Las 10 Mejores Películas de Marcello Mastroianni
Hay un gran paseo artístico adornado con su nombre y figura en Roma, y por él la Fontana de Trevi fue apagada y cubierta de negro en el momento de su muerte en 1996. Sin duda uno de los actores – artistas clave y referencia eterna del cine italiano, un día como hoy nace Marcello Mastroianni, uno de los más legendarios intérpretes del séptimo arte.
Nació en una pequeña población de Los Apeninos llamada Fontana Liri en 1924, pero rápidamente se trasladaría a Turín y a Roma donde comenzaría su carrera artística dentro del teatro desde los 12 años, manteniéndose en dicha escena durante una década. Aunque sus comienzos como extra en el cine comenzarían desde sus 15 con fugaces apariciones, fue hasta 1948 donde haría su oficial debut en el drama I Miserabili. Poco a poco su exitoso físico y nato talento lo llevarían escalonadamente hasta el interés de Federico Fellini, el cual lo seleccionaría sorpresivamente para su protagónico en La Dolce Vita, y el resto es historia.
Actor de casi 150 títulos, Matroianni se convertiría en el estandarte actoral masculino de la Italia, forjando no solo una dupla legendaria con la otra columna histriónica y femenina de nombre “Loren”, sino también una estela de asociaciones donde grandes directores como Vittorio de Suca, Mario Monicelli, Luchino Visconti, Michelangelo Antonioni, Pietro Germi, Louis Malle, Roman Polanski, Giuseppe Tornatore y por supuesto Fellini, con el que construiría su primera etapa y legado más importante.
Ganador de más de 40 premios internacionales, junto a Jack Lemmon y Dean Stockwell, Marcello ha sido el único en la historia en ser premiado como mejor actor en el Festival de Cannes, además de sus 2 Globos de Oro, 2 BAFTA y 2 Copas Volpi del Festival de Venecia(más un premio honorífico). En el día que hubiera cumplido 96 años, lo recordamos con sus 10 Mejores Películas
Bonus – The Stranger (Luchino Visconti, 1967)
Fuera de la influencia de Godard y de la nouvelle, el neorrealismo italiano del célebre Luchino Visconti regalaría “la otra” cara del talento de Karina en un secundario y fugaz, pero también emocional y sustancial papel. A pesar de permanecer bajo la sombra del Marcello Mastroianni, sin duda fue este “extranjerismo” seleccionado para competir en Venecia y nominado a los Globos de Oro, el que le abriría las puertas no solo hacía el occidente, sino también fuera del celoso estilo con el que estaba literalmente en matrimonio durante los últimos (y primeros) 6 años de su carrera. Mastroianni con su trabajo artístico nos muestra que era el actor perfecto para desempeñar el papel principal de esta cinta, un hombre totalmente deshumanizado.
Bonus – Leo The Last (John Boorman, 1970)
POR EDGAR DEL VALLE
Boorman regresó al Reino Unido para filmar extraña sátira social protagonizada por Marcello Mastroianni en la piel de un singular aristócrata residiendo en Londres, que verá como su proceso de concientización social irá de la mano con el de su degradación personal y emocional. Boorman siempre fue un cineasta arriesgado en cuanto a manifestar la distinción de las clases sociales, mostrando incluso el lado marginal como un ente malévolo, pero sin quitar el dedo del renglón en la decadencia de la alta esfera. Aunque la cinta no pudo lograr la aceptación de la audiencia, si le valió al británico un premio al mejor director en el Festival de Cannes, quedando como un clásico dentro de su filmografía.
Bonus – Ginger y Fred (Federico Fellini, 1986)
POR EL FETT
Haciendo alusión a los clásicos musicales de Hollywood, pero también manifestando una fuerte crítica y sátira al consumismo televisivo y al entretenimiento de baja calidad, Masina se reúne con Mastroianni para interpretar a una pareja de bailarines imitadores de Fred Astaire y Ginger Rogers, que tras ver su éxito pasar durante la post guerra, ven la oportunidad de regresar triunfantes al escenario al ser invitados a un show televisivo años después. Fellini expone no solo la toxicidad del medio, sino también el resquebrajamiento emocional de los inmiscuidos ante este amenazante nuevo entorno, uno que les es ajeno a su conocimiento artístico y época. Gran actuación de ambos, que sacan a relucir sus dotes como bailarines y de nuevo su gran talento dramático.
