Las 40 Cosas que nos enseñó el Cine en el 2024
El 2024 llega a su fin, y ha sido un año loco: estuvieron a punto de asesinar a Trump, descubrieron a los autores de la canción más misteriosa de Internet, estamos a vísperas de una guerra mundial y el cine tuvo una racha extraña. A diferencia del año anterior, hubo un empobrecimiento de calidad en la industria a nivel global como consecuencia de los continuos atrasos causados por la pandemia. Cuando hizo las cosas bien salieron bien, y cuando hizo las cosas mal salieron mal, no hubo punto medio.
Aun así, vale la pena recordar lo bueno y lo malo que nos dejó un año que quedará a la posteridad como el epílogo del final del cine de superhéroes, la consagración de muchos directores y actores y la despedida de muchos autores. Con lo visto, apreciado y soportado en estos 366 días, llevemos a cabo nuestro divertido y educativo conteo ¡Aquí las 40 cosas que nos enseñó el cine en el 2024!
Nota: Todas las opiniones vertidas aquí son a partir del análisis y percepción de su servidor y por lo tanto no representan el pensamiento u opinión general de los que forman Cinescopia (por lo tanto, se aceptan recordatorios de madre)
1 – Que Columbia y Mosfilm cumplieron 100 años
El estudio dueño de varias propiedades intelectuales y principal distribuidor de Sony cumplió un siglo de vida, y aunque no fue su mejor año (en particular por su patológica necesidad de conservar los derechos de Spider-man hasta el fin de los tiempos) no cabe duda de que la mítica mujer de la antorcha quedará por siempre marcados en la memoria del público. Mención especial para el estudio ruso más conocido y uno de los más antiguos del país, responsable de traernos joyas como “The Cranes are Flying”, su versión de 7 horas de “La Guerra y la Paz” y prácticamente toda la filmografía de Andrei Tarkovsky (todas disponibles en su canal de Youtube, estrategia que deberían implementar otros estudios si la tendencia del streaming continúa a la baja).
2 – Que el futuro de Hollywood apesta
Cuando el Hollywood Reporter publicó una lista sobre las nuevas estrellas que dominarán la meca del cine a futuro, muchos nos echamos a llorar porque el futuro no promete mucho, ya que ponen a puro actor inflado en todos lados sin darse cuenta de que cansa la sobreexposición. Hay uno que otro que se salva o tiene potencial, pero ¿alguien realmente va a pagar para ver una película protagonizada por Zendaya, Jenna Ortega, Austin Butler o Glen Powell en solitario? Las únicas que se salvan son Anya Taylor-Joy y Florence Pugh, y aun así no son inmunes a este efecto. Como dijeron en “Birdman”: “Usted no es actor, es una celebridad. Que quede eso claro”.
3 – Que los festivales están imitando al Oscar
El triunfo que tuvo “The Zone of Interest” en los Oscares reveló una tendencia que va al alza: el resto de los festivales pareciera que quieren seguir sus pasos. Cannes premió a “Anora”, cuyo triunfo fue minimizado por la controversia alrededor de otra competidora (“Emilia Pérez”), Sundance declara ganadora a la carnada titulada “Love Me”, y Venecia se prostituyó al darle el triunfo a “La Habitación de al Lado”, una de las películas más divisivas de Pedro Almodóvar. Berlín fue el único que salió limpio con la victoria de “Dahomey”. Los europeos quieren parecerse más al Oscar y ni se molestan en disimularlo.
4 – Que el documental dio la cara por el cine
A falta de que las opciones más conocidas van cayendo o decepcionando, esto permite que géneros más menospreciados y vistos como platos de segunda mesa empiecen a verse como alternativas más viables para cambiar el trascurso del año. Es cierto que el documental está más asociado a la televisión y admitimos que ninguno de los autores de Cinescopia se especializa en el género, pero también aceptamos cuando este acercamiento más próximo a la realidad opaca a todas las demás ficciones. Por mucho una de las mejores cosechas para este género y basta una pequeña muestra: “Agent of Happiness”, “The Beach Boys”, “Jim Henson: Idea Man”, “I Am Celine Dion”, “Dahomey”, “Music by John Williams”, “Super/Man: The Christopher Reeve Story”, “Frida”, “The Remarkable Life of Ibelin”.
