Blue is the Warmest Color: Mucho sexo de tijerita no es buen cine, es soft porn lésbico

Hace ya tiempo que quería hablar sobre este pretencioso film, y es que la verdad no lo había hecho por que no se me había bajado la calentura por ver más de 30 minutos de sexo lésbico en un metraje de casi 3 horas ¡Como lo oyen! Sexo lésbico al por mayor con dos francesitas bien chulas y bien formadas que me transportaban a aquella época en la que su cazarrecompensas era un puberto todo hormonal queriendo explorar su sexualidad buscando soft porn en los canales Golden o The Film Zone e incluso cazando las chichis de Brooke Burns cuando E! tenía menos restricciones que el canal Play Boy con un programa llamado Wild On (Cuando si era salvaje) ¿Lo recuerdan? Que buenos tiempos aquellos.

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Bueno, ya hablando en serio (Aunque es cierto ¿Lesbianas francesas re buenas en escenas bien candentes?), la anterior mención la hago entre los límites del sarcasmo y la realidad, mismos que tuvieron que haber tenido todos los miembros del jurado en Cannes al nombrar a esta cinta como la ganadora de la Palma de Oro en su más reciente edición.

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Basada en la novela gráfica de Julie Maroh y dirigida controversialmente por Abdellatif Kechiche (Acusado de voyerista y tirano por una de sus musas protagonistas), la también llamada La Vida de Adele parte 1 y 2 resulta para el cinéfilo no más que un manojo de secuencias sexuales enmarcadas en un contexto totalmente convencional y sin ningún aporte narrativo que la diferencié de ser un producto 100% erótico y morboso, el cual trae a colación la credibilidad de un Festival de cine que a través de su historia se ha presumido como el máximo referente de la calidad cinematográfica, pero que desgraciadamente en las últimas épocas ha reflejado intermitencias barbáricas debidas principalmente a la elección de sus jurados y que a la postre desembocan en cintas como estas, pretenciosas, planas y alborotadoras sin justificación de su supuesta “superioridad” artística.

 

Capítulo 1 ¿Melodrama 2.0 o cine de arte?

La dirección de Kechiche se torna peligrosa al manejar extremos visuales y narrativos. Por un lado tenemos durante la primera hora de metraje una introducción ágilmente desarrollada donde la personalidad de Adele se delimita tanto física como emocionalmente, factores necesarios para el funcionamiento de una historia como esta y que el cineasta comprende a la perfección dotando a su actriz y a este primer acto de un contexto erótico que no restan calidad narrativa y que hacen lucir la capacidad histriónica de su heroína, la cual en carne de la joven Adele Exarchopoulos vislumbra belleza y naturalidad.

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Sin embargo y a pesar de su hábil relato, la cinta en su primer capítulo (Kechiche segmenta y obvia propositivamente 3 capítulos, no 2, a través de su montaje, uno para cada hora de metraje) no es más que una versión mejorada de cualquier melodrama televisivo; Kechiche engancha a su espectador explotando el primer conflicto de “salir de closet” y aceptarse así mismo congeniando a este con ciertos pasajes eróticos que prometen desplegar el crecimiento, la madurez y la sexualidad de su protagonista, pero no va mas allá, su planteamiento no lo permite y su objetivo se plasma en una historia de la perdida y el encuentro de la identidad sexual bastante convencional auspiciada por su innegable calidad directiva proyectada en la química con su joven actriz de sobresalientes tablas. Aun así estos elementos son lo suficiente para aceptar la invitación a su segundo capítulo.

 

Capítulo 2 ¿Soft porn o manual artístico lésbico?

Aquí es cuando el problema surge y me permitiré entrar en el vulgar albur con su permiso (Como buen mexicano que soy), y es que la cabeza principal se nubla automáticamente cuando la segunda (Y no menos importante) toma ante la proyección el control de la mente, de la objetividad y del sano juicio crítico de cualquiera. Aquí no importa si uno es hombre, mujer, heterosexual u homosexual, el director se funde e impone al espectador una literal marejada de Kama Sutra lésbico y hartas posiciones de tijeras, gemidos y pujidos, nalgadas y cuerpos desnudos que denotan el segundo objetivo de relato y planteamiento de su capítulo: el asentamiento y descubrimiento sexual de su heroína en manos (Y muchas otras cosas más) de un complemento histriónico a su altura (Una potente Lea Seydoux, responsable de las acusaciones hechas hacia su director), pero para efectos artísticos ¿Tanta salvajada es necesaria?

