Las 10 Mejores Películas de Robert Mitchum

Un sobreviviente de la Gran Depresión, la infancia y juventud del gran Robert Mitchum inspiraría a cualquier lacra de la sociedad. Siendo relegado por su propia madre al ser un niño y joven travieso, metido en disputas callejeras y expulsado de la escuela, Mitchum tomó la decisión de escapar de la casa de sus abuelos para convertirse en un vagabundo que prácticamente vivía como polizón en los vagones de trenes. En ese tiempo sobrevivía apenas de pequeños trabajo como obrero, cavando zanjas o incluso como boxeador semi profesional, labor que lo dejó casi ciego de un ojo.

En varias ocasiones retomó ese estilo de vida errante y sin ningún destino fijo hasta que su hermana lo convenció de ingresar a un teatro ambulante, donde Mitchum encontraría al fin su pasión. No sería sencillo, pues al casarse muy joven y tener 3 hijos antes de cumplir los 25 años, se enfocaría en ganar dinero como operador de máquinas, sin embargo un productor amigo de su hermana lo ayudaría a ingresar a Hollywood, pues debido a su físico corpulento y su gran presencia sería contratado de manera inmediata en varias producciones como extra o en pequeños roles de malandrín o villano “terciario”. Sus papeles incluso aparecerían desacreditados, hasta que en 1944 impresionó al mismo productor Mervyn LeRoy por su participación en “Treinta segundos sobre Tokio”, una de sus primeras apariciones con crédito. El resto es historia…

Estamos hablando de uno de los estandartes histriónicos del cine noir, pero también de uno de los villanos americanos por excelencia; su calidad interpretativa respondía directamente a sus rasgos físicos y a una personalidad retadora e intrigante. Al extender su leyenda a otros géneros como el thriller, western y a la narrativa bélica, Mitchum supo encausar su nato talento hacía un registro dramático más versátil y expresivo, pero siempre caracterizado por  ese grave y único timbre de voz, así como por su caminar y su gran presencia física.

Es injusto que en su época no se le haya reconocido como ese gran y simbólico histrión, pero su leyenda alcanzó para más de 130 títulos entre el cine y la televisión, trabajando hasta el año de su muerte en 1997.

Recordemos al gran héroe o al siniestro villano con sus 10 Mejores Películas.

 

Bonus  – Bandido (Richard Fleischer, 1956) 

POR EDGAR DEL VALLE

Película que se desarrolla durante la revolución mexicana en 1916, protagonizada por protagonizada Robert Mitchum, Gilbert Roland y Zachary Scott y el actor mexicano Rodolfo Acosta. Filme de aventura en la que los mercenarios encuentran una veta para enriquecerse por medio del contrabando de armas y municiones, pero que se encontraran permanente me en lucha en contra de otros mercaderes, los revolucionarios y las fuerzas federales. A pesar de sus medianas críticas, la cinta cuenta con buena dosis de acción y aventuras revolucionarias, que a pesar de manejar el entorno y situaciones clichés tan propias de aquellos “western” de segunda categoría, se ve ensalzada por la aparición protagónica de Mitchum.

 

10 – Macao (Josef Von Sternberg, 1952) 

POR EDGAR DEL VALLE

Nick Cochran (Robert Mitchum), un aventurero que tiene problemas con la ley (como si se tratara de una extensión de su propia personalidad) llega a Macao, un lugar exótico y bullicioso y ahí es confundido por unos delincuentes que controlan el juego y el tráfico de joyas con un agente federal que ha sido enviado a investigar el asesinato de un policía por parte de la mafia local. Sin ser una joya, la sola aparición del actor ensalza el nivel de entretenimiento de la obra, sobre todo a la hora de los diálogos que entablan los protagonistas, que son excelentemente escritos y encausados por el reparto, haciendo de esta cinta un atractivo deleite para los amantes del cine negro.

 

9 – Not As a Stranger (Stanley Kramer, 1955)

POR EDGAR DEL VALLE

Un estudiante de medicina ambicioso y sin recursos (Mitchum), se casa con una joven rica para poder costearse los estudios. Ella lo ama, pero él sólo ama su trabajo. El estudiante es una persona insensible e incapaz de relacionarse con su mejor amigo, o con su padre, que es un hombre alcohólico y que un día le comenta:” No vas a ser un buen médico, porque no basta con tener cerebro…hay que tener corazón”. Terminada la carrera empieza a trabajar para el doctor Dave Runkleman, un médico de maneras rudas pero muy sensible y humano. Centrada en el mundo de la medicina, la cinta resulta ser una de las pocas y fuertes reflexiones sobre la profesión de médico. Una curiosidad dramática en la que vale la pena apreciar a Mitchum

 

8 – Yakuza (Sydney Pollack, 1974)

POR EDGAR DEL VALLE

La Yakuza es una mafia japonesa cuyo origen se remonta al siglo XVII. Utiliza los mismos métodos que las mafias occidentales y, como ellas, controla los negocios más turbios: la prostitución, el blanqueo de dinero, el contrabando, etc. Después de la Revolución Meijí (1868), que supuso la occidentalización del Japón, muchos samuráis pasaron a engrosar las filas de esta organización. En este contexto, Harry Kilman, un hombre que formó parte de las tropas de ocupación estadounidenses en Japón, vuelve a este país para ayudar a un amigo cuya hija ha sido secuestrada. En su tiempo recibió críticas dispares, sin embargo, con el pasar de los años se ha convertido en una cinta de culto gracias a su arriesgada violencia y por supuesto la presencia de Mitchum.