10 – Ayer, Hoy y Mañana (Vittorio de Sica, 1964)
POR EL FETT
Tres capítulos, tres retratos de clases sociales italianas, tres fábulas sobre relaciones tóxicas que, bajo la mirada del gran Vittorio de Sica, alcanzan una exquisita combinación entre la corriente neorrealista y la nueva ola del cine italiano que el mismo Marcello y la Loren protagonizaban en su pleno apogeo. Ante la implacable sensualidad de Loren, Marcello incurre en tres registros imponentes, uno cómico y dos dramáticos, que también significarían uno de los esbozos eróticos más famosos del cine italiano y de la propia Sophia. Divertida, llena de sarcasmo, humor negro y crítica social, la química entre estos dos alcanza algunos de sus picos más sobrios, hilarantes y maduros dentro de la etapa histriónica de ambos.
9 – Ojos Negros (Nikita Mikhalkov, 1987)
POR EDGAR DEL VALLE
Basada en tres cuentos de Chejov. Es una historia de amor de dos personas que se encuentran casadas pero alejadas de sus parejas. Por su magistral papel protagónico Marcello Mastroianni fue nominado al premio Oscar y ganador como mejor actor en el Festival de Cannes. De igual manera la cinta fue nominada a los premios BAFTA y a los Globos de Oro como mejor película extranjera entre otros premios internacionales. La cinta es una preciosa evocación al amor basada en una narración, y en donde Marcello entrega una interpretación repleta de sensibilidad y romance, convirtiéndose en una de las mejores películas románticas al menos dentro de su década
8 – La Notte (Michelangelo Antonioni, 1961)
Tal vez la mejor película de Antonioni, el legendario director logra una seductora amalgama entre su drama anti romántico y la fina crítica a la burguesía italiana por parte también de una extraordinario cast y la precisa decisión de filmar en blanco y negro, imprimiendo así un hilo de nostalgia, suspenso y hasta erotismo en su tercer acto, cuando esta pareja en crisis, despliegue sus deseos e hipocresías más desenfrenadas. La nostalgia, la muerte y por supuesto la sociedad italiana son temas que el director toca en este final de era y cambio de batuta del cine italiano, haciendo una perfecta alegoría del porvenir de la propia industria. Las actuaciones por supuesto son de un nivel máximo.
7 – Divorzio all’italiana (Pietro Germi, 1961)
POR EL FETT
Una comedia social que parece inhóspita para nuestros tiempos, pero que, dentro de sus vicisitudes y enfermizas situaciones familiares y políticas, refleja un cinismo atemporal dentro de los grandes y violentos misterios del amor y el desamor. Cuando un barón se enamore de su prima menor de edad, descubrirá que la legislación italiana le permite separarse de su mujer por medios más creativos que el simple divorcio. Marcello Mastroianni logra uno de sus mejores papeles encarnando una comicidad siniestra que el director Pietro Germi encausa con la finalidad de retratar a una tan irreverente como cruel sociedad siciliana, su anticuada forma de vida y su surreal sistema. Un brutal estudio de personajes que casi raya en un sentido antropológico
6 – Il bell’ Antonio (Mauro Bolognini, 1960)
POR EL FETT
Teniendo a Pasolini como guionista, es obvio que la profundidad de este relato radica en el empalme de la sexualidad con el entorno social en el que desarrolla, en esta ocasión siendo la belleza el pecado y fruto de una literal impotencia, una maldición que significa la extensión de la superficial sociedad, sus celos, opresión y machismo hacía con la estética de Antonio, la víctima de este relato. Una introspección emocional cruda y sensata, que se jacta en no explicar las causas de la impotencia de aquel hombre, para solamente abordar al hastío social y a su honesta necesidad de amar como posibles orígenes de su elección por el “no sentir”. Marcello hace un íntimo y brutal “tour de foce”.
