Las 10 Mejores Películas de Anthony Hopkins
Anthony Hopkins, con más de 130 títulos entre el cine y a televisión, se acaba de convertir el pasado año en el ganador más longevo en la historia del Oscar a sus 84 años.
Aquel estudiante poco prometedor y con dislexia comenzaría a ver en las artes un escape a la presión de sus padres, por lo que se matriculó gracias la influencia de otro actor, Richard Burton, en la escuela de arte y drama de la que se graduaría en 1957. Rápidamente comenzaría a aparecer tras los telones del teatro y en la televisión a principios de los 60, con muy pocas apariciones en el cine (una de ellas su debut en 1967, del que ya hablaremos en el ranking). Sería hasta que lograra cierto prestigio en Broadway bajo varias puestas en escena de Shakespeare, que en los 80 Hopkins comenzaría a llamar la atención de varios directores (como David Lynch), pero aun así su carrera fílmica se mantendría en cierto anonimato hasta la llegada de 1990, ganando el Oscar y haciéndose del personaje que lo definiría por el resto de su vida, cierto Doctor psicópata y caníbal. Sir Hopkins ya tendría en este tiempo 53 años, y la fama estaría a punto de comenzar.
El resto sería historia, pues Hopkins aceptaría cualquier trabajo, de índole dramático o meraente comercial para aprovechar el súbito éxito, estrategia que le ha funcionado hasta el día de hoy al ser uno de los actores más longevos, conocidos y mediáticos en el mudo del cine, independientemente de sus varias labores filantrópicas.
Vamos con las 10 Mejores Películas de Anthony Hopkins
Bonus británico – Howard´s End (James Ivory, 1992)
POR EL FETT
La presencia de James Ivory encausaría una de las mejores épocas del drama de corte inglés, viendo uno de sus clímax en este provocador “dramonón” pasional y de perfecta interpretación donde una novata Thompson se uniría a una creciente Bonham Carter, y a las ya leyendas de Redgrave y Hopkins. Una sublime adaptación de personajes, que dicho sea de paso, se consagraría como uno de los ejemplos de fortaleza femenina fílmica por excelencia (además de sus decenas de premios). Dentro de este club histriónico británico (que Ivory mismo forjaría desde sus inicios), se denotas algunos de los mejores y mas imponentes registros dramáticos de los 90, un manjar recurrente que se extendería solo un poco más.
Bonus gringo – Nixon (Oliver Stone, 1995)
POR EL CINE ACTUARIO
El retrato más intimista (y polémico) acerca de la vida de Nixon, Stone aprovecha el caos del escándalo de Watergate para contar una ficción a través de hábiles flashbacks, donde el presidente (interpretado aquí por Hopkins) rémora momentos sobre su vida. De manera poética, Oliver relata el ascenso y la caída de un ícono (polémico, pero icono) que revive sus memorias ante el soplido de una muerte (política), aferrándose a los últimos minutos de poder que le quedaban. Un hábil acierto del director, siendo uno de sus problemas el tiempo de duración, pues en varias partes se siente que le falta edición. Mención especial para Hopkins, que rectifica su calidad haciendo una interpretación correcta del presidente 37° de los USA
10 – The Mask of Zorro (Martin Campbell, 1998)
POR EDGAR DEL VALLE
Otra más de las adaptaciones de las aventuras del famoso vengador “Zorro” que, a mediados del siglo XVIII, lucha en México (Baja California) en contra el dominio colonial español. En esta ocasión el original Zorro (Hopkins) se convierte en tutor de un joven (Banderas), para que tome su lugar como el protector de los mexicanos que son sometidos por un autoritario gobernador. Divertida cinta de aventuras que nos muestra a un Hopkins que se divierte con su papel y nos muestra otra de sus facetas actorales. Sin ser nada del otro mundo, es una cinta en donde el actor rescata de manera honorable a su personaje, haciéndolo incluso uno de los más recordados de su carrera.
9 – Shadowlands (Richard Attenborough, 1993)
POR EDGAR DEL VALLE
Película británica basada parcialmente en la biografía del escritor C.S. Lewis (Anthony Hopkins), profesor de literatura en Oxford y escritor muy reconocido, y su relación amorosa con Joy Gresham (Debra Winger), una poetisa estadounidense divorciada y gran admiradora suya. Por su papel del novelista C.S. Lewis, conocido por sus “Crónicas de Narnia”, y sus célebres ensayos sobre moral y religión, Hopkins nuevamente recibió la nominación a los premios BAFTA como mejor actor protagonista, ensalzando junto con Winger uno de esos culebrones biopics muy adeptos al tono del canal Hallmark. Solo para fanáticos del actor y como curiosidad para los seguidores de Lewis.
8 – Armageddon Time (James Gray, 2022)
POR EL FETT
Correcto “coming of age” que escapa del maniqueísmo convencional para retratar una alegoría hacía el racismo, enmarcado en una inestable estructura familiar y la relación entre abuelo e hijo, que sirve como hilo conductor del mensaje. Gray ingresa a esta tendencia de auto “biopics” con pie derecho, sin embargo, la sutilidad con la que maneja algunos temas sociopolíticos y críticos alrededor de los prejuicios clasistas – raciales, y hasta la herencia de la Segunda Guerra, nuevamente le hacen quedarse estancado en una película bonita, de excelente manufactura, pero al final olvidable. Eso sí, lo que no se olvidará será a un Hopkins MONUMENTAL y cautivador, que acaba de agregar un personaje entrañable para su top de actuaciones.
