Renfield: Un cóctel terrorífico, cómico y absurdo

¿Qué pasa cuando eres un guionista, ya estás hasta el foco viajando en otro plano estelar, y decides escribir una historia mezclando lo policíaco, el terror, el gore, el drama, la comedia, y tomas como inspiración” Innocent Blood” de John Landis? Probablemente te salga algo como Renfield, una película acerca de la relación tóxica (esclavo-amo) entre el asistente de Drácula y el famoso conde.

La trama es sencilla: Renfield, el asistente de Drácula se encuentra en busca de víctimas para alimentar a su amo. Para ello, ingresa a un grupo de autoayuda para personas con relaciones codependientes con el objetivo de, en una especie de “redención” (derivado de la culpa por ayudar a Drácula a matar a gente inocente), asesinar a los torturadores de sus “colegas”. De a poco, irá descubriendo que él también tiene una relación tóxica laboral y codependiente con Drácula, por lo que buscará romper esa conexión perjudicial.

Los mejores momentos y chistes de la película son los que giran alrededor de este arco del grupo de autoayuda y de la relación de Renfield y Drácula, ya que aquí la cinta reconoce su naturaleza tipo de serie B y de comedia sin sentido, jugando hábilmente con los clichés del cine de terror y las vicisitudes de las relaciones destructivas, dando como resultado momentos ridículamente divertidos.

El problema de la película viene con otro arco que tiene un toque policíaco acerca de una policía de tráfico agresiva: Rebecca, y su intento por atrapar al hijo de la familia criminal más poderosa de la ciudad. Aquí es cuando la película se pierde, pues no sabe si tomarse en serio (Bullitt, Heat) o desencantarse más por la comedia absurda (22 Jump Street, Police Academy), mostrando momentos melodramáticos y luego sumamente jocosos.

Eventualmente, las dos historias se cruzan, y es aquí cuando la película batalla por encontrar su identidad, pues la indeterminación de la parte policiaca termina por amarrar el absurdo de la comedia de terror, haciendo que la cinta por momentos se sienta que se está tomando demasiado en serio. No es hasta la fusión completa de las dos tramas y que el personaje de Drácula comienza a tener más relevancia que la película entiende que no se puede así, y que esta mezcla tiene que tender hacía lo absurdo. Es en este punto donde la cinta comienza a descontrolarse (para bien), soltando secuencias gore, humor irreverente, y cerrando de manera estúpidamente divertida su tercer acto.

Dirección inconsciente

Siendo fríos, si bien la historia no es nada del otro mundo, la mezcla de géneros se pudo haber dado mejor de no ser porque la dirección es algo inconsistente (un poco extraño sabiendo que su director creó algo sumamente divertido y deconstructivo como Lego Batman The Movie). La principal falla, notoria en los primeros encuadres de la cinta y causante también del desbalance en tono, es la edición, sumamente apresurada y arrítmica, y que irónicamente comienza a encontrar ritmo transcurrida la mitad de la cinta.

Nicolas Cage nació para ser vampiro

Nicolas Hoult está excelente en su papel de Renfield, principalmente porque su interpretación maneja dos perfiles; tiene que ser un personaje despreciable por su lado demoníaco, pero a la vez delicado por su relación tóxica con Drácula, lo que le da mayor validez y credibilidad. Incluso los momentos serios donde conocemos el contexto de su personaje adquieren más validez gracias a su interpretación. Nicolas Cage es el que más brilla gracias a su actuación como Drácula; la personificación le queda de maravilla y su rol de villano lo ejecuta de una manera correcta. Increíblemente, Awkwafina termina siendo el eslabón más débil de los protagonistas (y en general todos los papeles que están relacionados con la policía y la mafia), producto quizás de que es la parte floja de la historia.

Calificaciones:

Guion: 2.4. Toca premisas interesantes, sin embargo, tarda en embonar el género policiaco.

Dirección: 2.0. Algo floja está parte; la edición es, por momentos, torpe y, por consecuencia, el director no encuentra el balance de géneros.

Actuaciones: 1.5. Cage y Hoult los MVP’s.

Extras: 0.5. Quédense a los créditos; no hay escenas post, pero los fotogramas que transcurren mientras pasan están de lujo.

Calificaciones: 6.4. Serie B decente.

A pesar de sus errores en el balance de géneros y que, por momentos, se toma demasiado en serio, Renfield termina por salvarse porque sus pretensiones no son más que ser una película serie B estúpidamente divertida. Con algunos contratiempos, cumple con ese objetivo.

Haciendo una analogía culinaria, quizás pueden no tener valor nutricional, pueden ser algo empalagosos o no todos los sabores van a encajar, pero su objetivo es únicamente ser deliciosos y generar un festival de sabores en el paladar del consumidor. Bajo esa óptica, si usted lo que busca es únicamente consumir un postre, este cóctel vampiro cómico policial gore es para usted.

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Acerca del autor

El Cine Actuario   @maxpower_ar?s=09   facebook.com/dvclocblog

Actuario/Economista, Amante del Cine, Devoto de Dios, Intuitivo, Curioso, Rockero de corazón, Fanático de los Libros y del deporte de las tacleadas, quesero, colchonero, diablo rojo. "Las estadísticas son la forma en que las matemáticas cuentan las historias" "El arte es una ciencia y el trabajo del critico al igual que el del investigador es exponer sus axiomas y teoremas al mundo" "Estar de acuerdo, en no estar en desacuerdo es saludable"


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