5 – Que Estados Unidos quiere fragmentarse
Con la polémica causada por el intento de atentado contra Donald Trump y su posterior triunfo en las selecciones de Estados Unidos, da la impresión de que los mismos gringos son los primeros que quieren independizarse de su país. Quizás no hubo mayor proyección para ese futuro apocalíptico que “Civil War”, uno de los muchos intentos de este año por predecir una posible guerra civil en la tierra de las barras y las estrellas. Más allá de la poca calidad que propone Alex Garland (otro ejemplo de director que prioriza la estética sobre la narrativa), hay que preguntarse quién sería el mayor beneficiado en este hipotético suceso.
6 – Que Denis Villeneuve es el nuevo sucesor de los Monty Python
No hay que darle vueltas al asunto ni buscar competencia, Denis Villeneuve entregó la mejor comedia del año con “Dune 2”. Una joya visualmente bella, digna de ser llamada clásico, cuyos diálogos inspiradores y personajes paródicos ejemplifican una crítica o metáfora sobre el nacimiento de un dogma, el fanatismo de los cultos institucionales o religiosos y la incredulidad de la gente por seguir a un falso ídolo. ¿Qué? ¿Qué no es comedia? ¿Qué es un épico de ciencia ficción con coreografías de Power Rangers que exige ser tomado en serio? ¡Entonces es una estupidez pretenciosa alabada por gente que cree que el cine se inventó en el 2000! Por favor, es más creíble que Chani le diga a la gente que Paul “no es el Mesías, es un chico muy travieso”.
7 – Que Yorgos Lanthimos nos vio la cara a todos durante toda su carrera
¿Recuerdan las alabanzas que le hicieron al griego por el éxito de “The Favourite” y “Poor Things”? Pues “Kinds of Kindness” nos hizo dudar de la capacidad del director, una antología pastiche que se la pasa copiando de otras fuentes sin aportar nada propio y que ya es considerada la peor película de su filmografía. Una cosa es tomar inspiración de un par de fuentes y otras es que sean tan, pero tan obvias (al menos Tarantino lo admitía abiertamente). Hay que esperar a “Bugonia” para ver si esto fue un accidente o una verdad incómoda.
8 – Que filia invertida muy divertida
Cada uno tiene sus preferencias y fantasías, pero desde hace algunos años ha empezado a proliferar y hacerse más fuerte la idea de una relación entre una mujer mayor y un hombre joven. Nadie se queja, pero películas como “The Idea of You” y “Babygirl” no hacen más que cuestionar si estas historias más bien son excusas para romantizar una parafilia por parte de ambas mitades (nadie dice nada, pero si fuera al revés…). Por si fuera poco, premiar a Nicole Kidman por esta cosa desprestigia más los festivales, ahora resulta que la Copa Volti vale menos que un vaso promocional de Coca-Cola.
9 – Que la acción tendrá que esperar otro año
Muy pocas propuestas dedicadas completamente a la acción este año y todavía menos aquellas que valgan la pena, tal parece que los días lejanos con héroes clásicos se están quedando atrás (y las que lo intentan se parecen más a fracasos como “The Beekeeper”). Una de las más llamativas fue “The Fall Guy”, una idea interesante echada por la borda por un guion repleto de conveniencias que sucumbe al problema de tomarse demasiado en serio. La otra es la divertida “Monkey Man” con Dev Patel debutando en la silla del director, pero que no deja de ser otra copia de “John Wick” que evidencia que la fórmula de David Leitch y Chad Stahelski comienza a desgastarse. Por mucho, la mejor opción recayó en China con “Twilight of the Warriors: Walled In”.
