The Nun II: Una conexión más desconectada que Los Avengers

Hay buenos ejemplos a seguir y malos ejemplos a no seguir. Marvel no es un buen ejemplo, y parece que “el universo de El Conjuro” lo está siguiendo. Resulta que desde la primera entrega de El Conjuro, ya se venía perfilando una conexión entre las diferentes historias de los Warren, solo que nos los iban dando en pequeñas dosis y la historia de La Monja es la que ata todos los cabos (alguien que me explique lo de La Llorona, por favor).

Antes que nada, quiero darle una recomendación, pues si usted pretende ir a ver La Monja II, haga un repaso por lo menos de El Conjuro I y II, Anabelle 2 y La Monja I, porque si no las trae frescas va a salir igual de perdidos que yo. Debo de decir en mi favor que, he visto las películas anteriormente mencionadas, sin embargo, todas se me hacen tan parecidas que se me confunden. Aclarado todo esto, vamos a esta nueva entrega del Universo de El Conjuro.

Resulta que en 1959 en un pueblo francés se celebra una misa y el monaguillo va a guardar el vino de consagrar cuando empiezan a suceder cosas extrañas, cosas como que su balón lo anda persiguiendo, el siente que hay alguien por ahí, va y le avisa al sacerdote, están en la iglesia tratando de ver “quien anda ahí”cuando se evapora el agua bendita y de repente, de la nada, el sacerdote se prende en llamas frente a los ojos del niño. Corte. En otro convento, no sabemos bien en donde ni en que momento, vemos a la monja Irene, la llama la madre superiora para que vaya a platicar con otra monja llamada Debra que parece que no se porta muy bien que digamos. La encuentra fumando y ahí, ambas se cuentan sus respectivas historias y todo parecía indicar que ya se conocían, pero bueno, hay que dar contexto.

Creo que el mencionado acto introductorio es uno de los pocos momentos sin intentos de jumpscares, porque pareciera que estamos en una casa de los sustos de cualquier feria de pueblo ya que a cada rato te andan asustando, tanto, que para el quinto brinco (que sucede a los 15 minutos de haber empezado la película) quedas inmune. Entiendo que pretende ser una película de terror pero, hay que meterle mas trama o por lo menos, algo mas entendible.

¿Se acuerdan del Padre Burke interpretado por Demian Bichir, que era el protagonista de la primera parte? Pues o no le llegaron al precio a Bichir o de plano no quiso participar en esta cosa, pues el personaje “muere” entre una película y otra y ahora la Hermana Irene con su cara de “¿y porque yo?” es la mera buena para enfrentar al terrible Demonio Vaalak (o algo así) que a veces es super poderoso y a veces no, depende lo que requiera el guion.

Aunque tiene dos que tres escenas buenas, uno se pierde entre las explicaciones, la información que sale de la nada. Tanto las monjas buenas como la monja mala andan buscando un artefacto que guarda los ojos de Santa Lucia, nadie sabe que poder tiene ni para que lo buscan y cuando lo encuentran, todos, incluyendo el público, no sabemos para que sirven. Suceden asesinatos y a nadie afectan, ni a la historia. Hay personajes ahí solo para asustar y que los asusten. Tiene todos los clichés en ambientación, musica, edición, dirección, es un película de manual. Lo único que llama la atención es que, pretenden que todo se conecte entre si en los créditos finales y hay una escena post créditos que, repito, si no traes frescas las otra historias, no entiendes de que va y aun así, es mas divertida que la primera.

Este universo de El Conjuro pudo haber sido algo muy bueno, se supone que los Warren tienen muy buenas historias que contar pero, entre tan director, uno mas malo que el otro y querer “conectar” todas las historias a fuerza, pues ya perdió todo el encanto y gracia que tuvo en su primera entrega.

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