Las 50 Mejores Películas sobre la Maternidad

El cine como un reflejo de la sociedad nos ha mostrado a lo largo de la historia la importancia de una figura maternal; desde la lucha incansable por procurar el bienestar de su hijo, la manera en como su amor no conoce límites y la perspectiva más curiosa; el punto de partida del retrato psicológico de algunos personajes (especialmente de lo más Siniestros) Es por eso que en este día, recordamos las películas más relevantes alrededor del tema de la maternidad que nos ha regalado el mundo del cine con historias tan pintorescas desde aquellas dónde hay mucha madre hasta otras que no lo tienen.

 

Stella Dallas, Dir. King Vidor, 1937)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

Stella Dallas es una mujer humilde, decidida a mejorar su posición, lo cual logra con un intempestivo matrimonio con el dueño del molino en el que trabaja. El nacimiento de su hija provoca en Stella un cambio radical, tornando sus preocupaciones hacia el bienestar de la pequeña. La humildad de Stella se contrapone con el sofisticado mundo en el que su esposo planea vivir y con el que su hija aspira a pertenecer, obligándola a tomar la decisión más difícil para cualquier madre, en pos del bienestar de su hija. La película podría no haber pasado de ser un melodrama común, pero bajo la dirección maestra de Vidor, se convierte en un excelente estudio social y afectivo. Akira Kurosawa la citaba entre sus películas favoritas.

 

The Grapes of Wrath (John Ford, 1940)

POR EL FETT

El más imponente relato sobre La Gran Depresión, es también una cátedra sobre ritmo, actuación y dirección de Ford. Aunque por la época no es considerada una road movie, su desarrollo y elementos son acordes a dicha categoría al plasmar con rigor y veracidad la desesperanza y supervivencia humana en un éxodo trágico y familiar, donde un grupo de desamparados, parte hacía la tierra prometida de California tras perder sus propiedades, trabajos y esperanza. Para hacer contrapeso a la tragedia, Ford sacrifica a Fonda, pero envuelve de un ambiente de esperanzadora aventura a la figura central de la cinta: la familia. Resaltar nuevamente por encima de Fonda el papel de la matriarca, principal vehículo de la narración

 

Dumbo (Ben Sharpsteen, 1941)

POR DASTAN

Adaptada del cuento infantil escrito por Helen Aberson. Es la cuarta producción de Disney, ganadora de un oscar, la primera en exponerse en home video y fue el segundo éxito taquillero de los estudios. La baja calidad en su animación es cuestionada por fans y críticos (el estudio realizó una animación estilo cartoon básico para reducir costos de producción), pero lo rescatable es su historia y los temas sociales correctamente establecidos con varias secuencias bien ejecutadas que la convierten en un film inolvidable, secuencias como: la llegada de las cigüeñas, el arresto de la madre, los elefantes rosados y Dumbo payaso en el incendio del edificio. Uno de los primeros personajes animados con discapacidad que debe enfrentar la crueldad del bulling.

 

Bambi (David Hand, 1942)

POR URIEL SALVADOR

Una historia hecha como una oda a la naturaleza, a su fuerza cíclica, a la importancia de la cadena existencial de la que todos somos parte. Su historia y temática son tan sencillos y a la vez tan complejos que impregnan a sus personajes de un carisma y una ternura insospechados, y complementados con el estilo visual y la música, le da forma a la atmósfera del bosque. Puede tener la peor transición de la historia del cine, pero es un viaje a través de la risa, el aprendizaje, la reflexión, el asombro, el amor y la tristeza, todas experiencias por las que cada uno de nosotros pasamos y experimentamos en nuestra vida. Además, mucho antes de Mufasa, Disney nos presentó uno de los momentos más traumáticos de la infancia.

 

Mildred Pierce (Michael Curtiz, 1945)

Por Edgar del Valle

Magnífico melodrama noir dirigido por Michael Curtiz y protagonizado por una excelsa Joan Crawford, y donde se  develan ciertos matices inconfundibles de la estética visual de carácter expresionista de su director, en esta historia sobre una mujer que es investigada por el asesinato de su marido. El guion está adaptado de una de las novelas de James M. Cain, autor entre otras de las excelentes “Perdición” y “El cartero siempre llama dos veces”. Curtiz que puso en pie una película con aires de cine negro mezclado con lluvia de melodrama creando así una obra muy especial, una película con el espíritu de 1945, con una América de luces y sombras, de final de guerra, de tiempos duros.  La cinta recibió Oscar a Mejor actriz para la excelsa Joan Crawford.