10 – Que el primate aún permanece en la cima
“Planet of the Apes” es uno de los casos más sorprendentes en cómo una franquicia, pese al paso del tiempo y la cantidad de secuelas, conserva los estándares de sus predecesoras al mismo tiempo que construye un nuevo camino en el cual cimentarse. La nueva entrega “Kingdom” estará por debajo de la trilogía de César, pero guarda el respeto y sigue en la misma línea de antes, y con las bases listas para una nueva trilogía a futuro, es fácil ver por qué esta saga ha dejado en ridículo a muchas de su época y posteriores que simplemente no supieron detenerse.
11 – Que hasta Mad Max puede volverse melodramático
Alguien dígale a George Miller que lo suyo es hacer chocar carros y contar cuentos infantiles, no sirve para hacer dramas adultos. Eso va desde los inicios de su carrera, pero el australiano sigue insistiendo con querer ser tomado en serio y ese defecto finalmente llegó a su saga insignia. “Furiosa” dista de ser mala (y siendo justos, su predecesora dejó el listón tan alto que era imposible superarla), pero es inevitable verla como decepción tomando en cuenta las expectativas que había detrás. A esto hay que añadir la fallida elección de Anya Taylor-Joy en el reparto, porque por muy buena actriz que sea, no se parece en nada a Charlize Theron. Con el futuro de la franquicia al borde del abismo, y considerando la edad de su realizador, puede que estemos ante la última aventura de este universo.
12 – Que el cine latinoamericano se recupera de a poco
A falta del estreno de “Aún Estoy Aquí” (que viene con altas expectativas por sus excelentes críticas en Cannes), esta parte del mundo dio una buena cosecha para la posteridad, en especial de Argentina (“El Jockey”) y México, ésta última con buenas propuestas que prueban que aquí también hay calidad (“Sujo”, “Correr para Vivir”, “A Cielo Abierto”) y que se sobreponen a las polémicas de obras como “Pedro Páramo”, “La Cocina” y “Todos los Incendios”, que sin ser malas, no dejaron completamente satisfechos a crítica y público. Esfuerzos de a poco que nos hacen olvidar cosas como “Straight” (la cual, por cierto, tiene la peor escena del año).
13 – Que Disney depende de sus propiedades para sobrevivir
¿Recuerdan cuando el año anterior todos pronosticaban la caída del imperio del ratón asegurando que lentamente decaería hasta que no quedara nada y todos veríamos un final feliz que acabara con su monopolio de una vez por todas? Sí, tomando en cuenta nada más la recaudación que tuvieron “Inside Out 2” y “Moana 2”, esos días ya terminaron (sin mencionar que la gente acaba de darle más razones para seguir apostando por nostalgia en vez de proyectos nuevos). Todavía hay dudas en sus adaptaciones live action de sus cuentos clásicos como el caso de “Mufasa” y el inevitable descalabro que será “Blancanieves”, pero el castillo sigue de pie… al menos por ahora.
14 – Que en superhéroes hay oferta de 2×1
Continuando con el punto anterior, no hace falta ver el resto de este subgénero ya desgastado y necesitado de un respirador artificial para subsistir (salvo una excepción en el siguiente punto). La esperada reunión entre “Deadpool and Wolverine” fue todo lo que hizo falta para darle no una despedida, pero sí un más que digno epílogo a una catástrofe anunciada. Ni siquiera es la mejor entrega del cazarrecompensas, pero es de los blockbusters más entretenidos, con una de las mejores secuencias del año (ambos mutantes luchando contra la Deadpool Corps al ritmo de Madonna), y por mucho, el mejor insulto del año.
15 – Que Joaquin Phoenix perdió la cabeza
Las historias detrás de escenas sobre cómo se concibió “Joker: Folie à Deux” nos confirmaron que Joaquin Phoenix fue maldecido por Oscar. Dejando de lado si esto es una traición al personaje por la forma en que es retratado (un ser patético, aniñado y falto de atención), Una secuela que no justifica su existencia al recurrir a repetir más de lo mismo, pero sin factor sorpresa y cuyos cambios (representados en los olvidables números musicales) son un recurso engaña bobos que ya pone a cuestionar si los triunfos de la original fueron justos o pura tendencia. Ni con una desperdiciada Lady Gaga tendrá el impacto que tuvo la original e incluso les da la razón a los detractores.
