Live By Night: Érase una vez un gánster bueno y sin arrugas

Vivir de Noche (Live by Night), es una historia situada en Boston a mediados de la década de los años 20 en plena ley seca, sobre un gánster que no quiere serlo ¿Cómo es eso? El personaje de Joe Coughlin “interpretado” (las comillas son sarcasmo) por Ben Affleck es un tipo hijo de un gran jefe de la policía que en su juventud goza de darle la contra a su recto y famoso padre, sin embargo se mete en una serie de problemas con la mafia de la ciudad y para colmo, se enreda con una mujer de este ambiente que termina traicionándolo. Después de una muy buena persecución de carro (que a lo mucho levantaban los 50 km/hr), con sus respectivos balazos y una buena golpiza, nuestro aspirante a mafioso es dejado como santo Cristo y en la cárcel. Tres  años después sale y es para vengarse del tipo que mató al supuesto amor de su vida. Entonces es cuando, las circunstancias claro, lo llevan a ser gánster. Se muda a la Florida y empieza una exitosa carrera como traficante de bebidas alcohólicas.

Gesto número 1

Ben Affleck dirige, “actúa” y es guionista de esta trama. Como director y guionista lo hace bien; la historia a pesar de fluir de manera lenta es redonda y entretenida. Tiene su buena dosis de persecuciones automovilísticas, harto balazo y catorrazos y encima cuenta con un buen reparto como Sienna Miller, Elle Fanning, Brendan Gleeson, Zoe Saldana y Chris Cooper, entre otros.

Pero lo que en realidad resalta son los aspectos técnicos: su muy bonita fotografía, la excelente música y las bellísimas ambientación y su vestuario. En general una producción muy cuidada

Gesto número… 1 otra vez

Uno de mis placeres culposos (recién reconocido), es que tengo fascinación por las historias de gánsteres y mafiosos y esta es una buena trama para anotarla como ejemplo; lo malo es que esta protagonizada  por Ben Affleck, que de tan nula expresión facial llegamos a la conclusión de que es por eso que se le ve el cutis tan liso ¡No mueve la cara para nada! Además de que, no se si así sea la historia en el libro (porque esta basada en el libro del mismo nombre de Dennis Lehane), pero maneja la “gringa-idea” de que como es nacido en Estados Unidos y no importa que sea de raíces irlandesas, a él “lo empujan las circunstancias” ¡No es que sea malo! Es que la vida lo hizo así, algo que me cae muy mal de este tipo de historias. A los italianos, cubanos, dominicanos, a esos si los mueve la codicia, pero a los gringos lo mueve alguna “causa noble”.

Tocan además el tema de cómo la prohibición tanto legal como religiosa, son la mayoría de las veces las causantes del tráfico y consumo, en este caso del alcohol (si lo pasamos a nuestros tiempos pues seria de las drogas). Una idea que me gustó como es planteada en la película y que aquí nos muestra que tenemos mas de 100 años lidiando con él. Y una frase muy buena que dicen  “este negocio seguirá mientras el gobierno siga viendo a su gente como niños”.

 

Gesto número…. mmmm

En conclusión, una película un poquito más arriba que palomera sin llegar a muy buena; vale la pena verla y también saber que, una cara sin gestos es una cara sin arrugas a los 50.

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