 

Imitation of Life (Douglas Sirk, 1959) 

POR EDGAR DEL VALLE

Una película que habla de la vida misma, del racismo, de los fracasos y los triunfos, de la ambición, del amor, de la amistad, de la aceptación de uno mismo, de la juventud. Cinta que nos vuelve a permitir la calidad de Lana Turner en el papel de una mujer viuda talentosa, con una hija en pleno crecimiento y un fotógrafo que se enamora de ella. Una estupenda película que con el pasar de los años se ha vuelto una influencia melodramática para el consecuente formato televisivo, y donde Turner regala una magnífica actuación. Como dato curioso, es un remake de la película homónima de 1934, que a su vez tuvo dos versiones mexicanas tituladas “Angelitos Negros”, una en 1948 y otra en 1970

 

Bellisima (Luchino Visconti, 1951) 

POR EDGAR DEL VALLE

Un drama del neorrealismo italiano (considerada como una de las mejores piezas del cine italiano), en donde esta actriz protagoniza el rol de una madre que está obsesionada por que su hija triunfe en el mundo del espectáculo a costa de cualquier sacrificio, lo que es aprovechado por un defraudador. Infaltable en la filmografía de esta actriz, de la cuál Federico Fellini comentó “Ella es Roma”. Un trabajo que deja claro el porqué es considerada una de las mejores actrices italianas de todos los tiempos y por supuesto del cine mundial, dando vida a una madre enfermiza y casada con una sola idea. La cinta también funge como uno de los ejemplos más trágicos del tópico de “cine sobre cine”.

 

Ballad of a Soldier (Grigory Chukhrai, 1959)

POR URIEL SALVADOR

Grigori Chukhrai realiza una magnífica parábola sobre 3 amores y un desamor, todos erosionados por las acciones de la guerra. Sin embargo, resulta muy íntima al reafirmar muchos valores humanistas como la necesidad de afecto y amor, la solidaridad entre compatriotas, la honradez y la sinceridad, logrando un contraste con la devastación irreparable que causa el conflicto bélico. Una sutil manera de decir que el soldado merece el derecho a tener una vida normal y que el amor de madre es eterno, porque ella siempre nos espera sin importar el paso del tiempo, pero también un recordatorio para saber comprender y disfrutar la belleza de la vida.

 

Psycho (Alfred Hitchcock,1960)

Por el Fett

Hitchcock implementa el recurso macguffin para introducir a su anti héroe, la cual según sus estándares y yendo en contra de todos los estatutos narrativos de la época, deberá morir hacia la mitad de la cinta ¡Imaginen eso en el 60! Una verdadera revolución solventada por el suspenso y horror psicológico, un asesino monstruoso y carismático y uno de los giros de tuerca más famosos. La fama de este film es comprensible, pues aquí convergen todos los elementos narrativos de Alfred: una afectada anti héroe que tambalea su empatía hacía con el espectador, la exaltación de la figura femenina provocativa y sensual, la incursión del asesino, la increíble banda sonora, las tensas escenas de diálogos, un giro memorable y por supuesto esa bañera

 

Rosemary’ Baby (Roman Polanski, 1968)

Por el Fett

Uno de los más grandes clásicos del terror es también una de las llamadas “cintas malditas” por los consecuentes hechos en la residencia de Polanski y Tate. Rosemary’s Baby acapara con perfección el calificativo de “diabólico”, y es que a diferencia de otras joyas del género, esta guarda una peculiaridad narrativa pocas veces replicada en el celuloide, y ese es el triunfo de mal sobre el bien, un mal no fantasioso, imposible o increíble, sino como en todas las de su estirpe, uno real, palpable, cercano, “El mal” en toda su expresión. Escabrosa, la combinación de la maternidad y la inocencia “infantil” con aquella secta y tenebrosa criatura dan lugar a uno de los mejores finales del cine, con aquella madre meciendo la cuna de su bebé ¿esperanzado? ¿o un poco confundido?

 

Sounder (Martin Ritt, 1973)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

Considerada una de las obras cumbre de la experiencia afroamericana en E.U., Sounder nos cuenta la inspiradora historia de una familia de granjeros de Louisiana, quienes durante la época de la Gran Depresión viven no sólo una crisis económica, sino también una social y personal. La familia se verá forzada a sobrevivir sin la presencia del padre, quien ha sido encarcelado por robar para alimentar a su familia. Rebecca, su esposa, hará hasta lo imposible por sacar a flote a su familia durante la ausencia del padre, enfrentándose a un sistema dominado por hombres blancos en el que, sin embargo, podría haber una luz de esperanza al final del túnel. Con una gran partitura y actuaciones sobresalientes, Sounder es una película honesta y completamente humanista.

