Avengers: Infinity War emociona y nos deja muchas dudas
Todo llegó a esto. Tras 10 años de éxitos, de reinventar lo que es una cinta de superhéroes y formar nuevos patrones para ellas, y de jugar con las líneas de la ficción al mezclar personajes entre películas, Marvel Studios culmina con la que, según ellos, es el evento crossover más ambicioso jamás visto. Y sí, ese es un adjetivo adecuado para describir la película: reúne a (casi) todos los personajes de su universo fílmico para enfrentarlos (de nuevo) y hacer que unan fuerzas contra un peligro mayor: Thanos, ente eterno que amenaza con destruir la mitad del universo. Esta película fue hecha para toda persona que haya visto las 18 películas del MCU y, aunque batalla para balancear personajes, es sumamente entretenida, ofrece muchas sorpresas y cameos, y redefine el futuro de las sagas de superhéroes.
La cinta comienza con los finales de Spider-Man: Homecoming, Thor: Ragnarok y Captain America: Civil War, y avanza poco a poco para ponernos al tanto de todos los superhéroes. Sí, todos: Thor y los Asgardianos en su nave, los Guardianes de la Galaxia en otra, Tony Stark y Pepper Potts planeando la boda. Conforme avanza la trama, van saliendo más superhéroes -y justifican a los ausentes-, y sus respectivas misiones se alternan con el camino de Thanos. Interpretado por Josh Brolin, la cinta hace tiempo para presentarnos a un villano del que poco se ha presentado en cintas anteriores, sus motivaciones, su relación con otros personajes, y sus objetivos a corto y largo plazo. No será el mejor villano -y mucha de la interpretación de Brolin se pierden con el CGI-, pero sin duda es el más intimidante y espectacular de todos. Por otro lado, sigue siendo la película de Iron Man/Tony Stark (Robert Downey Jr.) y Captain America/Steve Rogers (Chris Evans), aún si los personajes más nuevos son los más interesantes. En particular, destacan el Dr. Strange de Benedict Cumberbatch -más en línea con el personaje clásico que con el que presentó en su película en solitario-, y el Thor de Chris Hemsworth -que aún conserva algo del humor de Ragnarok-, mientras que los dos personajes femeninos más relevantes de la cinta -Gamora de Zoe Saldana y Scarlet Witch/Wanda Maximoff de Elizabeth Olsen- siguen siendo reducidas a personajes de novias, a pesar de ser dos de los personajes más fuertes y poderosos del MCU.
Con una muy eficiente edición de Jeffrey Ford y Matthew Schmidt y la buena dirección de los hermanos Russo, se evita que las 2 horas y media se sientan pesadas, y mantiene la atención y acción de cada una de las líneas narrativas. Sin embargo, aún es notorio el problema que venían arrastrando desde Age of Ultron: al tener tanto qué presentar, no profundizan las acciones y motivaciones de los personajes, en especial de aquellos que sólo han salido como personajes secundarios en las otras películas. Por otro lado, hay personajes importantes en películas pasadas que pareciera sólo salieron para hacer un cameo, al igual que Stan Lee. Las primeras dos partes de la película sobreviven con el humor ágil y con algunas buenas secuencias de acción; el tercer acto eleva los riesgos, da permanencia a las acciones y fatalidad a las historias, y presenta cambios importantes dentro del Universo Marvel que llevarán a la franquicia a, quizás, lugares nuevos y frescos. O no: sin revelar mucho, es una salida fácil para las complicaciones narrativas, y da fin a algunas de las sub-tramas más relevantes de la última etapa del MCU. Y justo lo más complicado y criticable de la película recae en ese final, a tal grado que Marvel/Disney sacaron el HT #ThanosDemandsYourSilence para evitar que se hable de ello “porque son spoilers” y podamos hacer buenos análisis sobre lo ocurrido y lo que significa para futuras entregas en las primeras críticas a la cinta. Ni modo.
Sin duda, es uno de los eventos cinematográficos imperdibles del año. Así que, pónganse al corriente con las que les falten, vayan al cine y platicamos del final de Infinity War luego.