5 – I Girasoli (Vittorio De Sica, 1970)
POR EDGAR DEL VALLE
Primera cinta que una productora occidental rodó en la hoy desaparecida Unión Soviética y tercera para De Sica, que tiene como protagonistas a la pareja formada por Marcello y Sofia, quienes compartieron créditos en otras 11 cintas. Una historia de amor en tiempos de la segunda guerra, Giovanna y Antonio se casan 12 días antes del inicio del conflicto y a él lo envían al frente de batalla, de donde no regresa. Tras años, ella finalmente encuentra a su esposo con una nueva familia. Las actuaciones de ambos nos vuelven a mostrar porqué están considerados leyendas del cine italiano y mundial. En esta ocasión aún cuando el peso de la película recae en el personaje de Loren, la participación de Mastroianni resulta mesurada y acorde a la trama planteada.
4 – Matrimonio all’italiana (Vittorio de Sica, 1964)
Por Cat Movie Lee
¿Alguien podría decirle que no a la exuberante y bella Sofia? Sí, solo Marcello Mastroianni. En esta tragicomedia, Filomena (Loren) una joven y hermosa prostituta que vive las miserias de la Segunda Guerra Mundial, conoce al apuesto Domenico (Mastroianni), un hombre que la seduce y a base de promesas, la hace permanecer siempre a su lado. Renuente a hacerla su mujer y darle el lugar que merece en su vida, Filomena se valdrá de toda su astucia para hacer que los papeles de volteen y sea él quien caiga a sus pies; eso sí, luego de años, hijos de por medio y un amor que ambos se profesan y que finalmente, será lo que los hará irónicamente, jurar no separarse jamás. Como dato curioso, este Matrimonio vendría después de Divorcio a la Italiana, otra famosa de Marcello
3 – 8 ½ (Federico Fellini, 1963)
POR EL FETT
Fellini decidió que su extensión actoral fuera Marcello, dejando que a través de su espontaneo y nato talento, el legendario cineasta explayara sus miedos más íntimos hacía el quehacer cinematográfico en una oda semi autobiográfica que sigue siendo tan legendaria como cuestionada gracia a su híbrido entre dos corrientes o tonos contrarios: el neorrealismo y el surrealismo ¿Podría haber sido de otra forma siendo esta mítica fracción un testimonio del declive y renacer creativo de un artista? ¿De un director como Fellini? Prácticamente todo el peso del relato recae en Marcello, el cual debe de nuevo aplicar su adorable cinismo para retratar los sueños, pesares y deseos no solo de su director, sino de quizá todos los directores
2 – Una giornata particolare (Ettore Scola, 1977)
POR EL FETT
Un halo de esperanza que, a partir de la crítica hacía la celebración fascista de la Italia durante la Segunda Guerra Mundial (en el día de la visita de Hitler), propone el detener el tiempo para fijar nuestra atención en dos seres errantes, el forjamiento de una amistad y el deseo dentro de lo que es “un día especial” para ellos, no por la visita del Tercer Reich, sino por haberse encontrado emocionalmente en aquellos momentos. Quizá el clímax dela madura relación amistosa y actoral entre Sofia y Marcello, figuras del cine italiano y de la contracultura fílmica hacía aquel conflicto bélico, el legendario Scola propone pues una cinta tan humanista como divertida, tan natural como trágica, y en donde la mítica pareja derrama una chispa dramática fastuosa
1 – La Dolce Vita (Federico Fellini, 1960)
POR EL FETT
Una revitalizada Roma luce llena de luz, de pasión, de glamour y claro, de paparazzis, con un Marcello encarnando la dualidad del “macho” europeo, distante emocional y ajeno a la humanidad, pero alegando bajo la siempre excelsa batuta de Fellini, la final expiación en las costas italianas ¿o será el colmo del cinismo de su entrañable personaje? La Vita es bella pero más agridulce que lo que refiere su título, siendo una rica ironía que Fellini perpetua durante casi todo el metraje, en un relato que como Antonioni, Rossellini y otros contemporáneos como Sorrentino, parece no tener ni un principio, ni un fin, y en donde Marcello también comenzaría su leyenda artística, así de surrealista, junto a su amada, extensiva y atemporal Roma ¡Ciao Marcello!