Venecia 2024: El Super Fantasma y la cazadora de Aliens
¿Han sentido que Venecia ya es una antesala de Toronto y de los Oscar? ¿que de un par de años para acá parece una colonia fílmica para que Hollywood se surta de sus nominados en las próximas entregas? ¿qué ha perdido cierta identidad en comparación con Cannes, Berlín y hasta Sundance? Pues si no es así y yo soy un pinche pesimista chiflado, vaya que la inauguración de la 81a Biennale quizá fue solo un evento casualmente muy “hollywoodense”.
La cinta de apertura del Festival de Venecia corrió a cargo del regreso de Beetlejuice de la mano directiva de Tim Burton que, aunque no aporta nada a lo ya antes visto, de repente deja ver a un Burton un poco más relajado y volviendo afortunadamente a sus orígenes. La segunda parte en lugar de sentirse como un refrito afortunadamente se siente como una extensión de los eventos de su primera parte, y en donde el director y su cast aprovechan la tecnología actual para dar rienda suelta a una aventura con muchos más elementos y personajes en una otra mezcla de oscuridad y humor ácido. Nada fuera de lo común, pero da gusto ver de nuevo a este Tim Burton, no tan original, pero al fin y al cabo muy disfrutable.
La nota también la da la legendaria Sigourney Weaver al recibir el León de Oro honorífico en una ceremonia en donde hasta su padrino James Cameron hizo acto de presencia por medio de la tecnología, uniéndose al elogio bien merecido para esta veterana y talentosa actriz, nuestra eterna Ellen Ripley, quizá la mejor heroína de ciencia ficción y acción que haya dado el cine (con perdón para Sarah Connor).
Mañana en Venecia habrá duelo sudamericano cuando comience la Selección Oficial a presentar a sus competidoras. Por un lado el chileno Pablo Larraín y su “María”, y por el otro el argentino Luis Ortega y su “Kill the Jockey”
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