Venecia 2018: Natalie Portman y su bella voz hipnotizan a La Biennale
Y que mañana empieza el Festival de Toronto y que La Biennale se queda con la mitad de su afluencia, suficiente para seguir sacando los colmillos, abuchear y/o aplaudir a las competidoras en una séptima jornada muy musical, pero también manteniendo una tensión y tendencia en la capitulación de variadas decepciones.
Por ejemplo, la del alemán Florian Henckel von Donnersmarck, confirmando otro de esos casos donde el “burro tocó la flauta” cuando ganó el Oscar por la fantástica La vida de los otros ¿O será que Hollywood le causó un daño irreversible cuando dirigió la patética The Tourist?. Sean peras o manzanas, la realidad es que el cineasta ha presentado un metraje de tres horas infumable, un pinche “novelón” que se titula Clone Obra sin autor, y que aborda la vida de un pintor desde su infancia en la Alemania nazi, hasta su escape consecuente de la Alemania de Oriente para encontrar su “expresión y libertad” artística. La Mostra no mostró piedad alguna, tachándola de melodrama barato ¡Otro Knock Out!
Y otros que no gustaron del todo fueron nuestros amigos de Argentina con Acusada de Gonzalo Tobal, thriller que medio se basa en el caso real de Amanda Knox, norteamericana que fue acusada del asesinato de su “roomate” en Italia, causando uno de los juicios más mediáticos de los últimos años. Ahora en Buenos Aires, una joven es brutalmente asesinada, siendo su su mejor amiga la única sospechosa del crimen, historia que la media aprovechará para subir sus ventas y ratings. Hay cierto desde su perspectiva y crítica hacia los medios de comunicación, pero en general la crítica la consideró un producto indigno de ser seleccionado, con un formato más televisivo que fílmico ¡Que mala pata boludos!
Y por último llegó la Reina Natalie, que vuelve a robar cámara dentro y fuera de Vox Lux de Brady Corbet, un drama musical que tiene la particularidad de contar con las canciones y composiciones de Sia. Portman aquí interpreta a una “pop star” que ve dispararse su fama a raíz de dos eventos: el primero, ser una sobreviviente de un atentado de más joven, y el segundo hacer una presentación en el funeral de las víctimas de otro atentado con armas de fuego. A pesar de que hubo algunos abandonos y abucheos, en general las buenas críticas y aplausos prevalecieron por su equilibrio dramático y el intenso abordaje al tema de uso de armas y atentados, alabando en particular la presencia y actuación de Portman ¿Aplicará otra Cisne Negro? Puede que en el término actoral triunfe, pero el impacto general de la película parece menor en comparación de otras favoritas.
Y con la recta final ya en puerta, mañana se estrenan 22 July de Paul Greengrass y Nuestro tiempo de Carlos Reygadas