16 – Que Dreamworks tuvo que ir al infierno para entrar al cielo
Tal como si fuera Dante Alighieri, Dreamworks atravesó el más bajo de los avernos hasta permitirle su entrada al paraíso. Primero con la asquerosa secuela de “Megamente”, luego con “Kung Fu Panda 4”, una secuela que no terminó por convencer, después con la entretenida, pero olvidable “Orion and the Dark”, y finalmente con “The Wild Robot”, uno de los mejores relatos sobre la maternidad y que tiene vía libre para ser la mejor película del año. Con secuelas ya confirmadas, esperemos que los pescadores de luna apunten tan alto como alguna vez lo hicieron con la saga “How to Train your Dragon”.
17 – Que la animación reclama sus derechos como arte
Abarcando a las demás opciones del medio, también hubo buenas alternativas por parte del extranjero y el cine independiente, que le dan más variedad y opciones a la audiencia. Así, la bonita “Flow”, la deprimente “Memoirs of a Snail”, la espectacular “Ultraman: Rising”, la personal “Look Back” y la infravalorada “Transformers One” aportan cada una un granito de arena y nos hacen distraernos de cosas como “The Garfield Movie” o “Despicable Me 4”. ¿Cuándo llegará el turno de Latinoamérica de entrar en esta sección?
18 – Que Kubrick tal vez tuvo razón
El mítico director estaría orgulloso al ver cómo su teoría conspirativa del aterrizaje lunar dio pie a una divertida comedia romántica que retroalimenta todavía más el mito alrededor de dicho evento. Aunque a “Fly Me to the Moon” se le ha hecho de menos por otras propuestas mejor realizadas o más llamativas, la realidad es que este thriller cómico está lleno de referencias que toman ventaja de ese mito y una historia simple. Todavía tiene al inexpresivo Channing Tatum o uno que otro chiste que no funciona. Pero bueno, ¿quién le negaría la entrada a Scarlett Johansson?
19 – Que el videojuego pende de un hilo
La explosión y euforia causadas por esta forma de entretenimiento no pudo sostenerse del todo con estrenos como “Borderlands”, una copia barata del trabajo de James Gunn que apunta a estar entre las peores películas del año. No obstante, también hubo momentos de paz y hasta entretenimiento con la tercera entrega de “Sonic”, que de la mano de una doble interpretación de Jim Carrey y sin innovar en nada, dejó en ridículo a casi el resto de blockbusters de la temporada. La tendencia va en aumento, pero también la dubitativa consistencia, habrá que esperar a ver a qué lado se inclina la balanza.
20 – Que Tim Burton, Ridley Scott, Robert Zemeckis y Francis Ford Coppola deberían estar en un museo
Ocurrió un fenómeno peculiar este año, donde varios directores consolidados y reconocidos entregaron bazofias tan grandes que nos hicieron preguntar cuestiones sobre la edad mental, la capacidad directiva, la importancia de renovar el estilo y la adaptación a tiempos modernos. Lo cierto es que por fracasos como “Beetlejuice Beetlejuice”, “Gladiator II”, “Here” y “Megalopolis” (esta última rompió récord al convertirse en la segunda carnada de Oscar en la historia perteneciente al género de la ciencia ficción), estos 4 directores estarán en un proceso de reflexión sobre si vale la pena continuar manchando su carrera con estos proyectos o si es mejor retirarse de una vez.
21 – Que Clint Eastwood nos dejó un ¿último regalo?
Como contrapunto al anterior, quien sí supo reponerse es el antiguo director pistolero, quien no pierde el toque y sabe cuándo hacer un buen trabajo, reteniendo su estilo justiciero, pero adaptado a tiempos actuales. Su mejor película desde “Gran Torino”, “Juror #2” es una de las sorpresas ignoradas del año que además consolida a Nicholas Hoult como un gran actor. Si Eastwood decide retirarse, este homenaje a Sidney Lumet sería una buena despedida a su carrera.