 

Alice Doesn’t Live Here Anymore (Martin Scorsese, 1974)

POR EL FETT

Lo que pudo ser en las manos equivocadas un cualquiera telefilm de Hallmark, bajo la solvencia directiva de Scorsese y la poderosa y pasional actuación de Burstyn, convirtieron a este relato en un vehículo dramático complejo sobre fortaleza e independencia femenina. La actuación de Burstyn va más allá del talento o “encargo”, pues fue ella misma la que compró los derechos sobre el guion y se encargó de buscarle director, siendo Scorsese el indicado para promover lo que también es una entretenida road movie que escapa a los estereotipos y tendencias sobre la feminidad y que aún en idea resultan más tan interesantes como trasgresores. Los esfuerzos de la actriz serían recompensados con el único Oscar de su carrera

 

Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles (Chantal Akerman, 1975)

POR URIEL SALVADOR

Más allá de la controversia causada por ser nombrada “la mejor película de la historia” (algo exagerado y que sólo la hará más divisiva de lo que ya es), retrata las consecuencias del silencio y el aislamiento por períodos prolongados. Akerman limita el diálogo y usa tomas largas para plasmar por 3 horas el entumecimiento mental causado por la cotidianidad, logrando que uno sienta lo mismo que estas personas encerradas en un círculo vicioso donde la muerte es quizás el único camino de escape. Una experiencia más común de lo que podría pensarse porque esa vida de autómata es el mundo entero para muchos, aclara que si le dices a alguien lo que sientes, es probable que lo entienda.

 

Carrie (Brian De Palma, 1976)

POR TEDDYE ZAPATA

Carrie, de 1976, sería la primera adaptación cinematográfica de un libro de Stephen King y que rápidamente se convertiría en un clásico de terror y en una de las historias de venganza más memorables del cine. La cinta de Brian de Palma es un retrato de lo que pasa cuando presionas demasiado los límites de una persona a la que crees que le tienes tomada la medida. Pero todos tenemos un tope, aunque no todos tenemos poderes, como Carrie, quien en su punto de quiebre nos regala unos de los clímax más satisfactorios del género, dando rienda suelta a sus capacidades telequinéticas para cobrar venganza de todo el que en su momento haya hecho mofa de su persona.

 

Kramer vs. Kramer (Benton, 1979)

POR EL FETT

Para los que solo ven Netflix, seguramente Historia de un Matrimonio los dejó en shock, pero para los que en realidad conocen y saben que hay cine fuera de su televisión, damos cuenta que Kramer vs Kramer es la líder en cuanto a narraciones matrimoniales fallidas se refiere. Muchas son las razones: primero, la aquí ganadora del Oscar desata una de las mejores “anti” relaciones histriónicas que se hayan dado, un duelo de talentos que llega a términos emocionales insospechados de parte de Streep y Hoffman. Con una naturalidad impresionante que permite familiarizarse de manera inmediata con las emociones y los errores de ambos, Streep conseguiría su segunda nominación al Oscar, pero también el trampolín perfecto para la llegada a su corona.

 

Ordinary People (Redford, 1980)

POR EL FETT

Ordinary People (póster) - Robert Redford¿Recuerdan que Redford quiso ser director de teatro antes que actor? Pues bueno, en su debut directivo pero fílmico, el ahora narrador da una cátedra de como un relato peligrosamente amenazado por la manipulación y el melodrama, se puede convertir a partir de un desarrollo de personajes e impresión de ritmo y situaciones precisas, en uno de las historias domésticas más impactantes en el rubro emocional y por ende mejor actuadas. Cuatro Oscar incluyendo película y director, Redford escapa de esa “manipulación” para plasmar un drama auténtico, creíble y causante de la más fina y honesta lágrima de la audiencia. Lástima que él mismo nunca alcanzara este nivel nuevamente.

 

The Secret of NIMH (Don Bluth 1982)

Por el Fett

Su primera pieza es una obra maestra, una “joya oculta de la animación” que precisamente apunta no solo al “ocultismo” (como un excelso mcguffin), sino a una aventura de símbolos y contextos más adultos y que a la par logra una serie de sublimes alegorías sobre temas de índole más sociales, económicos y por supuesto mentales. Sombrío y desesperanzador es su desarrollo como complejo y sorprendente es su giro, este tétrico y valeroso viaje maternal significó en una primera instancia para Bluth un fracaso de taquilla y crítica, puesto que la audiencia no estaba acostumbrada a metáforas tan rígidas y ajenas a las moralejas “de cuento de hadas”, sin embargo el tiempo sería sabio y colocaría a este literal “secreto” como no solo su mejor obra, sino como una cinta de culto

 

The Terminator (James Cameron, 1984)

Por el Fett

La sencillez de un guion que de manera concisa establece la lógica del tiempo y espacio sirvió para representar dentro de un loop patriarcal, el cuento matriarcal del género por excelencia. Un icono de los 80 y símbolo del empoderamiento femenino fílmico, su historia representaría una especie de manual argumental para consecuentes obras. Es inevitable no mencionar el aspecto histriónico; por un lado una debilidad soberbiamente encausada por una figura de acción en su papel más memorable gracias a su ausencia de registros (que lo llevó a la consolidación de su carrea), y por el otro una figura que se convertiría en la matriarca pura de la SF. Aunque la acción se encuentra impresa, su accidental dramatismo la convierte en algo excepcional, un clásico instantáneo y vigente.

