TOP 5 Cinescopia: Wolverine, César, Nolan, B-A-B-Y y Putin
Tras una larga ausencia debido al nulo movimiento del mismo y a la poca propuesta de calidad en este año cinematográfico, vuelve el TOP 5 Cinescopia, resultado de la ola de estrenos veraniegos que por fin impactaron en el gusto de nuestros autores, haciendo cambios relevantes entre las que a nuestro pensar son las mejores 5 Películas en lo que va del año.
Superhéroes, changos, adolescentes en guerra, musicales criminales y dopaje deportivo son nuestra punta de lanza para definir que el blockbuster y Netflix (a pesar de que este ha tenido muchos tropiezos en el año) marcan la pauta de este mediocre año. Revisemos los resultados de las votaciones entre nuestros redactores, no sin antes recordarles que al final se encuentra lalista que complementa el TOP 10 y hacerles la invitación a compartir su ranking ya sea por este medio o en nuestras redes sociales.
Logan (Estados Unidos)
El cierre del ciclo mutante sorprendió a propios y extraños al posicionarse como lo mejor del año y convertirse así en uno de los referentes de este subgénero. El acierto del film no solo consiste en potencializar los personajes, la experiencia con ellos y las actuaciones de Jackman y Stewart (Que sin ningún problema hasta nominación al Oscar por actor de reparto podría ser meritoria), sino también en el tono western y en la violencia estética que le proveen de mayor credibilidad y emotividad al relato. Si bien la película denota alguna sensibilidad previsible y forzada, existen secuencias intensas y contundentes que merecerán ser recordadas dentro de los géneros suscritos
War for the Planet of the Apes (Estados Unidos)
Aunque mejor ponderada por algunos de nuestros autores pero menos recurrente en las boletas de los votos, el punto final a una de las mejores sagas de ciencia ficción se convierte también en el eslabón que embona a la perfección a esta con la saga – filme original. Reeves comprende el mito del simio y lo enriquece con elementos y argumentos que proveen de lógica y de un intensísimo tono dramático al relato (Para algunos sobrado). Cabe destacar dentro de esta “Drama del Planeta de los Simios” la importancia de Andy Serkis como Caesar, un personaje que hará justicia a su consecuente posicionamiento como personaje icónico dentro del género y la cultura pop
Dunkirk (Estados Unidos)
Los creyentes de Nolan y de One Direction quedarán complacidos con la catedrática destreza técnica del director y la adecuada presentación actoral de Harry “Estilos”, sin embargo para otros su falta de emotividad en la centralización de la acción por sobre la construcción de sus personajes la hacen meritoria de apenas el tercer lugar. A pesar de su condescendencia estética y un retrato muy cómodo y artificial de la guerra, Nolan demuestra una vez más que para montajes los suyos rifan, construyendo un ritmo trepidante en tres marcos temporales que aunque confusos, logran someter al espectador a una cronología de suspenso y supervivencia
Baby Driver (Reino Unido)
Wright quizá es el único alfarero de cine teenager de autor, una definición pretenciosa pero exacta para su propuesta basada en referentes de cultura pop, elementos nostálgicos generacionales y relatos de humor inteligente y de alto grado de entretenimiento. Aunque no convence del todo ni mucho menos empata como lo que se vendía como “su mejor película”, la realidad es que Baby Driver es un vehículo de aceptable calidad que basa su encanto en los diálogos, su genial soundtrack y sus pintorescos personajes criminales, una serie de “profesionales” inmersos en un absurdo justificado por un mundo de esparcimiento musical. El carisma del muchacho Ansel es innegable.
Icarus (Estados Unidos)
Es impresionante el alcance al que ha llegado el formato del documental, una tendencia creciente ahora gracias a las producciones y la distribución de Netflix, y que en este caso se resumen a la impactante ridiculización de operativos rusos, los cuales se ven expuestos desde su esfera deportiva hasta sus altos mandos políticos en la que es una de las conspiraciones mundiales más elaboradas y sin duda la más escandalosa en toda la historia del deporte global. Este documental del novato Bryan Fogel no es el más adecuado técnica ni narrativamente, pero su mera historia, montaje y su carismático protagonista y antihéroe son elementos suficientes para mantenernos aferrados al asiento en un thriller que inmiscuye y expone hasta al mismo Vladimir Putin