Tár: Se salva por Blanchett.

El metraje de una película jamás será indicador de su calidad, así, en el caso de Tár, las casi tres horas que se toman en contarte pedazos de una historia ni siquiera se sienten justificadas. Es complejo aterrizar la crítica de esta cinta porque, aunque llega a poner temas importantes en la mesa y las actuaciones increíbles, es contada de forma arrogante y tortuosamente lenta.

Las pretenciosas intenciones del director se confiesan dentro de los primeros 15 minutos, un diálogo grandilocuente en un restaurante sobre la sinfonía que Lydia Tár está por grabar. De ahí en adelante el cambio de escena es inconexo y habrá que leer entre líneas para entender el contexto de las relaciones, propósitos y planes de los personajes que irán apareciendo. Lo primero y más obvio es que Lydia tiene actitudes narcisistas favorecidas por la posición de poder que le da ser un genio musical.

Para ser una película que aborda el tema de acoso sexual, bullying y juegos de poder, no lo hace con suficiente fuerza por lo que se puede interpretar como que presenta una opinión neutral. De dónde vengo a eso le llamamos ¡TIBIO!. No te permite simpatizar con Lydia porque no tiene nada más allá de tener talento musical y una madre que hace lo mínimo, pero tampoco profundiza con las víctimas, los abusos sucedieron en el pasado y solo se refiere a él entre líneas por personajes terciario.

Hay una escena en particular que, por el mismo formato aislada de la edición es muy fácil sacar de contexto: Lydia discute con uno de sus alumnos (obvio en Juilliard), cuando él dice que no le gusta cierto compositor por misógino, ella humilla al muchacho y este abandona la clase. No está magistralmente invitando a cuestionar el valor de una obra, no está ilustrando puntos de análisis sobre separar al autor de la obra, simplemente se pone en modo defensivo condescendiente porque ella sabe lo que es y no le conviene que sus logros profesionales se manchen por sus actitudes personales. La escena dura demasiado para lo poco que quiere transmitir.

La actuación de Cate Blanchett es tan buena que realmente dudas por un momento que su personaje fue real y la película es biográfica, pero a la fecha no hay indicios de ello. Impecable y cargada de significado. El problema no es el “que” es el “como”. No hay un arco, es como si llegáramos tarde a la fiesta e inclusive cuando alcanza su clímax son solo dos escenas de un par de minutos donde en una de ellas le grita a los vecinos.

Como dice la juventud: ª

Director: Todd Field (Little Children)
Escritor: Todd Field
Duración: 2 hr 38 min
Presupuesto: 30 mdd

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