 

Terms of Endearment (James L. Brooks, 1983)

POR EL FETT

Jack y MacLaine se las ingenian para construir una química excepcional en un romance sobre la soledad y/o el abandono. L. Brooks estructura uno de las tragicomedias más catárticas y cursis del cine gringo, que si bien está casi narrada y hecha estrictamente para los ojos y apreciación de las cinéfilas jóvenes y adultas (tal vez la chick-flick mas chick y más flick de la historia), es en el desempeño de Jack donde se encuentra ese delgado equilibrio, en el papel de un desenfrenado astronauta retirado que en su objetivo por el aún sentirse joven cae enamorado de su vecina con la que comparte solo una cosa: la edad, suficiente rol para hacerse acreedor a su segundo Oscar (pese a que la cinta se ha catalogado como una de las más débiles galardonadas del Oscar).

 

Places in the Heart (Robert Benton, 1984)

POR EL FETT

Muy criticada en su momento por ser una obsesión de su director por equiparar a otros símiles del pasado en cuanto a las tragedias de la Gran Depresión, sin duda lo que terminó por llevar su balanza hacía el recuerdo fílmico fue la ostentosa y desgarradora actuación de Field como una madre viuda que debe hacer frente a la pobreza y las dificultades de aquella situación, respaldada por otros personajes (Malkovich y Glover en excelentes labores) que solo sirven para ensalzar un gran manifiesto dramático que la llevó a hacerse de su segundo Oscar. Una actriz de gran carácter y que en su brillantez siempre proyectaba personajes emocionalmente complejos y con una naturalidad abrumante, no hay que olvidar que estamos ante una justa ganadora de 2 Oscar

 

Mask (Peter Bogdanovich, 1985)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

Basada en una historia real, Máscara cuenta la historia de Rocky, un muy inteligente joven quien padece una enfermedad que le ha alargado y deformado el cráneo, dándole un aspecto repulsivo y monstruoso. Su madre, una excéntrica y depresiva motociclista quien lo protege en exceso, y peleará con cualquiera para ofrecerle la aceptación e inclusión, así como la posibilidad de cumplir su sueño de recorrer Europa en motocicleta. Cher ganaría con este papel el Premio a Mejor Actriz en el Festival de Cannes y vería catapultada su carrera histriónica. La sensibilidad de Bogdanovich en la dirección convierten este en un film sutil, lleno de esperanza y valor.

 

Aliens (James Cameron, 1986)

Por el Fett

Varias virtudes por enumerar. La primera de ellas es su funcionalidad como cinta bélica; la segunda es su uso como acción, con un ritmo trepidante que encaja perfectamente en el tercer don: suspenso y horror que respetan y evolucionan los estatutos de este mito. A partir esta comunión claustrofóbica parece solo causalidad la edificación de la mayor heroína de acción, pero más importante, su posicionamiento como una de las cintas más fructíferas e interesantes en cuanto la proyección del rol maternal y matriarcal refiere (de las dos partes, alien y humana), incluso siendo un precedente para el feminismo en tiempos mucho más honestos que artificiales. Para muchos la mejor de la saga, el equilibrio que logra Cameron es imprescindible.

 

Throw Momma From the Train (Danny De Vito, 1989)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

 

Steel Magnolias (Ross, 1989)

Risas y lágrimas con las vidas de estas seis mujeres que son grandes amigas. Ellas son M’Lynn y su hija Shelby (interpretadas por Sally Field y Julia Roberts respectivamente), y todo comienza en el día de la boda de Shelby con un joven y guapo abogado. Las actuaciones son maravillosas, la ambientación bellísima, filmada en el típico pueblito gringo donde parece que no ha llegado la delincuencia y todos son blancos y felices. Hay grandes casas con hermosos y cuidados jardines, no hay tráfico y atraviesa el pueblo un hermoso riachuelo… ¡Ahh! ¡El sueño americano! Llena de clichés y de cursilerías, pero perfectamente actuada y adorable, la relación y actuaciones de Field y Roberts el punto de inflexión de la película (y donde despegaría la carrera de la Julia)

 

Forrest Gump (Robert Zemeckis, 1994)

POR EL FETT

A diferencia de lo que muchos señalan, Gump dista de ser una película “mala” o “sobrevalorada”, siendo su pecado la desestimación póstuma que sufrió en comparación a los productos “Oscareables” de aquel año (Pulp Fiction y Shawshank) y por supuesto su pobre envejecimiento de nuevo no por su entrañable narrativa y fábula, sino irónicamente por su sobrexplotada influencia con el pasar de los años. Zemeckis crea un exquisito viaje visual, músico y sensorial a partir de su arquetipo por antonomasía: un individuo que sufre una cadena de infortunios y éxitos a base de la casualidad. Uno de los puntos más fuertes dentro de esta odisea es definitivamente la mamá “Gump”, un papel entrañable por parte de Field

 

Stepmom (Chris Columbus, 1998)

POR EL CINE ACTUARIO

Es poco común ver una historia donde la madrastra y la exesposa se terminen llevando bien, sin embargo Stepmom nos cuenta la historia de Isabel, una joven fotógrafa quien debe ocuparse de los hijos de su pareja, y es ahí donde la madre biológica Jackie interviene, pues después de varias disputas con Isabel, el cáncer que padece el papel de Sarandon obliga a que las dos hagan las paces por el bienestar de los niños, al punto en que Jackie empieza a enseñarle a Isabel a ser mamá desarrollando una amistad; si bien el último punto está de más en la historia, esta película demuestra que el amor de una mamá es tan grande que incluso con el objetivo de que ellos se encuentran mejor a futuro son capaces de hacer las paces con la persona que más odian.

