The VVitch: Folclor que perturba, terror que apasiona
No es mi estilo arriesgarme a hacer una afirmación algo tendenciosa con respecto a la sociedad cinéfila, sin embargo creo que para los objetivos que persigue esta crítica puedo darme el gusto de sentenciar de manera incomoda mas no ofensiva (Me encargaré de argumentar): En la mayoría de los casos, uno puede diferenciar al simple espectador del amante del cine dependiendo de su percepción sobre The Witch, desde el momento de la errónea concepción de un género afectado por el malacostumbramiento de sus elementos y su pobre propuesta actual (Con algunas excepciones), hasta la poca sapiencia en el rubro de la adaptación y el tratamiento de un atmósfera acorde a lo que se pretende narrar. Por otro lado, dentro del círculo de la crítica, también han existido opiniones divididas, pues mientras los optimistas han aplaudido la sacudida de aire fresco de este debut, otros se han enfocado en sentenciarla injustamente debido a la combinación de relatos terroríficos – fantásticos que si bien denotan la debilidad novata de su director, no son suficiente argumento para demeritar un ejercicio por demás complejo e intimista, digno de posicionarse en los rankings de un género (Lugar del 10 al 20 seguro o incluso hasta dentro de los últimos 10), que como el western o el noir, ven suscitarse estos logros de manera muy esporádica debido a la carencia de formas e historias, siendo el terror quizá la más complicada manera de hacer cine.
Se ha confirmado a través de la historia que el terror suele ser más funcional cuando la adaptación al cine sugiere compenetrarse con aspectos espirituales, religiosos o paranormales. Esto no es sinónimo de éxito, sin embargo cuando la narración opta por el dinamismo estructural de sus personajes y no por lo simplista y unidimensional de la estética, violencia o un bien contra un mal, la forma y contexto pueden asegurarse de ir por buen camino. En otras palabras, cuando la historia necesita una compenetración más metafórica y/o surrealista, un esfuerzo mental o ideológico del espectador, un choque de creencia espiritual y un requerimiento para intimar hacía con el relato, ya podemos estar del otro lado y dejar de paso los gritos y sustos fáciles, las actividades paranormales, los adolescentes corriendo por sus vidas u otras mediocridades recicladas a través de décadas que no aportan nada más que vergüenza artística.
Pues bien, The Witch es una película que labra su buen camino. El novato Robert Eggers, ganador de Sundance a la mejor dirección en 2015, plantea desde su primer minuto un encontronazo ideológico: Una familia cristiana que profesa estrictamente la palabra bíblica es expulsada de su comunidad viéndose obligada a instalarse en medio de un bosque inhóspito donde sufrirá el acoso de fuerzas oscuras y satánicas. El primer y principal valor del film es la inclemencia de su guionista y director, el cual propositivamente ignora el origen del mal (Sencillamente porque narrará de manera paradójica el mismo en un ágil metraje) para dar inmediata entrada a una serie de desafortunados sucesos que llevarán a esta familia a resquebrajarse social, emocional, religiosa y espiritualmente.
Si bien la amenaza se presenta rápidamente y Eggers no logra decidirse por un tono más oscuro o fantasioso en su primera mitad, la dirección de arte, la oscura fotografía, la imperiosa, cruel y magnífica banda sonora y el cuidado de los diálogos acordes a la época son solo factores que al mismo tiempo de compensar dicha fragilidad, ensalzan un relato repleto de una simbología exquisita y estremecedora: entre figuras, cánticos, elementos y oscuridad, el espectador no va a saltar de su asiento, no va a ver chorros de sangre, mutilaciones ni gritos excesivos, sino que solo tendrá que intimar con una debut cinematográfico memorable en su manejo de lenguaje y suspenso, y con un cuento religioso – satánico que para algunos signifique un esfuerzo de coordinación entre sus ideologías y lo mostrado en pantalla.
Mención honorífica para las actuaciones, en especial para los 4 infantes: la hermosa y solvente Anya Taylor-Joy, los tétricos gemelos interpretados Ellie Granger y Lucas Dawson, y finalmente el joven Harvey Scrimshaw, que asalta la película con su presencia y con un monologo que deja la sangre helada; los padres en carne de Ralph Ineson y Kate Dickie denotan madurez, sobre todo el primero, incluso pudiendo estereotipar este cuento como un relato de patriarcado para algunas listas de cine. Sin embargo, quien se lleva la película es la figura antagónica, un símbolo que bien podría convertirse en culto denotando maldad y oscuridad pura… no mencionen su nombre en la noche (Los diálogos finales profesados por este son sencillamente siniestros)
Si, esto es terror, enfundando en un suspenso de corte psicológico y psicótico, donde los valores familiares, sociales y religiosos se fracturan frente a la presencia del mal y solo cada individuo sabe hasta dónde sostenerse y aguantar dicho embate. En conclusión, no perfecta, pero si una obra digna de admirarse y recordarse, también como uno de los mejores debuts en la historia
7 Comments
A mi me pareció un ejercicio interesantísimo. Es verdad que es refrescante una propuesta que divide y pone de manifiesto la falta de cultura cinematográfica que existe en general, porque malamente nos acostumbramos más a clichés de género que a narrativas y las atmósferas.
Creo que la película da para ser leída desde varios puntos de vista. Para mi, uno de los puntos más interesantes es la forma en que se refleja el mal, que inicia y propicia con “pecaditos” como mentir y el orgullo que son como tierra fértil para que todo se vaya por la borda por los susurros de la cabra… de igual forma todo el trasfondo calvinista protestante que esta cimentado en la culpa y en la no seguridad de la gracia o el perdón divino, y en la predestinación de que Dios “hizo malos” a unos y que por más que hagan el bien están condenados… el tormento del bebé no bautizado y desaparecido, la desconfianza en la providencia (y la confianza al recurso que tenían para subsistir, el cual… es la cabra); la copa de plata, las “tentaciones del desierto”, los juegos de niños que se convierten en acusaciones…. Todo eso es incómodo… Terrorífico… y de cierta forma muy tangible… Vaya si tiene tela de donde cortar!
Saludos Fett!
Completamente mi estimado, hay elementos casi infinitos de donde cortar. Ya en cuestiones personales y siendo una persona de ideología religiosa cristiana, si percibo que la narración es mas adepta y disfrutable para nosotros pues requiere un esfuerzo extra en darse cuenta en toda esta simbología que usted bien menciona. Los susurros son siniestros ¡MACABROS cabrones!
Gran cinta, con sus errores de novato, pero aún así grande
Saludos estimado
Como decirlo sin spoilear……cuando “eso” habla con ese tono que solo un animal puede hacer al tratar de articular palabras humanas, hace que la piel se enchine y definitvamente lo que le sigue es un cierre perfecto!!!
Ora si que es sólo mi opinion
Saludos
un top de cine de terror por favor!
Ya hay estimado! Aunque hace falta actualizarlo si si
Buena reseña mi estimado, en lo particular tenía una idea sobre la película y me sorprendió gratamente, en primera instancia puede parecer que “no pasa nada” porque no están los clichés típicos que tanto han dañado al género de terror/suspenso, y eso es bueno, como menciona es un terror más psicológico, estilo Silent Hill, a lo desconocido o lo que no puedes explicar con lo que tú conoces de la realidad. Mi abuela me decía que el día que los animales hablaran se acabaría el mundo, aquí no pasa eso pero sí es impactante el final. Saludos!!
Muchas gracias estimado! Efectivamente, este terror es efectivo y no adepto a los clichés del género. La escena final es espeluznante, en realidad pone los pelos de punta.
Muchas gracias por su opinión stimado