Sacred Lies: Facebook Watch ¿más opciones para mismos contenidos?

¡Ah Facebook! La red social por excelencia. Esa que nos mantiene esclavizados al celular, lo mismo que roba nuestros datos o nos hace cocowash para votar por racistas. En fin, nuestra relación con Facebook es de un amor-odio del que no salimos ilesos. Y sin embargo aquí estamos. No podemos dejar de mirar lo que nos ofrece.

En uno de esos momentos de amor-odio me hallaba cuando de entre toda la publicidad (o vaya usted a saber dónde le piqué), me salió un video sugerido y como andaba yo  haciendo nada de provecho, pues le piqué al video y dije “sorpréndeme Facebook”.

Acto seguido la primera escena: Una chica temblando bajo un puente o callejón, un chico se le acerca y le habla, ella lo mira a los ojos (verdes) y se le tira encima hasta casi matarlo a golpes. Llega la policía y le piden levantar las manos y… ¡oh por Dios!… NO TIENE MANOS. Las tiene amputadas desde las muñecas.

Así comienza Sacred Lies, la serie de 2018 estrenada directamente en Facebook Watch. Protagonizada por Elena Kampouris y Kevin Carroll. De la que según Wikipedia se confirmó una segunda temporada. ¡Vaya usted a saber!

 

Pero a lo que nos interesa ¿de qué va Sacred Lies? ¿Vale la pena verla?

Pues le cuento, la historia es sobre esta chica amputada de la que capítulo a capítulo vamos enterándonos de algo nuevo. Para empezar ella era parte de un culto religioso que era liderado por un hombre que se decía El Profeta y que aseguraba tener comunicación directa con Dios (quien se le reveló con el nombre de Charlie). Este culto residía en un bosque y tenía varias reglas que debían seguirse para mantener la pureza de pensamiento de los integrantes del mismo.

Así, cuando Minnow Bly es detenida se descubre que hubo un incendio en el bosque donde se encontraba el campamento del culto y hubo algunos muertos. La sospecha del incendio recae en Minnow y se le asigna un abogado del FBI para que intente hacerla hablar y saber qué fue lo que pasó pues nadie había sabido de estas personas por más de 12 años, hasta que Minnow es detenida.

Los personajes

La serie está basada en la novela ‘The Sacred Lies of Minnow Bly’ de Stephanie Oakes y si bien no he leído la novela puedo decir que al menos la mayoría de los personajes jóvenes y protagonistas cuentan con un desarrollo que nos permite conocerlos un poco más y darnos cuenta de sus motivaciones, de modo que podamos entender un poco las verdades a medias que nos cuentan.

Minnow es interpretada por Elena Kampouris ya de adolescente y su desempeño es muy bueno, pues es en ella en quien recae todo el peso de la serie y no lo hace nada mal. La transición que va teniendo a lo largo de los capítulos, pasando de la chica ingenua a la chica con voz propia que se abre a la posibilidad de tener amigos y vivir bajo sus decisiones es digno de verse. Una muy buena actuación que te hace correr a Wikipedia para descubrir donde más la has vito o qué más ha hecho.

Kevin Carroll es el Dr. Alan Wilson, un psicólogo forense del FBI que también carga con sus culpas y demonios. Alcohólico en recuperación y de quien iremos también descubriendo de a poco los fantasmas en su closet. Es en los capítulos finales donde este moreno nos saca una lágrima al presentarnos su sufrimiento por medio de flashbacks reveladores que a más de uno lo dejan con la lagrimita colgando peligrosamente del ojo.

Otro personaje muy interesante es Angel Trujillo, una chica latina interpretada por Kiana Madeira que se convertirá en la roomie, mejor amiga y protectora de Minnow a lo largo de su estadía en el centro de detenciones para adolescentes problemáticos. Una joya ver las interacciones entre estas dos, Minnow por un lado con su fe tambaleante hacia todo lo que le fue inculcado dentro del culto  religioso y Angel una ferviente atea que solo cree en lo que la ciencia puede probar.

Del resto de personajes que conocemos, algunos más relevantes que otros, de todos tenemos un background. De algunos, un tanto más melodramático que de otros, pero bueno, es una correccional para menores, no puede estar exenta de drama.

Las locaciones son otro protagonista de buena parte de la serie por tanto flashback. Los bosques de Vancouver le dan esa sensación claustrofóbica al ambiente del culto y la fotografía es muy acertada al momento de presentarnos a detalle todas esas cosas que requieren el uso de las manos que Minnow no tiene. Pero que de alguna forma y dada la terquedad del personaje, hacen que no sienta uno lástima por ella, lo cual es un punto a favor para un buen personaje.

El empoderamiento de moda

Actualmente una serie que trate de una mujer NO PUEDE NO TENER un personaje empoderado. Yo sinceramente estoy en contra de todo esto porque solo es un pretexto para escribir personajes basura con historias enclenques sin motivo (Capitan Marvel por ejemplo). No aquí o no del todo. Cabe señalar que la chica amputada, lo está mucho más que de las manos, lo está del alma. Al darse cuenta que nada de lo que le enseñaron es verdad, es palpable su desasosiego, su frustración, su rabia y al mismo tiempo es entendible el desarrollo del personaje que intenta probar la vida de a mordidas, hasta encontrar el lugar en que ella se encuentra completa, en paz consigo y con los que la lastimaron.

Es así que vemos a Minnow pasar varios estados emocionales que la llevarán a enfrentarse al mundo y a ella misma, a lo que piensa de sí misma, a lo que el mundo piensa de ella y a lo que ella espera para sí misma. Obviamente este despertar trae consigo puertas abiertas, decisiones de vida y por vez primera, tras las rejas, ella se da cuenta que es ella misma quien puede decidir lo que quiere y lo que no. Este renacer de entre su sufrimiento, es lo que le da fuerza al personaje y no permite que la parte feminista sea escupida sin contexto que la sustente, sino que la encausa a una salida muy digna sin forzar de ningún modo el tan malbaratado empoderamiento que nos tienen acostumbrados desde hace unos años.

Este es el tipo de empoderamiento que me gusta. No ese de que solo por ser mujer tienes derecho a que te vaya bien, no… hay que ganárselo, hay que sangrar por lo que vale la pena. El dolor de dejar de creer, de despojarse de falsas esperanzas, de falsos amores, de una vida robada, es palpable en el personaje de Minnow y por ello es que me parece que esta serie vale mucho la pena verse.

Aquí no hay buenos y malos, aquí hay una larga escala de grises como de esas que abundan en la vida misma. Nadie es tan santo como dice ni tan demonio como nos quiere hacer creer. La vida se trata de decidirla y vivir con esas decisiones aprendiendo de ellas.

De eso trata esta serie y sinceramente se las recomiendo. Probablemente no sea lo mejor de lo mejor, pero oiga en Facebook Watch para mí fue todo un descubrimiento. Si la han visto o llegan a verla ahí nos cuentan que les pareció a ustedes.

¡Hasta la Próxima!

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