Operación Hunt: Entre espías coreanos te veas
Queridos lectores, el espiritiflautico cinéfilo que escribe estas palabras les desea un feliz 2024, esperando tener un afortunado año cinematográfico. La paz sea con ustedes. Y hablando de paz, (por lo menos la de los sepulcros) arrancamos enero con el estreno de Operación Hunt de Lee Jung Jae -protagonista de la serie El juego del calamar- cuya ópera prima exhibida en el Festival de Cannes fuera de competencia, se centra en el conflicto de las dos Coreas a principios de los años 80.
Voy a tratar de barajearselas despacio mis queridos lectores, puesto que la trama se torna confusa desde el mismo tráiler en donde una leyenda anuncia “Basada en hechos reales”, mientras que al principio de la cinta nos aclaran que los eventos son ficticios y que “cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”. Y uno se pregunta ¿Entonces a quién le creo? Lo que sucede es lo siguiente: Operación Hunt toma como punto de partida el asesinato real del presidente surcoreano Park Chun Hee en 1979, en medio de un ambiente de descontento social controlado, o mejor dicho, reprimido por la brutalidad de la Agencia Central de Inteligencia, creada por el mismo Park Chun.
Ahora, lo que se supone ya debemos considerar ficticio, es el hecho de que este atentado provoque que Corea del Norte quiera hacer leña del árbol caído desestabilizando a sus vecinos por medio de un infiltrado y de eso va el asunto, de descubrir quién es el fulano y cuáles son con exactitud sus planes. Para ello van a entrar en acción dos agentes antagónicos cuya tensa relación se remonta a los tiempos en que uno fue el torturador del otro.
Se trata de un thriller de espionaje bastante intrincado al que hay que tenerle paciencia porque, si bien cuenta con un inicio cargado de acción trepidante que se va a extender casi todo el metraje, si el espectador no está familiarizado con el contexto histórico y político presentado, corre el riesgo de no comprender del todo lo que está sucediendo, quién es enemigo de quién y por qué incluso entre quienes se supone deberían ser aliados hay cocolazos. Sumen además que todos los coreanos se parecen.
Acorde a la tradición del cine asiático, Operación Hunt cumple ofreciendo escenas de acción dotadas de gran espectacularidad, sin duda, gracias al desempeño de los stunts, dejando a un lado las también acostumbradas coreografías arte marcialistas, consiguiendo una mayor aproximación al estilo de Michael Mann (Fuego contra Fuego) y en cierta medida a John Woo (en su etapa oriental con Hard Boiled).
Filme de suspicacias, sospechas y hartos sospechosismos, traiciones, engaños, conspiraciones, chivos expiatorios, corrupción, interrogatorios pasados de lanza, centenas de víctimas y todas esas linduras que caracterizan a las revoluciones incluyendo a las que se presumen “pacíficas”.
Lee Jung Jae hace sus pininos con un titulo agobiante, explosivo y dramático a partes iguales. Como debut no está mal, solo espero que el buen Lee en próximas ocasiones opte por ser menos enredado.
La película ya puede verse en cines.