TOP 20: Las mejores muertes en el cine (1 de 3)

La muerte es un tema recurrente e inevitable para la raza humana, la cual ha sabido en ocasiones rendirle un homenaje y admiración con sus muchas, diversas y pintorescas festividades, costumbres y tradiciones sociales, pero también tenerle un cierto respeto y temor gracias a sus amarillistas medios o sus hasta cierto punto bizarras forma de llevar a cabo su proceso. El arte también juega un papel importante en este eslabón clave en el ciclo de su vida, pues a través de sus diferentes corrientes, la defunción se ha visto expresada de un sinfín de maneras, desde lo abstracto hasta lo grotesco, desde lo estético hasta la mofa y en el cine, desde lo más estúpido e inverosímil hasta lo más solamente y trascendente.

Como bien se dice, algunos mueren para convertirse en leyendas, y el cine es una perfecta plataforma para que un personaje se vuelva perdurable; ya se trate de un héroe o un antagónico, de un secundario o un hasta un extra o stunt, la manera de plasmar la muerte desde el proceso creativo, el guion y hasta su dirección y actuación encausan este extraño y glorioso fenómeno de éxtasis emocional y visual.

Su cazarrecompensas sabe que hacer un TOP 20 sobre este tema es particularmente difícil… para cualquier mortal ¡Pero no para El Fett! El cual se ha dado a la tarea de intentar satisfacer su asidua lectura y gusto por el cine con un especial de rankings en honor a la muerte ¿Cuáles son las mejores? ¿Y las más ridículas? ¿Y las que debieron ser? Iremos desglosando en estas semanas las mejores y peores muertas del celuloide. Empezaremos con el positivismo y con las mejores 20 en su primera parte, donde tenemos desde vaqueros hasta ácidos villanos, pasando por moralinos militares hasta estrellas de la pornografía. Veamos los primeros 6 lugares con un bonito bonus

Bonus. Mufasa (James Earl Jones, The Lion King, 1994) Bambi´s Mother (Paula Winslowe, Bambi, 1942)

Tipos de Muerte: Fratricidio y asesinato por arma de fuego

Si de algo nos podemos percatar en el mundo cinematográfico, es que a Disney le encanta traumatizar chiquillos retratando ambientes caóticos, disfuncionales, problemáticas y conflictivos dentro del sagrado círculo familiar y en este particular caso, perdida prematura de las figuras paternales de forma híper violenta estilizada gracias al formato. Aquí sobra si Blanca Nieves, Mowgli, La Cenicienta, Aladdín, Andy, Nemo (Pixar también le entra), La Sirenita o Tarzán son huérfanos, si Mulan tiene tendencias de macho o si a las princesas se les ve un prominente escote (Sin contar los mitos a variadas referencias sexuales escondidas entre los dibujitos), la verdadera contusión mental para el escuincle se dio cuando un padre de familia fue asesinado por su propio hermano mientras el primogénito del difunto es culpado o bien, dejar a un pobre ciervo vagando en el bosque después de que un cazador furtivo asesina a su venada madre.

Quizá el verdadero mercado de Disney sea el padre o la madre de familia, los cuales llevando al cine a sus hijos pueden prepararlos para que se pierdan en el bosque o en la sabana africana por si las muerte los llega a alcanzar tempranamente al ritmo de ¡Hakuna Matata!

20. Dickie Greenleaf (Jude Law, The Talented of Mr. Ripley, 1999)

Tipo de muerte: Asesinato pasional

Trepidante thriller lleno de suspenso donde un impostor de poca monta se hace de la identidad del pobre y exasperante difunto para poder trepar en la escala social. Lo destacable de esta muerte no es la tensión sexual entre los dos inmiscuidos en este crimen, tampoco el ritmo hipnotizador del film del también finado Anthony Minghella, sino simple y sencillamente esas ganas desmedidas por acabar con la vida de un ente altamente desesperante, tan frívolo e infame que uno llega a apoyar, incitar y a echarle porras desde el otro lado de la pantalla a un también enfermizo y lacra de la sociedad Mr. Ripley para acabar con su amor platónico homosexual de una vez por todas, proceso el cual comienza con un certero trancazo en la cabeza que le puede causar hipocondría a quien sea.

No por nada solo a Jude Law le dan los papeles de persona odiosa con acento británico (Mi musa cree que es el actor más infumable e insoportable sobre la faz de la tierra). Lo justo y sin agravio personal sería preguntarse ¿Debió Jude Law acabar su carrera ahí mismo con todo y su personaje? Su filmografía consecuente nos lo sigue confirmado.

19. Butch Cassidy / Sundance Kid (Paul Newman / Robert Redford, Butch Cassidy and The Sundance Kid, 1969)

Tipo de muerte: Fusilamiento

Tal vez la película más divertida del género western gracias a la química entre los dos protagonistas, los cuales se pasan tres cuartos de metraje huyendo de un legendario y desconocido antagonista de nombre LaFours (Con una muy divertida referencia en la película Mallrats de 1995) y su terrorífica comitiva, después de que los dos fiambres bandidos roban de ida y vuelta un tren lleno de morlacos. El sentido de la muerte está implícito en todo el film ¡Todos sabemos que van a morir! Pero a estos dos trúhanes no les importa un carajo y bajo un excelso guion y una hábil dirección, hacen mofa de su situación mientras improvisan (tal y como pareciera el ritmo y libreto del mismo film) una odisea que va desde el salvaje oeste hasta Bolivia, país en donde conocerán su último destino en las manos de todo el ejército boliviano.