 

Todo sobre mi Madre (Pedro Almodóvar, 1999)

Por el Cine Actuario

Tras la pérdida de su hijo Esteban, Manuela decide intentar acercarse a la indirectamente causante del accidente, mas no responsable: Huma Rojo, una estrella de teatro con bastantes problemas emocionales, sin embargo, en el transcurso indirectamente se vuelve una figura maternal para ella, su asistente, y especialmente para Hermana Rosa, quien incluso le pide que cuide a su hijo debido a la condición inmunológica por el VIH en la que se encuentra. Almodovar en su cine siempre pintó a la figura materna como el pilar de la razón, la piedad y la base de la estabilidad social y familiar, así que no es extraño que en esta cinta Manuela tenga ese papel con cada uno de los personajes de la cinta, siendo el eje principal en la narración de esta poco común, pero emocional historia.

 

Erin Brockovich (Steven Soderbergh, 2000) 

POR CLEMENTINE

La que para mí es la mejor cinta de Soderbergh lo es gracias a Julia, y es que en los 132 minutos de duración, la actriz nos regala un registro completo, yendo del drama a la frustración, y de la comedia a la ira; además de que todo el peso de la historia donde interpreta a una madre soltera trabajando con abogados enfrentándose a un poderoso corporativo (historia basada en hechos reales, por cierto), recae sobre sus hombros, aunque tiene una excelente interacción con sus coprotagonistas, en especial con Finney (sus escenas discutiendo son una delicia). Ganar el Oscar por esta interpretación fue solo coronarla en una industria que ella ya reinaba desde hacía algunos años. Como dato curioso, la verdadera Erin Brockovich tiene un pequeño cameo en la cinta.

 

Freaky Friday (Mark Waters, 2003)

POR EL CINE ACTUARIO

Remake de una película de 1976 y 1995. La historia de una madre y su hija que intercambian mágicamente cuerpos gracias a una galleta de la fortuna tiene demasiados vicios y clichés de las películas tipo “teenagers”, su manufactura es cuánto menos decente y sin embargó la cinta ha alcanzado estatus de culto entre los millennials gracias al binomio Lohan y Curtis, quienes a través de una excelente química en pantalla y una naturalidad para la comedia sacan adelante un remake de la fábrica del ratón que de no ser por ellas dos hubiera pasado sin pena ni gloria. Cuenta con un buen posicionamiento, llegando incluso a ser un referente de dicha generación

 

Goodbye, Lenin! (Wolfgang Becker, 2003)

POR URIEL SALVADOR

Lo que empieza como una mentira piadosa se convierte en una gran estafa que transforma un apartamento en una isla anclada al pasado, y cómo a través del amor de un hijo por su madre, refleja una burbuja de viejas creencias nostálgicas y utópicas necesaria para expresar los ideales que todo socialista de corazón sueña con ver en su país. Una cinta que merece ser redescubierta por estas generaciones, para comprender un hecho que conmocionó al mundo entero y fue mucho más que la caída de un muro, para aprender que las acciones de nuestros antepasados dieron como resultado el mundo en el que vivimos actualmente.

 

Kill Bill (Quentin Tarantino, 2003 y 2004)

Por el Fett

La división de este cuento 100% referencial y de alto entretenimiento (de calidad) va más allá de la adecuación en su duración, pues en realidad son dos películas totalmente distintas tanto en tono como en desarrollo: la primera en el molde cliché de la venganza bajo el bagaje épico de la acción oriental y el cine de samuráis; la segunda en el natural encause del western bajo un tratamiento más dramático y por supuesto, un hilo argumental incluso dentro del subgénero del “superhéroe”. Propositivamente excesiva y construida como un bello homenaje, la ironía aquí es que Kill Bill quizá cuente con los dialectos largos más sustanciales de su filmografía, con el plus de que la narración aquí si es también protagonista, y no un elemento ajeno y disfuncional.