7 – The Elephant Man (David Lynch, 1980)
POR EDGAR DEL VALLE
Es impresionante la madurez y el dominio directivo de Lynch en cada cuadro y secuencia, a pesar de que este fue apenas su segundo largometraje. El Dr. Frederick Treves (Hopkins) encuentra en un circo a finales del siglo XIX a un hombre que, por tener una gran deformación en su cabeza y cuerpo (John Hurt), es exhibido como atracción de una feria, siendo sometido a humillación y sufrimiento, dándose a la tarea de rescatarlo y devolverle su dignidad. Gran duelo actoral de los protagonistas en esta historia biográfica de John Merrick, que permitió que la película fuera nominada a 4 premios Oscar, sobresaliendo Hurt, pero con una actuación sobria y contenida de Hopkins.
6 – Dracula (Francis Ford Coppola, 1992)
POR EL FETT
El mejor Van Helsing desde Peter Cushing, uno de los puntos mediáticos para que esta adaptación fuera un rotundo éxito no solo fue la meta participación de Anthony Hopkins como el célebre cazador de vampiros, sino la impresión de una personalidad cínica, inteligente y hasta algo aterradora, facetas con las que el personaje hasta ese tiempo no estaba muy identificado. La extravagancia pues rodea una excelente interpretación, convirtiéndose de paso en la única contraparte actoral de un Gary Oldman que se termina robando el film. Tan tétrica como romántica, Coppola une dos extremos, humano y criatura a través de una conjunción de imágenes teñidas en todo momento de rojo, color que define de principio a fin a su trágico y sangriento antihéroe.
5 – The Remains of the Day (James Ivory, 1993)
POR EL FETT
Un Hopkins en estado de gloria, los principios de los 90 le significó no solo su etapa más redonda, sino también de mayores registros. De ser Hannibal Lecter, Hopkins se trasladaría a la piel de un mayordomo que sería testigo de la transición aristócrata de los años 50, un testigo íntimo al cual Ivory complementaría con un inmejorable reparto y obvio, con el elemento del romance en la carne de Emma Thompson. Resulta impresionante tanto la química como las expresiones de Hopkins al narrar más desde su interior que de su exterior, en un papel complejo y símbolo – extensión de la soledad de aquel arquetipo de mayordomo al que después muchos otros cineastas intentarían relevar (Altman como mejor ejemplo algunos años después)
4 – The Two Popes (Fernando Meirelles, 2019)
POR EL FETT
Uno de los mejores guiones del año en mucha parte gracias a la química entre Pryce y Hopkins, este último sin duda muy superior gracias también a un papel mucho más complejo que el de su contraparte, interpretando a un líder católico entre la espada y la pared, entre la enmienda y el escape de una caja de pandora tan trágica como repugnante. Anthony Hopkins logra proveer de humanidad y de duda a su papel con un desempeño que raya casi en lo documental, y de una intensidad que a los ojos de su servidor, no se le había visto desde que ganara el Oscar con The Silence of the Lambs. Sería nominado al Oscar como mejor actor reparto, y si somos sinceros, quizá hasta debió ganarlo por encima de Pitt y de la dupla de The Irishman
3 – The Lion in Winter (Anthony Harvey, 1968)
POR EL FETT
Su debut en el cine no pudo haberse dado de mejor forma, pues un joven Hopkins es capaz de sostenerle la mirada, el nivel histriónico y hasta blandirse en duelos interpretativos con los mismísimos Peter O´Toole y Katherine Hepburn, en uno de los cuentos de época más divertidos, perturbadores, navideños y tensos en la historia del cine ¡Hermoso salvajismo meramente interpretativo! Pocas veces se aprecia tanto poderío, y da gusto ver a ese novato seguro de sí mismo y de su escuela shakesperiana. Por otro lado ya también base de su actuación, es que el guion se toma ciertas “libertades” para hacer a su personaje emocionalmente más complejo, un Ricardo “Corazón de León” con muchos “mommy issues”
2 – The Father (Florian Zeller, 2020)
POR EL FETT
Una de las mejores interpretaciones masculinas de al menos los últimos 20 años, y de paso, sin duda la mejor de Hopkins solo detrás de su Lecter (¿o será mejor esta?). Hopkins acaba de dar quizá la última ráfaga de su gran talento con un personaje tan trágico como entrañable, que dentro de esta compleja narrativa es capaz de evidenciar el padecimiento del alzheimer como pocas veces se había visto en el cine: desde la perspectiva y sentir del propio enfermo. Si bien la fantástica dirección y adaptación de Zeller funciona en cada rincón de este distorsionado laberinto mental, es el carácter, carisma y destrucción de Hopkins el que nos lleva hacía un final catártico y de un impacto emocional irreparable. La última secuencia es sencilla y actoralmente CATEDRÁTICA
1 – Hannibal Lecter (1990, 2001, 2002)
POR EL FETT
El personaje que lo inmortalizó sería uno de los más queridos psicópatas del cine. Presentado al mundo en 1990 con la fastuosa The Silence of the Lambs, Anthony Hopkins encausa una tan siniestra como adorable interpretación, haciendo que cada uno de sus momentos en pantalla sean una delicia histriónica que se tensaría de manera morbosa en la comunión con Jodie Foster. El deseo, la demencia y el terror son palpables gracias a su legendaria actuación, la cual repetiría dos veces más en una precuela y en una secuela, siendo Red Dragon una repetición bastante loable, y Hannibal un thriller que más que ayudar, caricaturizaría a su complejo ente como un villano de superhéroes. La escena con el diálogo del hígado sigue estremeciéndonos