Sin duda los diálogos antes del fusilamiento y ese congelamiento de imagen prescinden de cualquier otra imagen que se hubiera sentido ajena a la elegancia y tono del film. Un legendario final para esta pareja inolvidable.

18. Sgt. Elias (Willem Dafoe, Platoon, 1986)

Tipo de muerte: Traición y acribillamiento posterior por la espalda

Si nos ponemos a hurgar en la carrera de este intermitente actor, este quizá sea el único recordatorio de que también es capaz de actuar de un sinodal heroico y bondadoso y en su proceso, terminar hasta con nominación al Oscar. Sin embargo, lo verdaderamente relevante en el papel de un sargento drogadicto con altos códigos éticos y morales durante la guerra de Vietnam, no fue su pinchurrienta mención en los premios de la academia, sino haber plasmado en su manera de morir una de las secuencias más memorables y recordables dentro del género bélico y del cine en general, siendo también el detonante del conflicto existencial de un muy joven Charlie Sheen aún sin tanto alcohol y estupefacientes encima. Una escena legendaria y de gran carga emocional y hasta espiritual en el film autobiográfico (no oficial) de un ex combatiente de dicha guerra: Oliver Stone (Que se metió en algunos problemas por el mensaje de crítica en la cinta hacia las fuerzas armadas norteamericanas)

Algo si es seguro, y es que Dafoe resucitó a los 2 años según las escrituras para ponerse a las órdenes de Martin Scorsese para representar al Jesús más bizarro de todos los tiempos ¡Y que lo crucifican!

17. Little Bill (William H. Macy, Boogie Nights, 1997)

Tipo de muerte: Suicidio

Que bella puede llegar a ser la muerte en manos de un genio artístico tan brillante y tan versado en el lenguaje cinematográfico, que puede convertir incluso a un suicidio en algo memorable desde el punto de vista meramente audio visual y en función con el tono de su historia. El primer gran film de P.T.A. en donde el autor comienza a patentar esos exquisitos planos secuencia, en esta ocasión, para que través de Little Bill se proyecte la decadencia en la cual un grupo de individuos agremiados a la empresa pornográfica tiene un retroceso humano en un ambiente utópico y de desintegración entre ellos mismos y hacía con el mundo exterior. P.T.A. prescinde en esta escenificación de sus protagonistas con un realismo y crueldad tan honesta como espeluznante y tres minutos de belleza cinematográfica servida para un crimen pasional y un certero balazo de la boca hacia la pared con un solo personaje como eje de su cámara son suficientes para ejemplificar esto.

Los sentimientos y las emociones se reflejan, no hay concesión para una escena sincera y tan veraz en donde el inmiscuido solo tiene que sonreír hacia su grupo social como diciendo -“He terminado”- ¡Eres The Master P.T.A.!

16. Emil M. Antonowsky (Paul McCrane, Robocop, 1987)

Tipo de muerte: Grotesca y total destrucción

Tremendamente brutal, pues no por nada la película de Verhoeven es una de las piedras angulares de la violencia en el cine y del palomero ochentero (Mi más sincero pésame con el remake que se viene). Aquí la progresista muerte toca turno a un secuaz antagonista que tiene la desdicha de primeramente ser bañando en un ácido que le deforma y le pone como gelatina todo su cuerpo, solo para segundos después ser arrollado y literalmente desintegrado por su mismo villano mandamás. Un poco de gore siempre es bienvenido cuando este es bien utilizado por el maestro estético de la violencia Verhoeven, que logra superarse con cada secuencia en este clásico policiaco de acción y ciencia ficción; por esta razón he decidido poner esta inquietante gelatina de sangre y carne humana despedazándose en este ranking sobre también la legendaria escena de la masacre y muerte del oficial Murphy (Que consecuentemente resucitaría en el robótico y querido héroe).

¡A comer carnita con salsa! ¿Veremos estas magistrales salvajadas en la nueva versión? Ni lo piensen.

15. Walt Kowalski (Clint Eastwood, Gran Torino, 2008)

Tipo de muerte: Asesinato

Lo acepto, no soy muy adepto a este film que incluso en su momento me pareció una mala broma de Eastwood en forma de auto homenaje. Sin embargo al pasar de los años y aunque sigo renuente a aceptar un ejercicio simbólico de un supuesto retiro y con una narrativa predecible durante casi todo su metraje, no puedo negar la excelente maniobra en su giro argumental donde Clint, a pesar de repetir y repetir el mismo personaje a través de toda su carrera (Discúlpeme maestro, pero es mucho mejor director que actor estereotipo), se brinda un excelso homenaje en lo mismo que he criticado: una muerte simbólica de su eterno y legendario personaje frente a una gran secuencia con los elementos histriónicos (la pistola y la puntería) y narrativos (el vaquero frente a sus múltiples enemigos) que lo caracterizan.

Lastimosamente Eastwood, como adicto sin rehabilitación, regresó a la actuación con su mismo personaje 4 años después, dejando en cierta parte de lado este ejercicio que de no ser por su necedad a estar frente a las cámaras, quizá hubiera alcanzado un mayor culto del que ya tiene ¡Maestro, ya quédese en la silla de director que las arrugas ya hasta se le andan cayendo!

Seguiremos con este especial, mientras tanto ¿Qué muertes creen que merezcan un lugar en este top?

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett