Las 10 Mejores Películas de Arthur Kennedy

John Arthur Kennedy nació el 17 de febrero de 1914, uno de los actores estadounidenses conocido por su capacidad de interpretación de papeles secundarios y también por haber ganado el premio Tony por su participación en la obra de teatro “La muerte de un viajante”, haber sido nominado al premio Oscar y ser ganador de un globo de oro como mejor actor de reparto en la película “Trial” de 1955.

Estudió teatro en el Carnegie Institute of Technology en Pittsburgh, Pensilvania, y se graduó con una licenciatura en 1934. El actor fue descubierto por James Cagney, que lo invitó a participar en su primer papel cinematográfico, como su hermano menor en la cinta “City for Conquest”.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Kennedy sirvió de 1943 a 1945 en las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos (USAAF) haciendo películas de entrenamiento de aviación.

Kennedy apareció en más de 50 películas desde principios de la década de 1940 y mediados de los años 60. Entre las cintas que participó encontramos: “High Sierra”, “Campeón”, “Murieron con las botas puestas”, “Las horas desesperadas”, “Trial”, “Payton Place”, “A Summer Place”, “Elmer Gantry”,” El hombre de Laramie”, “Barrabás”, “Lawrence de Arabia”, “Nevada Smith” y “Viaje fantástico”.

Este magnífico actor falleció el 5 de enero de 1990, y para recordarlo, diez de sus mejores películas.

 

10 – They Died with their boots on (Raoul Walsh, 1941)

POR EDGAR DEL VALLE

Independientemente de lo cuestionable de su postura ideológica (enfocada en redimir un personaje cuestionablemente sádico como el General Custer), esta cinta está considerada dentro de las mejores películas del viejo oeste, contando con la participación de Errol Flynn, Olivia de Havilland, Arthur Kennedy y Anthony Quinn. Espectacular en todo sentido, estamos hablando de una soberbia biopic que sigue los pasos de Custer desde su llegada a la Academia, hasta la lucha con los nativos americanos, dentro de un sentido narrativo más bélico que de western. Dirigida con mucha experiencia, se nota el control de su director en cada plano e interpretación actoral.

 

9 – Barrabas (Fleischer, 1961)

POR EDGAR DEL VALLE

Dirigida por Richard Fleischer, esta superproducción italiana desarrolla la supuesta vida de Barrabas después de la muerte de Jesucristo y su conversión al cristianismo. Aunque en todo momento el peso de la película recae en Anthony Quinn, el director se hace de un gran reparto para construir el entorno épico – dramático necesario para emprender este relato bíblico menor (más mediático que de calidad), de donde destaca Vittorio Gassman (acompañados de Silvana Mangano, Jack Palance, Katy Jurado, Ernest Borgnine y Arthur Kennedy). A pesar de que no alcanzó el éxito de crítica esperado, la presentación de este personaje bíblico es complejo y lleno de contradicciones morales.

 

8 – Lawrence of Arabia (David Lean, 1962)

POR EL FETT

El paseo que brinda Lean y su  prosa fílmica a través de su lente y sus ya característicos planos panorámicos son la causa de uno de los más complejos y entrañables relatos de metamorfosis humana frente a un conflicto bélico por demás irregular, donde los poderes sociales, culturales y políticos se adueñan de “La Figura” y de los seres que la rodean, siendo todos ellos incapaces de hacerle frente a Lawrence (ni él mismo), un alma que se resistió a ser corrompida pero que sin casi notarlo, aceptará un falso confort y la destrucción de su corazón e ideales. Una cinta trascendental y bellamente estructurada, Kennedy quizá no brille como otros, pero su papel como el reportero que sigue la historia es esencial.

 

7 – Champion (Mark Robson, 1949)

POR EL FETT

champion

Nominada a 6 premios Oscar (incluyendo la primera nominación para Douglas), este drama deportivo fue uno de los primeros referentes del género e indiscutible influencia para posteriores cintas sobre el boxeo tales como Raging Bull, Rocky y/o Million Dollar Baby. Douglas interpreta a un ente sin escrúpulos que hará hasta lo más cruel posible para lograr la fama dentro de un deporte al que domina más por su violencia que por sus dotes o habilidades. Una sombría tragedia que nos habla sobre la ambición y la maldad que al mismo tiempo funciona como un discurso crítico al bajo y oscuro mundo del boxeo. Kennedy, indiscutible actor fetiche de Robson, se haría de una nueva nominación como actor de reparto

 

6 – Peyton Place (Mark Robson, 1957)

