Las 40 cosas que pensamos mientras veíamos Sieranevada

En tremendo aprieto nos metimos, las siempre defensoras del “Cine de Arte”, ya que nos estampamos con la puerta, o con muchas puertas debería decir,  al ir a ver Sieranevada. Cinta que dirige Cristi Puiu (La muerte del Sr. L?z?rescu), a quien se le atribuye el renacer del cine rumano;  para que me entienda, haga de cuenta que estamos hablando del Pedro Almodóvar (en sus buenos tiempos) de Rumania.  Pues anda vete que este par de mujeres de mucho mundo, que siempre ponen los ojos en blanco cuando alguien les dice: “Es que tú ves puras películas que nadie entiende”. Estaban que se jalaban los pelos desesperadas intentando descifrar las intenciones del Sr. Puiu, cosa que no logramos en  tres horas de película.

Con una sinopsis tan simple como una comida familiar para rendir homenaje al padre difunto, esta cinta se vuelve caótica dentro de un departamento en  Bucarest. Un espacio minúsculo que alberga, al menos, a 16 personas y al correspondiente número de puertas. ¿Por qué la crítica especializada alaba tanto a esta cinta? ¡No tenemos idea! ¡Ni siquiera sabemos por qué se llama así!  Necesitamos que Don Bedub se manifieste y nos explique, porque esto va mucho más allá de nuestro entendimiento cinematográfico tercermundista. Mientras tanto aquí le van algunos pormenores de nuestro vía crucis rumano.

Vilma Aida.- ¡Ah, el cine de arte! Voy a poner el cerebro en “encendido” porque parece que vamos a ver algo bueno de Rumania.

Mrs. Punisher.- ¿Rumania? ¿Eso es Rumania? Tiene un aire como a Tepito.

VA: Ok, mujer afuera de edificio con el carro mal estacionado, lo mueve, el que parece ser el marido y todos lo esperamos en la esquina en tiempo real. Esta larga la cuadra…. ¿por qué esperamos? Esto debe de ser un dato importante en la trama porque aquí nos tienen.

MP: Un plano secuencia de diez minutos a una familia estacionándose en doble fila… interesante. El hámster en mi cabeza se empieza a mover. Cosa que no hace el conductor por más que le pitan.

VA: Aquí y en Rumania las cosas son iguales, los hombres creen que un vestido de princesa es igual para todos y no se dan cuenta que si es amarillo es de Bella, de la Bella y la Bestia y si es azul es de Cenicienta. Ok ¿Y?

MP: ¡Qué mujer tan desesperante! Pero tiene razón, mira que no es lo mismo Blancanieves que Aurora. Los hombres son iguales en todo el mundo… y las mujeres también.

VA: Debimos haber comprado palomitas. Menos mal que me tome un café antes de entrar, ya me hubiera dormido con esto tan aburrido y largo ¡apenas tiene 45 minutos la película y no ha pasado nada.

MP: ¿Cómo es que esa vieja histérica tiene marido y yo no? Creo que me voy a ir a vivir a Rumania, allá si nos quieren. Aquí ya me hubieran bajado del auto.

VA: Que chicos son los departamentos en Rumania sin embargo les cabe mucha gente, ya he contado diez personas ahí y siguen llegando

MP.- Esa Doñita es la onda. Así voy a ser yo cuando sea grande. Hasta me voy a comprar el gorro peludo ese

VA.- Me cae bien ese personaje de la abuelita comunista pero sigo sin entender porque ha hecho llorar a esa mujer. Están hablando de los presos políticos y la anterior monarquía… ¿a qué va esto?

MP.- Yo pensé que mi familia estaba loca. No me vuelvo a quejar… bueno, poquito

VA.- Parece que van hacer una celebración con un sacerdote pero entre tanta platica de los atentados del 11 de septiembre, apenas dan pistas. ¿Por qué siguen hablando del 11 de septiembre en Rumania después de más de 15 años?

MP.- El hámster ya se cansó del calentamiento, me pregunta: ¿a qué horas empieza lo bueno? Y yo que ni palomitas traigo para alimentarlo.

VA.- Que insistencia en abrir y cerrar puertas. ¿Para qué está reunida la familia?

MP.- Ese departamento es el equivalente a la maleta de Sport Billy, ¿de dónde sale tanta gente?

VA.- ¿Cuánto será de estacionamiento? Llevamos aquí dos horas de la película anterior, una hora entre películas, hora y media de esta, que sigue sin que pase nada, o sea cuatro horas y media, a $8 pesos la hora, ¡ah!, pero la primera hora cuesta más ¿cuánto era que costaba?

MP.- Abro la puerta, cierro la puerta, abro la puerta, cierro la puerta ¡Ya estuvo!

VA.- ¡Llego el sacerdote en la película! ¡Bendito Dios! Con suerte y pasa algo. Paty ya quiere que se muera alguien o que maten a alguien. Yo opino que sería bueno matar al que hizo esta película.