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La respuesta es no. El segundo capítulo se deja sentir sobrepasado y adepto al puro morbo (Aquí es donde se podrían juzgar las declaraciones y quejas de las actrices como ciertas, donde Kechiche las hacía repetir la secuencias sexuales una y otra vez). Si bien la naturalidad se refleja de sobremanera, la supuesta “complejidad” de la historia se torna en un ejercicio estético sexual que, gracias a la pericia del cineasta, se siente como un videoclip porno de cualquier pinchurriento canal de media noche solo que mejor dirigido y con mayor credibilidad en los actos. Los elementos narrativos a su alrededor muestra a su heroína en un despliegue liberador ante la sociedad poco creíble que no solo reducen su calidad interpretativa, sino que la dejan en este lapso posicionada como un simple objeto, lo cual nos remitirá “justificadamente” a su tercer y último capitulo.

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Si bien Seydoux luce en algunos momentos debido a que es su turno para estructurarse, tampoco podemos mencionar su actuación como algo memorable, quedándose en la línea de lo que el director pretende: llenar un poco más de 30 de 60 minutos de pura acción desenfrenada entre las sabanas y diálogos sacados del manual del enamorado, con la “novedad” de que estamos ante un relato de corte homosexual ¡Bravo! ¡Magnifico! Sr. Director, déjeme echarme un balde de hielos y proseguir  con su predecible tercera sección

 

Capítulo 3 ¿Y eso fue todo?

Corte a: las chicas viven juntas, una es una artista y la otra el ama de casa, una disfruta de su independencia y la otra sufre con su codependencia, una vive su sexualidad abiertamente y la otra aún no puede liberarse por completo escondiéndose de sus círculos sociales resultando en una íntima soledad que Kechiche usa para detonar el segundo y predecible conflicto, solo que esta vez pierde esa agilidad de su primer capítulo, dejando de lado el erotismo y la sexualidad para centrarse en el encontronazo emocional de la pareja que terminará como todos ustedes ya saben.

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Un desequilibrio bárbaro y extremista que se refleja en una conclusión melodramática que nuevamente retoma solo la calidad actoral (En especial el enfrentamiento entre las dos, secuencia dura y desgarradora donde Seydoux muestra un desplante histriónico sobresaliente) y se rinde al fin a la verdadera planicie que es su relato: Encuentro, me acepto, me enamoro, me pongo paranoica, me siento sola y me quedo sola. Los lazos y el desarrollo de los aspectos familiares y demás relacionales planteados al principio se pierden totalmente y la narración se vuelve lenta y hasta en cierto punto absurda.

A pesar de la técnica visual del director donde los planos raramente traspasan el medio para centrarse en detallar fuertemente la intimidad de sus dos protagonistas, Kechiche no puede obviar su tratamiento tele novelero y su morbo voyerista que al final le han causado no solo el repudio de una de sus musas y críticas sanguinarias después de su estreno, sino también su posicionamiento como quizá la cinta más sobrevalorada del 2013 que Cannes bizarra y hormonalmente se atrevió a galardonar como la mejor de su certamen ¡No me jodan!

 

¿Hay que verla?

No (Al menos que usted sea un adolescente en pleno agasajo hormonal). Este compendio de artimañas visuales, eróticas y sexuales desmiembran el oficio cinematográfico y dejan mal parado al exquisito cine europeo (Haneke, por favor haz algo). La mancuerna actoral es sublime, es cierto, pero no se necesita haber leído la fuente original para reconocer que estamos ante una adaptación mamarracha adepta a los estereotipos homosexuales, al morbo desmedido de su director y a una trama más plana que Keira Knightley desnuda.

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¿Quieren una película sobrevalorada más decente? Vayan a ver American Hustle ¿Quieren una cinta de la misma temática de verdad memorable? Vayan a volver a ver Brokeback Mountain ¿Quieren ver porno lésbico? Busquen en internet ¿Ahí hay mucho no? Para que pagar en el cine por ver de 30 minutos.

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


20 Comments

  • Brooke Burns y Wild On, que recuerdos me acaba de traer a la mente mi estimado, y tantas cosas furtivas que hacia para poder verlo.

    Sobre la película no la e visto aun y ganas no tengo.

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    • A las 11 pm estimado a las 11 jajajajaja
      No la vea, mejor si le gana el morbo busque los clips en algun portal de internet y ya, no da para mas y de seguro ya estan subidos por algun individuo

      Saludos estimado!

