Peanuts the Movie: Nostalgia que entretiene a chicos y grandes
Han pasado 35 años desde la última vez que un filme de Charlie Brown, Snoopy y compañía se proyectara en la pantalla grande y para esto Blue Sky Studios echó mano de toda su experiencia y habilidad técnica para lograr lo que muchos consideraban casi imposible, que era convertir estos entrañables personajes del 2d al 3d y hacer una cinta sobres estos cuya duración fuera igual o similar a los 90 minutos. Así que con bombo y platillo el estudio nos trae el Décimo filme en su trayectoria, en el cual me complace decirles que logró superar todos estos obstáculos de manera satisfactoria.
Para los que no han visto una película de este personaje o haya tenido la oportunidad de leer sus tiras cómicas, Charlie Brown es un niño al que todo le sale mal en la vida pero esto lejos de desanimarlo o minar su estado de ánimo, sólo lo impulsa a esforzarse más duro. En la película veremos como este muchachito se ve envuelto en cada situación muy divertida que arranca risas tanto a niños y grandes, mientras que de manera paralela su conocido perro Snoopy, le da rienda suelta a su imaginación por medio de una vieja máquina de escribir que usa para narrar la historia de un famoso piloto de la Primera Guerra Mundial y su eterno conflicto contra el Barón Rojo.
La mala suerte del protagonista lejos de ser molesta o una simple burla, es un claro ejemplo que contrasta con los aburridos arquetipos de otras cintas donde los personajes triunfan por cuestiones fortuitas y circunstanciales, dando un enfoque plano y erróneo al fracaso al aborda de manera incompleta ese tema. Y es aquí donde se mantiene la esencia de Charles M. Schulz a través de sus hijos Brian y Craig Schulz y el director Steve Martino; al enfrentar al buen Charlie Brown al fracaso pero al ver esa otra cara que es el aprendizaje y el saber salir adelante luego de esto; detalle del que carecen muchas historias infantiles hoy en día.
El aspecto técnico y visual es donde se reconoce el compromiso con la historia, ya que en lugar de desplegar efectos de CGI muy vistosos y regalarnos planos secuencia dignos de la calidad gráfica de Blue Sky; lo que nos dan es una estética muy respetuosa con el universo que se maneja dentro de la historia y no compite para nada con esta, al contrario la ayuda a lucirse y desenvolverse de mejor manera. Así que cuando vemos a los personajes, hay un toque de 2d y mucha nostalgia en ellos que llenan los ojos de nosotros los espectadores que crecimos con ellos y a la vez logran capturar la atención de los más jóvenes. Incluso en cuestiones de animación, sus movimientos son basados en las cintas de antaño y no en la física real de una persona. Muy bien logrado chicos.
Pero quizás el mayor logro de esta cinta es ver todos los valores que su autor Charles Schulz buscaba transmitir a su audiencia, se mantienen siguen vigentes en una historia que sobresale por si misma sin tener que hacer parodias o referencias a la cultura pop y sucesos actuales. Todo ocurre y se desarrolla dentro de este microuniverso de Peanuts y se sustenta de manera impecable.
En resumidas cuentas:
Peanuts the movie es una excelente opción para toda la familia, si temes ver tus recuerdos de la infancia mancillados y ultrajados como ha sucedido en los últimos años con tanto reboot, puedes estar tranquilo, eso no va a pasar.
Como comentario final y muy personal, esta cinta la disfruté aun más que la practicamente ganadora del año Inside Out por la simple y sencilla razón que es más honesta y sencilla, porque con Inside Out al verla una segunda o tercera vez, el impacto emocional ya no es el mismo mientras que Peanuts mantiene esa misma frescura de poder disfrutarla una y otra vez sin perder ese toque especial. No se ustedes, pero el valor de ver la película una película varias veces es muy importante para mi.