 

Juno (Jason Reitman, 2008)

Por el Fett

Entre tanta “corrección” y en específico ahondando en el tema de la maternidad y la irresponsabilidad de algunos(as) con respecto a este, quizá la nueva generación no conozca que existió una “coming of age” que retrataba todos esos tópicos de una manera tan brillante como objetiva, sin ambigüedades o ridiculeces tendenciosas. Se llama Juno, ganadora del Oscar a mejor guion y entrada de Ellen Page con bombo y platillo en uno de esos personajes tan complejos, como divertidos y simbólicos de la generación Y. Básicamente el proceso de maduración se da en base a un embarazo no deseado y al consecuente proceso de adopción por parte de una adolescente que a pesar de su gran intelecto, aún no está preparada para afrontar a la sociedad

 

Precious (Lee Daniels, 2009)

POR URIEL SALVADOR

Pese a que recurre mucho al sufrimiento desbordado para evocar emociones y puede verse trillada, Daniels se toma el tiempo para contextualizar el entorno y mostrar durísimas escenas de violencia doméstica que ayudan a establecer la situación y experimentar de cerca el martirio de la protagonista. El punto más fuerte recae en sus interpretaciones: Gabourey Sidibe transmite mucho con su mirada y hace a Precious un personaje entrañable, pero Mo’Nique ofrece una actuación tan impactante como tristemente realista: un monstruo despreciable e hipócrita que maltrata a su hija a nivel físico y psicológico.

 

Mother (Bong Joon-ho, 2009)

Por el Cine Actuario

Película dirigida por el exitoso Bong Joon-Ho, que cuenta la historia de una madre llamada Hye-ia, quien intenta probar la inocencia de su hijo inocente e inmaduro al cual sigue sobreprotegiendo y quien es acusado de la muerte de una joven en un edificio abandonado. Mezclando algunos géneros como el drama, el thriller, y la comedia negra, con un manejo de cámara casi impecable, el sociólogo del cine redefine el amor maternal llevando hasta los límites del bien y del mal, demostrando lo poderoso que puede ser el amor de madre al punto de rebasar el techo de la moralidad y de lo virtuoso, con tal de que mama gallina proteja a sus polluelos.

 

The Kids Are All Right (Lisa Chodolenko, 2010)

POR EL FETT

Esta no es la típica comedia familiar, sino un film divertido y dramático que renueva el género con una trama original y magníficas interpretaciones. Una cinta que engloba una gama de emociones alrededor de una nada convencional familia y que expone el tema matriarcal de una forma acorde a las tendencias sociales generadas desde la pasada década, sin maniqueísmos progresistas y con una frescura que ayudó a su tema y al género a sobresalir. Ganadora del Globo de Oro y nominada a los Oscar en 2011, la intensidad dramática y su ligero y natural halo cómico se ve ensalzada por las actuaciones de Julianne Moore, Annette Bening y Mark Ruffalo

 

The Help (Tate Taylor, 2011)

POR EL FETT

Uno de los mejores y más agudos dramas corales de los últimos tiempos. El problema racial y de prejuicios sociales durante el crecimiento de los suburbios americanos es uno de los pocos retratos 100% femeninos que no teme expresar las emociones y temores del sexo frente a la opresión y los tabúes de la sociedad. Es exactamente dicho perfil y estructuración lo que permite desarrollar una serie de personajes cautivadores que en automático se funde en una química magistral que logra sus picos con Spencer y Chastain. Otro de sus méritos, fuera de la secuencia del pastel, es la perfecta simbiosis del contexto feminismo con la ambientación y su vestuario.

 

Piedad (Pieta, Kim Ki-duk, 2012) 

POR EL FETT

La obra maestra (y la más comercial) del difunto Kim Ki Duk, y parte de la nueva ola de cine surcoreano del nuevo milenio, tomó a todos por sorpresa no solo por su polémico y trasgresor relato de índole matriarcal, sino también por su excelso desarrollo de personajes que a través de la figura maternal crea dos tangentes que convergen en un solo sentido:  el infinito amor de una madre y las sensaciones, tan cruentas como conmovedoras que este es capaz de causar en cualquier individuo, cualquiera, aún el más ruin y/o tenebroso. Una historia de venganza particularmente morbosa y alegórica, el regreso a los pasos previamente vistos por parte del protagonista complementan una introspección psicológica por demás desgarradora… y genial

 

We Talk About Kevin (Lynne Ramsay, 2012)

Por el Cine Actuario

Esta historia no se va tratar del cómo, cuándo y dónde, sino de los “por qué”, pues a través de la relación toxica entre Eva y su hijo , se explica cómo este último se convirtió en un asesino en masas derivado de prácticamente una ausencia y rechazo materno. La cinta brilla por el excelente retrato psicológico, lo que permite no hacer maniqueísmos sobre los personajes, especialmente con Eva, que a pesar de ser responsable del comportamiento de Kevin, su contexto (bien descrito) depresivo post parto permite cierta comprensión con respecto a la relación con su hijo. Pero el retrato no solo se queda ahí,  sino que analiza el ambiente familiar donde existe un vacío de reglas y de restricciones que alimenta aún más al psicótico de Kevin. Un thriller psicológico que demuestra que todo gran monstruo tiene un trasfondo.

