the Yogurt Took Over (Victor Maldonado, Alfredo Torres)
El capítulo de menor duración dirigido por el par de directores españoles y escrito por la debutante Janis Robertson a partir del cuento corto del autor SF John Scalzi (activo desde 1998), cuenta la hilarante historia de cómo unos científicos por accidente crean a un yogurt de inteligencia superior que pronto se apodera del mundo, no sin antes resolver todos sus problemas. Una metáfora brillante al consumismo y al caos silencioso en el que este puede operar, el yogurt es un mero simbolismo de dicha simbiosis comercial por parte del humano, que en su conclusión, queda abandonado en la hipótesis de una partida definitiva por parte del sistema. Como su servidor, quizá los encargados al marketing y a generar dicho consumo lo disfruten más como una sátira muy fresca y divertida hacia el siempre surreal y chistoso sistema.
3. The Witness (Alberto Mielgo)
Del mismo Tim Miller y dirigido por el director de arte de la serie Tron (por el que ganó el Emmy) y de la reciente Spider-Man: Into The Spider-Verse, Alberto Mielgo (quién debuta como director), de entrada los que disfrutaron el estilo de animación de la última cinta del arácnido quedarán fascinados con la impresionante técnica visual de este, una metáfora relacional dentro de un mundo cyberpunk y estructurada a partir del elemento narrativo del “loop”; este tenso y excelente corto es una explosión de sensaciones visuales que en su imaginería y simbolismos sexuales, crea una trepidante y punzante crítica hacia las relaciones tóxicas y la repetición de sus patrones violentos, que incluso en su fresco guion, se aleja de las tendencias solo feministas para exhibir una real igualdad de género. En lo personal, mi favorito en cuanto a estética se refiere.
2. Three Robots (Victor Maldonado, Alfredo Torres)
Repiten los directores españoles, el guionista con más participación de la serie (Gelatt) y otro de los cuentos cortos del autor John Scalzi, a la orden del que sin duda es el corto más divertido de la serie, que en la química de sus 3 personajes, reside sin duda la genialidad de sus diálogos y variados gags y/o momentos que de paso también sirven para estructurar en solo 13 minutos a dos de los tres protagonistas (lo que no pudieron hacer en 120 minutos los de Triple Frontier con 5 protagonistas). Un acierto ponerlo como el segundo capítulo, pues su divertida sátira sirve como un comedy relief de entre tanto sexo, violencia e intensidad, y atrapa al espectador gracias al encause de lo que supondría sería la esencia de la serie (robots y ciencia ficción). Definitivamente los personajes más recordables de la serie, habría que ver si su presencia y fama ameritarían una serie en solo.
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Zima Blue (Robert Valley)
Tanto el anterior como este definitivamente me remontaron a esos momentos en los que en mi cuarto me sumergía en las historias cortas sobre robots de Asimov, en particular Zima Blue pareciéndome en una segunda instancia un bello y brillante homenaje a dichos relatos por su peso dramático, complejidad narrativa (donde se busca siempre la conexión del robot con la humanización o alguna metáfora existencial) y su giro de tuerca. De uno de los directores más experimentados en cuanto al rubro, Robert Valley, la adaptación de Gelatt viene del cuento corto del autor de SF y astrofísico Alastair Reynolds (activo desde el 2000), centrado en una figura robótica que usa la pintura y las artes plásticas como manera de expresión para resumir su sentir y conocimiento sobre el cosmos, llegando a través de los años a una final reflexión que será representada en vivo a través de su última gran obra. Si bien la técnica animada luce más clásica, el peso narrativo, su desarrollo, tono de crítica hacia la superficialidad de la sociedad y conclusión lo hacen para su servidor la única verdaderamente “joyita” de este experimento (apenas bien librado) de Netflix.