22 – Que la vejez fue dignificada
A medida que la generación Baby Boomer comienza a desaparecer, también hacen acto de presencia historias sobre la concientización a la última etapa de la vida y la soledad que vendrá en la vejez. Las más destacadas son la tailandesa “How to Make Millions Before Grandma Dies”, un conmovedor melodrama que ya es considerada una de las mejores películas del año, y la divertida “Thelma”, que dio a conocer a todos el nombre de June Squibb. Un par de obras que reflexionan alrededor de una fase a la que muchos de nosotros esperamos llegar.
23 – Que el musical se desató
No pudo haber mayor disparidad que en este género tan amado y odiado por muchos. Mientras el público alaba ciegamente a la entretenida, pero inflada adaptación de “Wicked” por la fidelidad a la obra de teatro y tener a Ariana Grande (pese a su postura progre y que dura demasiado), todo el mundo ignora que el mejor musical del año pertenece al grupo de rap irlandés “Kneecap”, una oda a la importancia cultural de preservar el lenguaje natal por sobre el anglicismo. Sin duda una muestra de que cada uno elige sus preferencias.
24 – Que el terror juega al sube y baja
Otro año con diversas propuestas, pero con resultados disparejos en cuanto a calidad y que aun así no desanimarán a los más clavados en el género. Por lado se hayan propuestas interesantes como “Smile 2”, “Terrifier 3” y “Blink Twice”, por otro hay decepciones como “Speak no Evil”, “Maxxxine” y “I Saw the TV Glow”, cochinadas como “Trap” y otras más divisivas como “Longlegs”, “Heretic“, “Oddity”, “Immaculate” y el “Nosferatu” de Robert Eggers. No obstante, pese a la cantidad de opciones, las mejores y más llamativas merecen un espacio aparte.
25 – Que Alien es libre en manos de Disney
¿Cuál fue la fórmula que se necesitó para que el legendario xenomorfo entregara la mejor secuela desde aquella lejana joya dirigida por James Cameron? Simple: regresar a los orígenes, respetar la tensión y el miedo generados por el vacío del espacio exterior, colocar a uno de los mejores personajes de la saga en la forma de David Jonsson. Pero lo más importante: quitar a Ridley Scott de cualquier área en la que pudiera seguir involucrado para refrescar a la saga. “Alien Romulus” es la prueba de que, cuando se quieren hacer las cosas bien, hasta las franquicias más viejas pueden renovarse. Ahora la pregunta es: ¿cuándo le tocará a “Terminator”?
26 – Que Demi Moore regresó más bella que nunca
El fenómeno del año recayó en una expansión del body horror de David Cronenberg que incluyó un más que directo y aterrador comentario sobre la perpetuidad de la juventud, la estigmatización de la industria fílmica a la mujer llegada a cierta edad y la autovaloración y autoaceptación de la propia imagen. Cae en los excesos al final, pero “The Substance” dará de qué hablar a futuro. Y lo más importante: consolidó a Margaret Qualley como una promesa a futuro y nos recordó lo bella y talentosa que es Demi Moore al entregar la mejor actuación de su carrera. ¿Moraleja? Si vas a beber de la fuente de la juventud, hazlo con moderación.
27 – Que Luca Guadagnino perdió cualquier atisbo de credibilidad como director
Por si todavía hay alguien que crea que el italiano es un director medianamente decente al que hay que seguir, nada más permítanos recordarles el par de esperpentos que nos dejó. El primero, la horrible “Challengers”, un intento de thriller que sólo nos hace ver la urgencia de Hollywood por consolidar a Zendaya como una buena actriz (cuando dista mucho de serlo). El segundo, la horrenda “Queer”, OTRO romance gay que romantiza la pedofilia pese a la polémica generada por dicha parafilia. ¿En serio hay algún espectador allá afuera que le guste esto?