 

Mommy (Xavier Dolan,2014)

Por el Cine Actuario

Dolan recrea una sensación de encierro y claustrofobia tanto del ambiente como de los demonios de tres personajes; Diane, madre viuda de un hijo que padece ADHD bastante violento; Steve, quien también funge como protagonista, junto a su vecina Kyle quien padece problemas del habla. A todo esto la cinta es ubicada en un contexto distopico en Canadá, donde si los padres son incapaces de controlar a sus hijos problemáticos pueden encerrarlos en un centro especial. ¿Por qué es importante todo esto? Dolan lleva al límite el amor maternal en un mundo ficticio donde renunciar a la paternidad es tan sencillo como comprar una Coca Cola, y sin embargo a pesar de su ritmo vertiginoso y asfixiante, al final entrega un mensaje positivo demostrando que el auténtico amor de progenitora jamás renunciaría al abandono de sus hijos.

 

The Babadook (Jennifer Kent, 2014)

POR EL FETT

Una madre con severos traumas sin resolver puede convertirse en una figura muy peligrosa, más aún si le agregamos el elemento infantil imaginativo e hiperactivo y el inesperado duelo en la pérdida paternal. En uno de los ejercicios de terror más originales, oscuros y mejor narrados de los últimos años, nos encontramos ante una rica simbología metafórica íntimamente relacionada con la psicología maternal, sus obstáculos hacia la educación y un manejo de duelo que podríamos definir psicológicamente como “poco adecuado”. Kent logra una claustrofobia soberbia al  encerrarnos no solo con su ente, sino con la deshumanización de su núcleo materno, creando junto con ese pinche librito, dos de los elementos más escalofriantes de los últimos años.

 

Room (Lenny Abrahamson,2015)

Por el Cine Actuario

Película dirigida por Lenny Abrahamson que retrata la historia de Joy, una joven que es secuestrada desde los diecinueve años, violada y obligada vivir en el ático con su hijo Jack, quien las cuatro paredes se convierte en el único mundo que conoce. Room es una cinta sumamente claustrofóbico gracias a un excelente trabajo de su director, sin embargo no cae en el morbo hondando en la situación de Joy, sino que se enfoca más en la relación con su hijo Jack y su dinámica, demostrando que a pesar de tener una aurea asfixiante, la positividad y la energía con la que se mueven sus personajes son la demostración de que no importa lo mórbida que sea una situación para una madre, los hijos son ese motor de vida que harán sacar lo mejor de cada uno y por los cuales se luchara incansablemente a favor de su felicidad.

 

Lady Bird (Gerwig, 2017)

POR EL FETT

Ronan tiene un particular encanto dramático – cómico que la hace parecer una especie de Woody Allen mujer y teenager, y no me refiero solo a su parte actoral, sino mayormente a su extensión narrativa, una excéntrica faceta al borde de la crisis existencial que hace que sus papeles en los últimos años sean tan complejos, como entrañables y/o divertidos. Ronan aquí construye un papel sumamente entrañable y adepto a la generación Z, convirtiendo a Lady Bird, con un poco de suerte, en uno de esos iconos pop de finales de esta década y del mencionado estrato generacional. Un dato curioso, es que a pesar de su edad y múltiples nominaciones, Ronan siempre se ha quedado solo a un escalón de la más favorita, muchas veces solo por experiencia

 

I, Tonya (Craig Gillespie, 2017) 

POR EL CINE ACTUARIO

No todas las historias sobre deportistas son motivadoras o inspiradoras, pues la cruda verdad es que el camino hacia la grandeza muchas veces saca lo peor de nosotros mismos, nos lleva al límite y nos hace revivir nuestro tormentoso pasado. Una gran historia hábilmente llevada por Craig Gillespie, dinámica, entretenida, con toques de humor negro e irreverencia que le otorgan mayor frescura y hasta complejidad al desarrollo, pues este tono solo es usado cuando la trama lo requiere, poniéndose seria y dramática también cuando es necesario, funcionando de manera excelente. Las escenas sobre hielo son un deleite, así como lo de Margot Robbie, pero quien se lleva la medalla de oro es el perturbador símbolo matriarcal de Janney, con todo y Oscar

 

Tully (Jason Reitman, 2018)

Por el Fett

Si bien la tercia entre Reitman, Cody y Theron ya habían mostrado de que hablar con la machucada “Young Adult” (de donde la actriz sacaría la mejor parte), con este drama maternal la tripleta se muestra mucho más sólida y madura al encontrar un punto de equilibrio narrativo y actoral. Este punto medio sirve para encausar una historia de lo más conmovedora y “surrealmente” real, creando una atmosfera asfixiante en la vida de una madre con tres hijos, pero también una propuesta que brilla por su sutil originalidad y la honestidad con la que está actuada por Theron, la cual interpreta a esta “madre” tan íntima y real, que es imposible no empatizar de inmediato con su “tremenda” y entrañable situación. Sorpresa la de McKenzie, que aquí logra un buen trabajo y química con Charlize