 

7 – Ryans Daughter (Lean, 1970)

POR EDGAR DEL VALLE

La película narra la historia de un maestro rural viudo (Mitchum) regresa a su aldea natal y una jovencita impulsiva se encapricha con él y no para hasta conseguir que le pida matrimonio. Pero este fracasa debido al carácter de ambos, por lo que la joven termina enamorándose en secreto de un oficial inglés.A pesar de que inicialmente la crítica no fue muy benigna con la cinta, mencionando que se trataba de una obra menor del famoso director, no se dejó de reconocer el aporte inagotable de recursos interpretativos de Mitchum. La película recibió dos premios Oscar y dos nominaciones más, ninguna para el actor; además de otras diversas nominaciones.

6 – El Dorado (Hawks, 1967)

POR EL FETT

Algo raro pasa aquí, y es que Hawks parece reciclar su previa Rio Bravo (1959), pero con un poco de más espectacularidad, humor y ligereza, lo cual le permite tomar a un Wayne más maduro para que este sea el complemento de un Robert Mitchum roba cámara. Aunque a Wayne en términos generales se le debería revalorar como histrión, bien es cierto que su cuestionable calidad era en ocasiones soportada por sus compañeros de reparto con mucho más carácter y credibilidad dramática, labor que en esta ocasión recae en un Mitchum repleto de carisma. Resaltan algunas secuencias memorables, con precisa tensión y manejo del humor y de la acción, así como la química actoral, muy divertida y desenfrenada entre Wayne – Mitchum y un joven James Caan.

 

5 – Angel Face (Otto Preminger, 1953)

POR EDGAR DEL VALLE

Nuevamente encontramos al actor sumergido en otro filme del cine negro, ahora como un enfermero de urgencias que acude a una mansión para atender a una mujer que según sus familiares a intentando suicidarse, pero que él sospecha la han tratado de asesinar. En el proceso se enamorada de la hijastra de dicha señora, protagonizada por Jean Simmons, que no es tan ingenua como aparenta. Una cinta clave del cine negro, con escenas que rayan en lo surreal y que aluden perfectamente a la psique tanto del conductor como de la misterio femme fatale, encausando también una rica trama criminal con un muy buen giro.

 

4 – Story of G.I. Joe (Wellman, 1945)

POR EL FETT

Una de esas cintas olvidadas y necesarias no solo por su valor narrativo, sino también por su histórico. Estrenada 3 meses después de la rendición alemana, el retrato de un grupo de soldados en su recorrido desde África hasta Italia refiere a las crónicas de un periodista que en efecto acompañó a “esa” compañía; si bien Wellman cae en algunas concesiones aleccionadoras y necesarias dada la reciente victoria, es el inspirador ensamble actoral liderado por Mitchum, el que convierten a eso en una aproximación dramática muy real y hasta liberadora para los soldados, como si se tratase de una carta de amor hacía el sacrificio y esfuerzo. Primera y única nominación al Oscar para un Mitchum bélicamente entrañable (y que servirá como influencia para Spielberg y Hanks 53 años después)

 

3 – Cape Fear (Thompson, 1962)

POR EL FETT

Uno de los mayores duelos actorales de la historia, es de notarse la compenetración psicológica y emocional entre Peck y Mitchum para llevar dicha perfección histriónica a adherirse con el objetivo del relato. La mejor película de J. Thompson sirvió para afianzar el dominio villanesco de Mitchum en el entorno hollywoodense, pero también para confirmar su versatilidad en una época donde el cine noir ya veía sus primeras señales de extinción (en mucha parte por la mejora narrativa del thriller, un género que vino a “sustituirlo”). Como dato curioso, en el también prodigioso remake de Martin Scorsese, Mitchum (así como Peck) aparecería a manera de cameo y homenaje con un pequeño papel, pero en esta ocasión de parte de la justicia

 

2 – Out of the Past (Tourneur, 1947)

POR EL FETT

Como película, este gran y oscuro clásico del cine negro debería estar entre los primeros lugares de su estirpe por dos razones: La primera, al ser uno de los más originales libretos del género, inundado de una tensión tan narrativa como visual que hace que la audiencia viva una rica y progresiva confusión; en segundo lugar, el choque entre Douglas y Mitchum, los cuáles (y según declaraciones de la misma Jane Greer) llevaban una rivalidad profesional muy celosa y silenciosa, misma que se refleja de manera natural entre sus pequeñas pero sustanciosas secuencias juntos, mismas que disparan el conflicto y secreto del relato. Como figura del cine noir, sin duda esta gran joyita permanece como el mejor manifiesto para Mitchum.

 

1 – The Night of the Hunter (Laughton, 1955)

POR EL FETT

Mitchum engendra un escalofriante personaje, una aberración sin escrúpulos que lo posicionaría en el estado de culto, un cazador de vidas y almas que través de la mentira y el fanatismo religioso destruirá la integridad de una débil e ignorante familia conformada por la madre soltera y sus dos hijos. A pesar de una tonalidad infantil, el horror, el thriller y el suspenso no son piezas narrativas que se dejen de lado, empalmando el mundo y el horror adulto con la inocencia de un niño, los cuales aquí esconden el secreto en cierta muñeca (metáfora que se explica en la narrativa como el único lugar, inocente, donde uno no se atrevería a buscar o dudar de él, y la cual será el objetivo final del cazador).  Uno de los más grandes villanos del cine y el cuento de terror para los infantes por excelencia.

 

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