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  • Hola, Fett. Cariño, mucho se han comentado las largas y explícitas escenas de sexo que la película contiene, pero no hay en ellas nada de explotación ni de regodeo voyeurista. Están narradas con la misma intensidad, cercanía y naturalidad con que se expone cada instante de la vida de estas dos chicas. Yo sería la primera en salir corriendo si aquí se hubiese hecho una de esas estupideces para los adictos al sexo lésbico como culmen de los imbéciles adictos al patriarcado hétero. Empero, acepto que quizá haya demasiados minutos de eso y de “mostrar”, cosa que molestó hasta a la autora de la novela en la que se basan.

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    • Mi querida Anayansi fijese que esty de acuerdo y no con usted. Por un lado menciona que las secuencias sexuales estan narradas con intensidad, cercania y naturalidad con la que se expone la historia de las chicas ¡De acuerdo!, pero tambien creo que se muestra excesivo y vouyerista y no era necesario para el funcionamiento de la trama en muchos pero muchos aspectos. Por ejemplo, Kechiche pudo complementar y dar mejor solvencia y complejidad narrativa a la vida de las chicas de centrarse un poco en sus elementos externos, sub tramas que abre y nunca cierra como los familiares, amigos o circulos sociales; en cambio, pierde mucho tiempo en mostrar pujidos no cree? Con esto el tercer acto se siente predecible y muy pesado, pues despues de tanta carga visual, la narrativa no se desequilibra , al menos en mi opinion querida

      Le mando un cordial saludo y gracias por comentar!

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  • Me molestan películas como esta que salen a flote mediático porque son morbosas.
    No es por mocho, pero si soy firme en evitar que entre caca en mi cabeza.
    Nop. Yo no veo ese cine presuntuoso y sucio.

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    • Exacto mi estimado! De acuerdo, quienes somos nosotros para quejarnos y no calentarnos de tan explicitas escenas, pero por favor, hay otros medios para el que quiere hacer eso y no el cine. Para mi como usted lo menciona, esto incluso es una falta de respeto no para el ser hormonal, sino para el septimo arte, usando innecesario metraje sexual como elemento mediatico para causar la polemica y uno que otro voto en algunos festivales

      Creo que n esta ocasión los Globos de Oro y muchos otros galardones dieron en el clavo al ignorarla. En lo Oscar esto se dio por un conflicto e fechas, pero aun asi en el año que viene no creo que figure entre las favoritas

      Le mando un cordial saludo estimado! Gracias por comentar!

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  • Cazador si esta película ganadora de la Palma de oro se le hace sobrevalorada es porque que no ha visto El tio Boonme recuerda sus vidas pasadas (gano la palma de oro en el 2010), créame es mejor que no lo haga, bueno,al menos que tenga una paciencia tan infinita como el universo.

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  • solamente un comentario estimado fett, yo vere la pelicula porque me la han recomendado mucho y mucho tambien me han hablado del libro… el uso excesivo de estas escenas no difiere al del uso de excesivas explosiones como el michael bay, o una cantidad desmesurada de accion que no lleva a ningun punto o demas “fillers” usados como soperte argumental en la trama de una pelicula, no se si la pelicula me paresca buena o no, recalco no la he visto, pero si las escenas de sexo ayudan a solventar una trama bienvenidas, solo espero que amen de una critica constructiva, aclares que si para ti estas escenas estan fuera de contexto no es un caso ajeno pues sucede en muchas peliculas donde precisamente se usan este tipo de escenas pero que no terminan de ayudar a contar la historia… vaya que no es sobre el sexo en una pelicula, porque donde me traigan una pelicula con mucho sexo, lesbico, hetero, transgenero, con animales, y trama haga que esto tenga peso y funcione bienvenida… solo que en este particular caso falla… un saludo

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    • Bueno estimado, primeramente creo que esto es una critica constructiva independientemente del tono sarcastico de su cazarrecompensas. La cinta tiene algunas virtudes que mencione sin caer en gustos o excesos, sin embargo como usted bien lo menciona, el director usa las escenas sexuales en exceso tal como Bay usa sus explosiones. Es cierto, mientras estas funcionen para desarrollar, justificar, solventar o ingerir en el contexto narrativo y ayuden al desenvolvimiento de su trama esta perfecto, pero mencione en el escrito que estas se muestran desmedidas y sin raazon e incluso lastiman a todo el desarrollo en especial al primer corte en donde la estructuración de Adele se lleva a cabo

      Como bien menciona, en este caso nos falla. Reitero que es solo una critica, analisis y opinion estimado, sin embargo como siempre decimos en Cinescopia, el debate es una parte bonita y esencial del cine, como lo es con cualquier corriente artistica, asi que nunca impedimos verle alguna cinta. Espero tener su retroalimentación cuando la vea mi estimado que ya sabe que siempre es un gusto contar con sus comentarios y opiniones

      Saludos estimado! Gracias por comentar!

