The Shape of Water: Cuento de Hadas versión Del Toro

The Shape of Water es una película que divide desde su concepción, y es que es la causante de que los alguna vez buenos amigos, Guillermo del Toro y Mike Mignola, se hayan peleado y acusado de robar ideas, pues el protagonista de The Shape of Water, si bien no lleva el nombre de Abe Sapiens, bien podría pasar por su hermano perdido.

Sin embargo eso es algo que a Guillermo del Toro lo tiene sin cuidado (y lo cierto es que la imaginación de Memo da para eso y más), de modo que funge como creador, productor y director de un drama fantástico, de esos que al cineasta mexicano se le dan “rebien“. Digamos que con esta película se mueve como pez en el agua.

¿De qué va?

La historia comienza y termina narrada por uno de los personajes a modo de cuento de hadas. En ella se nos relatan los días en la vida de Eliza Espósito (Sally Hawkins), una chica muda con mucha imaginación, que trabaja haciendo la limpieza en unas instalaciones del gobierno en las que se realizan actividades secretas. Dichas actividades están encaminadas a ganarle la carrera espacial a Rusia pues estamos en plena guerra fría por allá de los 60´s.

Eliza es una chica solitaria en un mundo solitario, donde las únicas personas que se preocupan por ella y que ella quiere son su vecino Giles (Richard Jenkins), un pintor mayor homosexual, y su amiga del trabajo Zelda (Octavia Spencer), una mujer muy parlanchina que hace las veces de intérprete de Eliza pues ella solo entiende el lenguaje de señas en que se expresa.

Un día llega un nuevo ‘asset’ a las instalaciones y Zelda y Eliza son asignadas a hacer limpieza en el laboratorio donde lo depositan. Eliza se percata de que la criatura es inteligente y comienza a tener acercamientos con “él” enseñándole algunas palabras en lenguaje de señas. Sin embargo la carrera del director  Strickland (Michael Shannon), quién es el responsable de toda la instalación y sus experimentos, pende de un hilo al no lograr sacar provecho de la criatura.

Eliza por su parte inicia una inesperada y extraña amistad con la criatura que la llevará incluso a descubrir secretos personales que ni ella sabía que tuviese.

La crítica ha recibido muy bien a la película, en su mayoría los reviews han sido alentadores y ha ganado cuanto premio ha estado nominada (aunque se le peló la mejor película de drama en Los Globos de Oro), sin embargo me atrevo a decir que como mucho se lleva un 3 de 5 estrellas. Es muy entretenida, sí, eso nadie lo niega, pero más bien es melosa, es como un drama fantástico tipo La Bella y la Bestia que se antoja predecible desde el inicio pero sin demasiada emoción. Un cuento de hadas ya conocido.

Ahora bien, esto es un cuento de hadas para adultos, la clasificación R no es gratis y es que Eliza no es precisamente una princesa ingenua; en su vida rutinaria no falta la masturbación diaria, por ejemplo, o salir con su amigo gay a conseguirle hombres. Esta es una chica cuyo único impedimento es ser muda, pero conoce el mundo, lo vive, lo experimenta.

En algunas entrevistas Guillermo ha dicho que en efecto es algo tipo la Bella y la Bestia pero sin la transformación de esta última. El menciona que el amor es justamente la aceptación de la persona tal cual es, sin transformaciones milagrosas, lo cual es de aplaudirse porque  estamos acostumbrados a ver los cuentos de hadas en que el príncipe es sapo, feo o pobre y al final se descubre como el bello mancebo que toda muchacha desea, hermoso, valiente y billetudo, y eso es algo con lo que Memo no está muy de acuerdo.

Otra cosa que no se le escapa es el toque político-racial de algunos diálogos, y es que al estar ambientada a principios de la década de los 60’s el tema de las mujeres explotadas, la homosexualidad, el racismo, el acoso, todos están presentes de una forma u otra permitiendo que distintos grupos se sientan identificados con alguno de los personajes. Porque ya sabe, hay que ser políticamente correctos o te caerán cual vampiros a la yugular.