 

Hatching (Hanna Bergholm, 2022) 

POR EL FETT

Soberbia metáfora sobre la madurez y la disfuncionalidad familiar enfocada en la relación madre-hija. La premisa del “doppelgänger” (el gemelo malvado) funciona a la perfección, convirtiéndola en una cinta repleta de capas, por ejemplo, siendo al mismo tiempo un “coming of age” escalofriante, y que se sirve de varios símbolos enfocados a la feminidad y el crecimiento de la mujer, pero sin dejar de lado su elemento ficticio centrado en una criatura de excelente diseño y aterrador accionar. Así, el guion converge las dificultades dentro de un seno familiar tétrico (que se refleja como el verdadero monstruo), en una catedrática progresión de tensión y el horror al servicio del mencionado “crecimiento”.

 

 Everything Everywhere All At Once (Daniel Kwan y Daniel Scheinert, 2022)

POR EL CINE ACTUARIO

La historia de la crisis financiera, matrimonial de una inmigrante sirve de pretexto para que Daniel Kwan y Scheinert cuenten una historia que fusiona el concepto de universos paralelos, kung-fu, comedia, mientras lanza un mensaje nihilista acerca del significado de la vida con tintes de “mommy-issues”; la combinación es efectiva gracias a un guion que a pesar de manejar demasiados conceptos, es hábil en plasmar sus ideas centrales y un montaje dinámico que hace que el multiverso sea un elemento cinematográfica y no un adorno mercadológico (cof, cof…Marvel). Destacan las actuaciones de Michelle Yeoh y Jamie Lee Curtis, quienes aunque permanecen el 80% en comedia tienen algunos rasgos dramáticos interesantes.

 

The Fabelmans (Steven Spielberg, 2022) 

POR EL FETT

Spielberg se recupera tras 18 años seguidos de cuestionamientos, y da cátedra de cómo hacer cine mostrando el origen de su amor por el mismo. Brillante “coming of age”, aunque su conflicto maternal luce menos complejo que otros productos similares dentro de esta tendencia de directores en crisis de edad haciéndose “biopics”, la naturalidad y la técnica visual con lo que lo filma, da como resultado un tan crudo como encantador relato de juventud acelerada, patrocinado por este “joven” que ve en el cine, su escape, su arma y hasta el manifiesto de su realidad. Su mejor desde Munich, el cameo que acompaña su secuencia final ya es oficialmente legendario, haciendo que Spielberg vuelva a firmar orgullosamente su obra como “El Rey Midas”

 

Are You There God? It’s Me, Margaret (Kelly Fremon Craig, 2023)

POR URIEL SALVADOR

Una cinta tierna que abarca más de lo que debe porque Fremon captura las etapas clave de la adolescencia como el crecimiento, la búsqueda de la identidad, el control de las emociones, la resiliencia y la curiosidad sin caer en los clichés o la dramatización excesiva. La integración religiosa dentro de la historia pudo haber sido mejor, pero crea una atmósfera inocente y reconfortante hacia el preámbulo y la iniciación a esta etapa de la vida. Su mayor fuerte yace en la relación entre niña, madre y abuela, que simboliza las perspectivas de diferentes generaciones con respecto a sus afiliaciones y a su forma de ver la vida.

 

A Thousand and One (A.V. Rockwell, 2023)

Por el Fett

La ganadora de Sundance fue una de las más grandes ignoradas en la temporada de premios. Un drama maternofilial de enorme profundidad y crítica social que, dentro de su mensaje sobre el verdadero sentido de ser madre, existe un punzante testimonio social alrededor del sistema de adopción y crianza. Con actuaciones que rayan en la perfección (Teyana Taylor solo fue tomada en cuenta por los círculos de Toronto y Florida), la directora A.V. Rockwell expone un tema muy complejo, que es el rapto de una mujer a un huérfano para darle el mejor nivel de vida y estudios y tratarlo como un hijo. Una cinta tan crítica como hermosa que te dejará con genuinas lágrimas y dilemas morales.

 

Flora and Son (John Carney, 2023) 

Por el Fett

Aunque queda un poco debajo de las excelentes meditaciones sonoras de Carney, la cinta conserva esa chispa emotiva en la que el director construye una trama a partir no solo de las melodías, sino de la sensación que emerge al hacer uso de un instrumento para crearlas. Así mismo, este drama maternofilial se inmiscuye en dos vías de desarrollo psicológico y emocional, la de ella, por medio de la guitarra, y la de su hijo, por medio de los bits y el hip hop; Carney utiliza esta diferencia para unir a dos almas descarriadas por medio de un factor común: la pasión musical, y así poder encausar una doble historia sobre maduración e interacción. Quizá el tono edulcorante de su final sobre, pero hay demasiada profundidad en su desarrollo para quejarse

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