La “piratería” es una resistencia social

¿Cuál es el sentido esencial de hacer canciones a día de hoy?

La resistencia; ese es el tema. La música es muy poderosa porque siempre será un foco de resistencia. La gran industria del ocio ha tratado de fagocitar la música popular, sabedora de que el mundillo del arte, de la creación, es difícilmente capaz de sustraerse al individualismo feroz. Pero no lo ha conseguido del todo, siempre habrá una parte de la música que sea consciente de su capacidad de resistencia.

Nacho Vegas en una auto entrevista…


 

La música como el cine son manifestaciones artísticas, son manifestaciones de colectividad en contra del individualismo y el consumismo feroz. Lo dice un gran conocedor de la industria de la música y uno de los grandes letristas en español de la última década: Nacho Vegas. El individualismo como filosofía que va de la mano con el consumismo nos ha hecho creer que las obras artísticas (canciones, películas, etc.) son una forma de objetos; productos que supuestamente tienen un precio y que uno como “consumidor” tiene el “derecho” o más bien la “obligación” de pagar por algo que no se puede asir. Nada más alejado de la realidad.

El cine como las canciones tiene una propiedad inasible, es decir son obras colectivas que por su propia naturaleza no son capaces de ser, malamente puestas, para el consumo, como si fuera una manzana o una camisa etc. Ya lo decía otra grande letrista del rock nacional, José Manuel Aguilera en su libro Estambul (su primera aproximación como escritor literario): “en la red, la música ha regresado a ser lo que siempre fue: una sustancia inasible”.

Y de esta manera, las películas adquiridas de la red, no tienen propiedad, no son objetos cuyo valor radica en tenerlas para verlas como si fuera una propiedad objetal de uso individual. Las películas no se gastan, las películas al verlas no le robas la esencia y tampoco pierden su hermosura, mensaje o espectacularidad con el hecho de percibirlas por medio de la red y ponerlas cuantas veces quieras para tu puro gusto.

La mal llamada piratería, es una resistencia social, es una forma de devolver la sociabilidad a un arte en vías de fomentar valores como: familia, congruencia, resistencia, empatía.

El asistir al cine se ha vuelto elitista y esto conlleva que una persona busque la adquisición de su disfrute en un espectáculo o un arte, independientemente de los medios, lugares o formas como adquiera esta actividad lúdica.

En tiempos distopicos – orwellianos y su relación directa a las formas concretas de control, y represión en el internet (la ley SOPA), es necesario dejar de lado “apoyos políticamente correctos” y ser un poco solidarios con las circunstancias que hacen del internet el acceso al arte gratuito de forma maravillosa.

¿Las películas piratas se ven mal? ¿Qué les estas enseñando a tus hijos?

No, no se ven mal y lo que uno les enseña a sus hijos es la realidad de un país desigual, que se preocupa más por realizar “propaganda barata” en defensa de los grandes empresarios en contraste con indígenas que se mueren de hambre (si, oyó usted bien, se mueren de hambre) en la sierra.

Les enseñas, a ser un resistente ante la vorágine capitalista en la cual todo es consumir en pos de dizque generar apropiaciones de cosas que no se pueden apropiar

Les enseñas, que la convivencia familiar en casa es mucho mejor que gastar cifras exorbitantes yendo a las plazas comerciales (templos del individualismo vacio) en pos de disfrutar “cine de vanguardia en 3D” y demás faramayadas.

Les enseñas, que el cine es un lenguaje visual y auditivo y que lo más importante es la trasmisión de ideas y no la trasmisión de sensaciones.

Les enseñas que las películas, si son buenas independientemente donde las veas, se te quedaran grabadas en tu aprendizaje emocional para todo la vida, y eso, no se puede asir, pero si sentir.

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Equipo editorial de Cinescopia.


5 Comments

  • No creo que las medidas desesperadas que están tomando las grandes compañías les resulte en grandes ganancias. Son patadas de ahogado.

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  • El espíritu de las obras intelectuales es enriquecer el acervo universal. Los esfuerzos de registro legal de obras deben tener este espíritu, es el reconocimiento de que esa obra la hizo tal o cual persona… la capitalización económica de las obras es un segundo lugar y una opción para el autor.

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    • Sr. @hdavilap:
      De acuerdo con usted en el primer punto. En el segundo creo que los artistas (los inteligentes) se han dado cuenta que pueden capitalizar su trabajo cuando se deshacen de los intermediarios que han jugado el papel de los dueños, cuando solo han sido los distribuidores de otros tiempos.

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