Y hablando de los personajes…

Se nos dice poco de ellos, solo lo necesario para formarnos una idea de su relación con Eliza, pero las mayores interrogantes vienen de la criatura misma (Doug Jones), pues no sabemos cómo lo atraparon, ¿de dónde viene? ¿Cómo es que llega a la bahía donde según lo atrapan? ¿Es el único de su especie?… nada, pero poco a poco vamos descubriendo su belleza y su naturaleza. Personalmente tengo que alabar la decisión de Guillermo sobre usar un traje sobre la captura de movimiento, una formidable labor donde podemos agradecer que nuestra criatura acuática no se vea falsa o animada con CGI… sino solo el precioso trabajo de maquillaje y uno que otro toque digital para engrandecer la brillante actuación de Doug como el anfibio.

Y como en todo cuento de hadas, Eliza no está sola, y en este cuento hay dos acompañantes. El primero es Richard Jenkins, personaje cómplice y vecino, un hombre mayor que ve cómo la tecnología le roba los trabajos a las personas y que vive junto a Eliza su vida solitaria marcada por su homosexualidad de clóset. Al igual que ella vive en la parte alta de un viejo cine, donde entre películas clásicas y pasos de tap, a,bos son la pareja perfecta de almas incomprendidas.

El otro personaje es para Octavia Spencer, la confidente, mejor y única amiga. La que le guarda su lugar en la fila del reloj checador, la que la aconseja, reprende y ayuda cada vez que puede. Esta mujer es como su hada madrina y ayudará a Eliza en la más loca aventura que hayan emprendido juntas.

Michael Shannon es Strickland, el villano de la historia. Un hombre arrogante y despiadado a quien no le gusta perder ni cometer errores y hará lo imposible por subir en su carrera teniendo que pasar por encima de quien sea y haciendo lo que sea necesario para demostrar su valía al gobierno que en plena guerra fría no permite que un solo error sea cometido.

Y por último tenemos a Michael Stuhlbarg como el doctor Bob Hofstettler. Un personaje muy interesante que desempeña un papel fundamental en la aventura de Eliza. Es un hombre bueno que debe realizar los experimentos necesarios para que la criatura se convierta en el arma que los norteamericanos están esperando y eso lo lleva a cuestionarse si el triunfo es más valioso que una vida, así sea la vida de una criatura de especie desconocida.

Tal como Guillermo mismo dice, esta es varias películas en una y si bien tiene toques de fantasía, también los tiene de drama y comedia así como de thriller de espionaje. De modo que los elementos están ahí, tanto fantásticos como de ciencia ficción aderezando una versión diferente de la Bella y la Bestia o mejor aún… El Monstruo de la Laguna, cinta que según el cineasta tapatío, le ha servido como inspiración  dentro de su gusto por el cine de monstruos y/o de terror.

Es justo mencionar la labor técnica y el excelente uso de la luz que resalta de manera importante los detalles de la ambientación; el decorado desgastado de un departamento viejo, enmohecido y aún así elegante. El trabajo de iluminación le da ese toque retro que evoca a las películas viejas y te transporta de tal manera que pareciera que de un momento a otro Humphrey Bogart aparecerá por una puerta. Lo mismo pasa con las escenas filmadas en blanco y negro. Personalmente creo que la fotografía en blanco y negro es la mejor y el bello trabajo realizado por Dan Laustsen es digno de premio. Basta la escena de baile  para entender la importancia de los detalles de iluminación. Es un deleite visual .

En fin, la película es entretenida, sin embargo por algún motivo me quedé con la sensación de que algo le faltó. Y es que siento que lo que me la arruinó es que es muy predecible todo el asunto. Ahí radica para mí el que más que otro género, esto sea un cuento de hadas (o monstruos).

Pero no me crea ni se deje llevar por lo que los demás decimos, juzgue usted mismo, pero si bien lo de Guillermo son las historias fantásticas, ésta no tiene nada que ver con el Laberinto del Fauno donde la fantasía se relegaba a la interpretación adulta de una niña que imaginaba cosas para escapar de los horrores de la guerra, aquí no hay tal cosa, aquí la fantasía existe y la acepta o se sale de la sala, porque la fantasía… es Real.

No olviden que es categoría R para que por favor no metan niños a las salas o sino tendrán que explicarles no solo sobre el sexo, sino también sobre el sexo interspecies.

Sobre aviso no hay engaño.

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