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  • Saludos, Fett. Fíjate que estoy de acuerdo “en parte” con tu crítica. Pero aparte de eso, sólo quisiera decir que esta cinta jamás tendría oportunidad en los óscares, más allá de que por fechas no pudo entrar en la categoría de mejor cinta extranjera. Seamos sinceros: la Academia destila conservadurismo y ñoñez por los cuatro costados y ahí no tienen lugar propuestas arriesgadas y sobre todo artísticas como el filme que nos ocupa y ya clásicos como la japonesa El Imprio de los Sentidos. Solo Cannes y compañía sí se atreven.

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    • De acuerdo mi estimado, ese Oscar es el premio mas sobrevalorado y siempre sera pinta para ser igual de cuadrado (aunque algunos veces ha sorprendido en esa categoria extranjera), sin embargo creo que independientemente que a esta cinta se le haya relegado por problemas de fechas, en esta ocasión no hay comparación al menos con The Great Beauty (que me acabo de aventar antier y espero echarme la critica proximamente) y con la fantastica The Hunt (que de hecho data del 2012 y sufrio lo mismo el anterior año)

      Mi estimado, la verda dy usted lo reconocera, esta francesa dista mucho de la calidad de la japonesa. Cannes es mas atrevido y sigue siendo el referente, pero tambien a veces se saca unas fregaderas debido a su jurado mediocron, como pienso paso en esta ocasión. Ahora que, en cuanto porpuestas arriesgadas habr que siempre instar mi estimado al buen cinefilo y a los amigos a echarle un ojos a festivales como Sundance, Venecia, Berlin e incluso al Tiff

      Le mando un cordial saludo! Gracias por comentar!

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  • Le tengo muchas ganas a la peli, Fett. Si me gusta, volveré por tu cabeza.

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  • Por fin vista, y leido tu texto que, por cierto, es de los más lamentables que he leido desde que sigo Cinescopia (quizás sólo superado por ese donde Palafox decía que la Bigelow hacía propaganda pro-yanki en ZD30). Si crees que la película es puro morbo, es que no has captado porqué las escenas de sexo duran lo que duran o que te has perdido lo verdaderamente importante de la película, que es meternos en el pellejo de Adele y sentir y sufrir con ella el primer amor (que sea un amor homosexual es solo una anécdota).

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    • Mi estimado Rodrigo creo que es de las pocas , sino es que la unica vez que no hemos coincidio e incluso me sorprendio un poco su tono, se ve que le encanto la movie ehhh XD

      Creo mi estimado que lo lamentable es para usted en este caso hablando hacia su percepción de la crítica (Y si, ya es de cada quien, yo solo externo mi opinión) yo le lanzo esta pregunta mi estimado ¿Cree usted que tanta duración en esas escenas es necesaria para proyectar y compartir la intimidad de Adele? Digo yo me hubiera dado con 7 u 8 rosones de tijerita y creame que entendí perfectamente lo que quiso hacer el director, por eso mismo creo que 17 o 18 rosones ya caen en el limite de la redundancia cinematgrafica, llamese repetición, recurso voz off o morbo sexual, es el mismo tema, un elemento constante para rellenar la trama que no ayuda en nada a la narrativa

      Pero bueno mi estimado, es solo mi opinión, le agradezco el debate de esta cinta y creame que si me quede esperando su opinión , que por fin llegó y me sorprendió de grata manera

      Saludos estimado! Gracias por comentar

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  • Había escrito un comentario y no se envió ¬¬
    En resumen, me había molestado un poco la crítica porque había intuido en ella cierto espíritu censor que es enemigo del arte.
    Respecto a las escenas de sexo, son claves para mostrarnos la atracción sexual que hay entre Adele y Emma (que le dan sentido a la escena en el café) y para mostrarnos cierta evolución en la relación, como en aquella escena donde Emma pasa por el típico “no tengo ganas”, que sería el comienzo del fin de la relación.

    Un saludo y los seguiré leyendo atentamente 😛

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