28 – Que Pablo Larraín tocó techo
El experto en hacer biopics con un estilo particular como personal agotó su fórmula con “María Callas”, otro caso de película hecha exclusivamente para ganar premios y hacer lucir a su actriz principal. Es innegable que este proyecto le da a Angelina Jolie la mejor actuación de su carrera (por encima de sus otras nominaciones), pero comienza a dar manifiestos de redundancia narrativa gracias también a su repetida colaboración con Steve Knight. Sea cual sea la razón, ha desafinado hasta el punto de cuestionarnos si debe regresar a su tierra natal para recuperar credibilidad.
29 – Que a Francia la amas y la odias
No hay otra forma de describir lo que ha hecho el país galo, no la hay. Es tan bipolar con su gente y en sus relaciones internacionales que ahora entendemos más a esa joya llamada “La Haine”. Por un lado, te puede dar un entretenido blockbuster como la nueva versión del “Conde de Montecristo”, digno de estar entre lo mejor del año pese a las diferencias con respecto al libro. Y por otro, te puede dar una asquerosidad engaña bobos como “Emilia Pérez”, que levantó polémica en México porque Jacques Audiard no hizo investigación de campo y convirtió al país en el ombligo de la luna en una telenovela estereotipada, inhumana e insultante que pone al narco como héroe nacional (hasta nos duele la pinche vulva nada más de acordarnos de ella). ¿Será un desquite suyo por lo hecho con “Napoleón” el año anterior?
30 – Que el western dio un solo éxito
Un año realmente pobre para el género americano por excelencia al no haber ninguna apuesta segura. De modo que es irónico que el mejor exponente haya sido una película del año anterior (pero que por motivos de fecha de estreno cuenta para el actual) El segundo largometraje de Viggo Mortensen en la dirección sorprendió a propios y extraños cuando “The Dead Don’t Hurt” construye un relato universal alrededor de la figura femenina y ensalzarla como un ejemplo a seguir en el futuro. Una historia de sacrificio, arrepentimiento, redención, pero sobre todo, mucho amor.
31 – Que Jason Reitman se recompuso con un homenaje a la televisión
Tras 4 fracasos de crítica consecutivos, Jason Reitman entregó una de las películas más ignoradas del año. Está lejos de ser una de las mejores, pero “Saturday Night” es un más que digno homenaje al conocido programa de televisión provisto de actores de la talla de Gabriel LaBelle, Rachel Sennott, J.K. Simmons y Cory Michael Smith. Una fiesta visual que rinde tributo a los programas de medianoche, la comedia tipo Stand-up, el desenfreno de la generación X y que refleja una buena crítica a la producción televisiva. Una probable candidata a revaloración futura.
32 – Que la iglesia sigue metida en controversias
Al inicio, “Conclave” apuntaba a ser OTRO relato sobre los secretos que oculta la iglesia católica, pero fue una grata sorpresa ver que es, antes que nada, la difícil situación que implica el proceso de elegir un nuevo Papa, apoyada por las grandes actuaciones de Ralph Fiennes y Stanley Tucci. No se salva de tener conveniencias argumentales y un final bastante abrupto y sacado de la nada, pero este thriller político-religioso dejará al más escéptico con la boca abierta. Quien sabe, quizás sea un paso para empezar a tomar al catolicismo más en serio en vez de ser la misma broma.
33 – Que Sebastian Stan se está convirtiendo en un buen actor
Un caso que llamó mucho la atención es que aquel sujeto que todo mundo identificaba solamente como el Soldado del Invierno comenzó a aparecer en películas que demostraron la calidad que tiene fuera del círculo de superhéroes. La primera es “A Different Man”, considerada como la contraparte masculina de “The Substance”, pero en plan serio. La segunda es “The Apprentice”, cuya personificación de un joven Donald Trump le alcanzó para algunas nominaciones a mejor actor. Ahora viene lo más difícil: que abandone Marvel de una vez por todas.