POR EDGAR DEL VALLE

Melodrama, con tintes de critica social sobre la doble moral de una clase alta, que no está dispuesta a reconocer su descomposición. De nuevo dentro de un relato coral, la cinta figuró en la historia como una de las grandes perdedoras del Oscar, siendo candidata a nueve premios y perdiendo en cada uno de ellos. Injustamente olvidada, su tratamiento sería clave para la concepción teórica del llamado “cine coral” que comenzaría a ver su despliegue dos décadas después. Una bellísima Lana Turner como siempre magnífica en su papel como un ejemplo a no seguir por parte de su hija, mientras qe Kennedy hace un gran papel que simboliza la degradación del alcoholismo, de nuevo bajo las órdenes de Mark Robson

 

5 – Elmer Gantry (Richard Brooks, 1960) 

POR EDGAR DEL VALLE

Memorable sería el calificativo perfecto para describir las actuaciones de Lancaster y Simmons, protagonizando a un par de predicarores (el, un oportunista e inmoral, y ella una ferviente y tóxica creynte), que verán caer su “gracia divina” gracias a la inclusión del éxito y la hipocresía social. Estamos ante uno de los mejores dramas de la historia, uno que no crítica la fe dogmática, sino a las instituciones inmorales que la preceden, y en el proceso, como esta se ve al mismo tiempo ensalzada dentro de un cambio ideológico entre los dos protagonistas, los cuáles encontrarán su muy personal y trágica redención, a raíz de sus pecados y bautizada con el fuego “divino”. Joya, la inocencia y entereza de Simmons en su papel es imprescindible.

 

4 – Bend of the River (Anthony Mann, 1952) 

POR EDGAR DEL VALLE

Dos hombres de turbio pasado, dirigen una caravana en el viejo oeste hacia Oregón donde piensa fundar una colonia. Cuando el invierno se acerca, van a Portland a buscar provisiones que habían comprado, pero las cosas han cambiado en la ciudad y tropiezan con grandes problemas para recuperarlas. Kennedy aparece con un personaje lleno de fuerza y sarcasmo que complementa el desarrollo de este filme protagonizado por James Stewart, compartiendo de cierta manera el protagónico con este. Un excelente film que combinó el western con un gran sentido de aventura, creando un espectáculo visual, dramático y hasta cómico majestuosos en uno de esos westerns un poco olvidados y dignos de rescatar.

 

3 – The Man From Laramie (Anthony Mann, 1955) 

POR EDGAR DEL VALLE

Un capitán del ejército de los Estados Unidos se hace pasar por comerciante y va a México para averiguar quién le vendió rifles a los apaches que asesinaron a su hermano. Entre los sospechosos se encuentran un arrogante hacendado, su despiadado hijo y el capataz de su rancho. Una cinta western de venganza, donde Kennedy funge como el capataz Vic Hansbro, un papel de mucha complejidad y dualidad, escapando del arquetipo de villano acostumbrado en el género y haciendo una gran contraparte de James Stewart. El actor denota un dominio completo haciendo a un odioso personaje, pero también confirma una gran versatilidad, que le llevó de héroe a antihéroe, y finalmente a villano. Sin duda uno de los mejores western.

 

2 – Trial (Mark Robson, 1955) 

POR EDGAR DEL VALLE

Un chico mexicano es acusado de violación y asesinato. De su defensa se ocupa un abogado joven e inexperto que tendrá que demostrar la inocencia del muchacho frente a una agitada comunidad que lo considera culpable de antemano. Con un mensaje ideológico bastante cuestionable (sobre todo refiriéndose a la comunidad latina), lo rescatable son las actuaciones de Glenn Ford (dando vida al abogado defensor del joven mexicano), y Arthur Kennedy, un secundario habitual y muy versátil que recibió un Globo de Oro por su trabajo más una nominación al Oscar, en lo que sin duda fue su papel más galardonado bajo las órdenes del director que más lo hizo brilla, Mark Robson

 

1 – Bright Victory (Mark Robson, 1951) 

POR EDGAR DEL VALLE

En el norte de África, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), al Sargento Larry Nevins lo alcanza una bala, disparada por un francotirador alemán, que lo está dejando ciego. Una de las pocas películas que protagonizó y por la cual fue nominado al premio Oscar como mejor actor, el director Robson se sirvió de su talento (irónicamente previo a pasar a papeles secundarios) para abordar un veraz drama antibélico  que también toca de manera sensible y cruda la discapacidad, en este caso una visual, y de donde Kennedy hace cimbrar las emociones gracias a la naturalidad de su interpretación. Sin duda una simbólica recompensa en su carrera para premiar su gran talento dramático

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Edgar Del Valle    


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