MP.- ¿Será que algún día van a comer? Yo ya comí y ya me volvió a dar hambre, y estos nada más no se pueden aplastar a comer.

VA.- Llegó otro más de la familia al departamento y aquí se siguen saliendo. Ya conté 5 personas que se salieron de la sala

MP.- Pensé que eso de “somos una familia acomodada” solo se daba en México. El INFONAVIT rumano es otro nivel. No puedo contar ni a las habitaciones, ni a la gente.

VA.- Dos más que se salen de la sala. ¿Por qué seguimos aquí? Paty ¿qué vamos a cenar? ¡Dos horas y no ha pasado nada!

MP.- Última vez que no checo la duración de una película antes de entrar

VA.- El depa se ve chico y como que la cámara está en el pasillo principal donde convergen tres puertas y solo entran y salen, cierran y abren puertas… ¿DE QUÉ SE TRATA ESTO? ¡SAQUENNOS DE AQUÍ!

MP.- ¡Sáquenme de aquí! ¡Vilmita por favor ya vámonos!

VA.- Se van tres más de la sala. Creo que deberíamos de hacer lo mismo, está corriendo el tiempo del estacionamiento y ya nos está dando hambre. La película ya tiene dos horas y quince minutos y no ha sucedido nada todavía, no creo que mejore al menos que suceda un terremoto y se mueran todos.

MP.- ¿Será que en algún momento van a concretar el tema? Hemos ido del festival del kínder, a los comunistas, el 11/09, caos vial y las ofertas del Carrefour. Yo quiero sabe qué va a hacer la niña con el disfraz repetido

VA.- Una mujer le reclama al marido una serie de infidelidades y de repente le dice: “Ves, por eso te llaman El Mexicano, por infiel” ¡Zaz! Según esto en Rumania los mexicanos tienen fama de mujeriegos e infieles. Siempre lo ha dicho mi madre. ¡Ya le dio el supiritaco a la mujer cornuda!

MP.- ¿Yuri? ¿Está cantando Yuri? ¡La Maldita Primavera en rumano! ¡Vaya, ya pasó algo!

VA.- Dos horas y media y ni la gente de la película ha comido ni nosotros. ¡No hay manera de que termine esto! En cualquier escena esperamos que diga: Fin, pero no sucede

MP.- Mis súplicas son en vano, Vilma no se quiere salir, dice que por puro morbo se queda a ver el final, y por más que invoco el “Fin” ¡no llega! Fin, fin, fin… ya, fin, ahora sí… fin. ¡Fiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnnn!

MP.- Está bien, relájate Patricia, algo debe tener bueno, piensa. Hay que reconocer que filmar esta cosa, ensamblar todos esos personajes en ese espacio tan reducido tiene su mérito. Este hombre o dejó la cámara en el pasillo y sacó a todo el equipo de filmación para que cupieran los actores, o de plano filmó con su teléfono celular.

VA.- Por fin empiezan a comer los de la película, digo, era el origen de la reunión, sentarse a comer como familia. Se ríen, creo que de nosotros que estuvimos casi tres horas viendo esto y ponen FIN

MP.- ¡Por fin se acabó! Seguro este méndigo rumano le puso escena post créditos.

VA.- Salimos muy desconcertadas de esa cosa, yo no entiendo de qué se trató, perdí unas cuantas neuronas queriendo buscarle el fondo a la trama. No lo logré.

MP.- Pensé que todo el mundo se nos iba a quedar viendo feo al encender la luz, estábamos como desquiciadas con nuestros comentarios sarcásticos a todo pulmón. En serio creí que me había vuelto loca, pero parece que es mejor loca que zombis como los pocos sobrevivientes de la película.

VA.- En el elevador va un señor comentando la película y nos dice que “estamos acostumbrados a ver fantasías en el cine y este es un relato fiel a la realidad de la familia” o sea, Sieranevada y el video de la cena de navidad de mi familia ¡es lo mismo!… Bueno, no tanto, mis sobrinos a veces hacen un show, bailan y son adorables.

MP.- Nadie puede hacer algo así, si no lo ha vivido. Esta comida es un caso de la vida real. Lástima que ya me ganó en presentarla, sino los premios me los llevó yo con la película “Vacaciones con la familia en Manzanillo”.

Vilma Aida y Mrs. Punisher.- Exigen a Cinescopia (por no advertirnos del chasco) y a los críticos del festival de Cannes (por sus premios sin sentido):

  1. Una indemnización por daño moral
  2. El reembolso del total del pago del estacionamiento
  3. Un fin de semana de Spa lejos, muy lejos de cualquier pariente y/o director de cine rumano.
  4. Que nos digan: ¿Qué pasó con la pobre niña del disfraz repetido en el festival del kínder?

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