34 – Que Pedro Almodóvar se agringó
Como suele pasar con muchos directores cuyo talento y estilo es mermado y rebajado tan pronto hacen la transición a suelo estadounidense, el manchego entregó la película más divisiva de su carrera. Los más fieles seguidores la consideran una traición a su palabra, los detractores una alternativa al cine comercial y los menos conocedores un buen punto para introducirse a su filmografía. Sea como sea, “La Habitación del al Lado” dio mucho de qué hablar. ¿Recuerdan cuando a Almodóvar le propusieron dirigir “Brokeback Mountain”, pero él se negó porque no quería someterse a Hollywood? Las cosas que suelen pasar por dinero o prestigio.
35 – Que Sean Baker dio a conocer su nombre al mundo entero
Aunque el experto en humanizar a la industria del entretenimiento para adultos empezó su carrera desde los 2000, no fue hasta la nominación de Willem Dafoe como actor de reparto por “The Florida Project” que la gente se aprendió su nombre. Sólo bastaba un empuje extra para dar a conocerse en la industria, y esa ayuda llegó en la forma de la Palma de Oro que ganó “Anora”, una de las mejores películas del año y que seguramente le dará el Oscar a Mejor Actriz a Mikey Madison. Sin duda Sean Baker acaba de grabar su nombre con letras de oro en la historia del cine.
36 – Que siempre se deja lo mejor para el final
Todavía falta por estrenar en algunos territorios, pero las palabras de la crítica acuerdan en que la obra Brady Corbet no sólo es la mejor película de un año que ha quedado a deber en comparación con el anterior, sino que va a convertirse en un referente a futuro. “The Brutalist” es una exploración del sueño americano, la xenofobia que sufre el inmigrante a diario y la apropiación cultural que muestra la enfermiza sociedad que es realmente Estados Unidos, un país carente de identidad propia que solamente sigue existiendo por un nacionalismo patriotero y exacerbado.
37 – Que fue el año de Willem Dafoe
Además de obtener su propia estrella en el Paseo de la Fama, el veterano actor tuvo uno de sus años más activamente prolíficos: “Kinds of Kindness”, “Beetlejuice Beetlejuice”, “Saturday Night”, “Zero” (una película independiente donde presta su voz) y “Nosferatu”. ¿Hay algo que no sepa hacer este señor?
38 – Que el mundo idolatra a Sydney Sweeney
Hay muchos detractores que la envidian hasta el hartazgo, tiene el peor agente del mundo, aparece en 3 de los peores fracasos taquilleros y críticos del año (“Madame Web”, “Anyone but You”, “Eden”). ¡¿Pero a quién le importa?! Sydney Sweeney, aparte de hermosa y estar orgullosa de serlo, es más humilde que el resto de las actrices de su generación. Además, al contrario de esas otras, tiene potencial para consolidarse como una de las mejores. Le deseamos lo mejor y esperamos que pueda demostrarnos su verdadero talento a futuro.
39 – Que México adoleció de las defunciones más que nadie
Otro año con muchos que nos han dejado (Georgina Hale, Norman Jewison, Carl Weathers, Eleanor Coppola, Bernard Hill, Roger Corman, Morgan Spurlock, Anouk Aimée, Donald Sutherland, Shelley Duvall, Rachael Lillis, James Earl Jones, Maggie Smith, Olivia Hussey, Kris Kristofferson, Teri Garr, Quincy Jones, Tony Todd, Wolfgang Becker, Marisa Paredes), pero hay unos en especial que afectaron al pueblo mexicano: Akira Toriyama (creador de Dragon Ball, Dragon Quest y Dr. Slump), los actores de doblaje Adrián Fogarty, Jaime Collepardo, Verónica Toussaint y Erika Robledo, y Silvia Pinal, la última diva del cine mexicano. Que en paz descansen.
40 – Que Cinescopia expandió su dominio
Estamos a tan sólo un paso de darnos a conocer a todo el mundo ajeno a las redes sociales e Internet, y eso se lo debemos a ustedes: los lectores y seguidores que nos han seguido a través de los años (o recién nos van descubriendo). Gracias a todos por apoyarnos y manténganse a la espera de nuevos proyectos.