Venecia 2021: El poder femenino entierra a las Dunas de Villeneuve
Ya lo veníamos pronosticando meses atrás, y es que con declaratorias (o justificaciones) de sus actores un poco desafortunadas, más ese halo de misterio “maldito” en torno a su adaptación, Dune de Denis Villeneuve terminó más por decepcionar que gustar. No podemos decir que es una cinta mala (dista de serlo), pero la pretensión desmedida en torno a su producción terminó por ser lo que la crítica (y claro, Cinescopia) auguraba: un cúmulo de estética avasallante carente de ritmo y en donde su narrativa nunca alcanza los tonos de emoción ni el desarrollo para equiparar tanta vistosidad. Al final pues, esta versión de Dune quedará como la mejor en el cine (lo cual no era díficil de lograr) ¿pero a qué costo?
Dentro de la selección oficial las buenas noticias siguen con un paso perfecto dentro del gruso de la crítica. La tan esperada biopic de Lady D a cargo del chileno Pablo Larraín y protagonizado por Kristen Stewart ha removido fibras sensibles, creando una reiterativa pero eficaz “Diana” repleta de complejas emociones y empátía brutal tanto en su construcción como actuación, que es lo mínimo que se espera al hablar de una de las figuras femeninas más mediáticas e influyentes en la historia moderna ¿Hay algo entonces que diferencie a Spencer de todos los demás relatos documetales y/o televisivos? Si, y es ese tono intrspectivo que Larraín sugiere, invitando a la audiencia a un momento específico y apretando los hilos para progresivamente crecer su dramática tensión. Parece que el chileno al menos mejoró lo ya hecho con Jackie
A Spencer la podremos ver en cartelera antes de que termine el año.
Por último llegó la ópera prima como directora de Maggie Gyllenhaal, The Lost Daughter, un thriller psicológico sobre la maternidad que sorprende gracias al “riesgo”, perfectamente narrado y estructurado a través de sus muy interesantes personajes (y actuaciones), en el que incurre su directora para romper el arquetipo de la figura “madre” y llevarlo con naturalidad a situaciones tan reales como subversivas, llenas de sensualidad, empoderamiento, drama, suspenso y por supuesto: realidad. ¿Lo mejor de esto? Que nada se siente forzado, y que para ser un debut en el banquillo se siente como si Gyllenhaal ya tuviera 10 años dirigiendo. Un cast envidiable: Olivia Colman, Dakota Johnson, Peter Sarsgaad, Jessie Buckley y Ed Harris engalanan el debut de Maggie.
Vamos con paso perfecto en Venecia ¿Qué sigue?